Colas de gente para comprar las entradas para el B-Side. Javier Carrión / AGM

Largas colas en el Mudem de Molina para conseguir las últimas entradas para el B-Side

Algunos de los asistentes han pasado la noche a las puertas del museo para no quedarse sin tickets

Isabel Manzano y Alberto Alcázar

Martes, 19 de agosto 2025, 09:53

Ni el calor ni el madrugón han disuadido a los cientos de personas que desde primera hora de este martes hacían cola a las puertas del Mudem de Molina de Segura para hacerse con una de las últimas 2.000 entradas para asistir al 20 aniversario del B-Side, que se celebrará el próximo 6 de septiembre.

Publicidad

Tras agotar el primer cupo de 8.000 entradas en apenas tres horas el pasado mes de febrero, la organización del B-Side, junto al Ayuntamiento de Molina de Segura, estudió la ampliación del Recinto de Eventos de Molina de Segura (REMO) para poder incrementar el aforo y poner más tickets a la venta para la celebración del veinte aniversario del festival.

Hace unos días, desde la propia organización se anunciaba por sorpresa el último cupo de 2.000 entradas, con el que se cerraría definitivamente el aforo al evento. En este caso, para adquirirlas era necesario desplazarse hasta el museo Mudem de Molina, donde desde las 9.00 horas de este martes y hasta agotar existencias se venderían de forma física dos entradas por persona.

«Agosto, mitad de Murcia de vacaciones, solo venta física. Muchas facilidades» y «especial para los que trabajamos en ese horario» fueron solo algunas de las quejas que se sucedieron en redes sociales al anuncio del formato en el que saldrían a la venta estas últimas entradas. Pese a ello, las colas con las que amaneció este martes el museo Mudem excedían las expectativas.

La falta de personal de organización fue patente. La principal queja era la poca información acerca del número de entradas disponibles y si les iba a merecer la pena sufrir el calor propio de estos días de agosto; la taquilla cerraba a las 14 horas. No todos aguantaron igual el plantón ni la humedad de la jornada. Sandra, una joven con una pierna protésica, clamaba por saber si hay entradas para las personas con discapacidad. «Normalmente, en los festivales tienen unas entradas para un cupo de gente con discapacidad», aseguraba en la cola.

Publicidad

Su acompañante trató de preguntar a la policía, a seguridad. «Y nada, es que no hay nadie», decía desesperada. «Tú te metes a internet y te pone que tiene accesibilidad, pero esto no lo es porque yo estoy aquí de pie, sin poder sentarme, y no podré aguantar mucho», decía resignada. Desde la Concejalía de Festejos aseguraron que esta nueva remesa de entradas solo tenía la categoría de general y que los descuentos que ofrecían solo estaban disponibles en las primeras 8.000, agotadas en apenas tres horas en el mes de febrero, cuando se pusieron a la venta. Por tanto, tampoco estaba previsto ofrecer ninguna de acceso adicional.

Javier Carrión / AGM

Desde antes de las 7.00 horas se formó una larga cola con cientos de personas a la espera de poder adquirir tickets para la celebración del veinte aniversario del B-Side. Algunos de los que se encontraban allí aseguraban haber pasado la noche frente al museo para asegurarse de que estaban de los primeros una vez abriera la taquilla y no quedarse sin asistir al festival. Muchos de los presentes mostraban su sorpresa por la gran afluencia de gente, que estimaban que superaba con creces las entradas disponibles y auguraban que se acabarían en pocos minutos.

Publicidad

A las 10.30 salieron con una sonrisa y las entradas apretadas contra el pecho Leyre, Josexu y Belén. Los tres llevaban desde las siete de la mañana «y ya a esa hora había gente», decía Belén. «Incluso nos han dicho por ahí que la primera persona llevaba desde las 12 de la noche haciendo cola. ¡Que ha dormido aquí!», se escandalizaba Josexu, quien ya tenía entradas pero acudió a adquirirlas para familiares y amigos. Belén cerraba el monedero con las únicas dos entradas por persona que se podían adquirir y con 55 euros menos en el monedero por cada una. Solo a la hora y media de comenzar la venta de entradas, Leyre aseguró que «ya estaban empezando a ver dónde hacían el corte en la cola».

El único goteo fue el de sudor en la frente de todos los que, tan temprano, padecieron los treinta grados sin sombra que despedía un día caluroso que a los mayores debía recordar aquellos cuando estaban en funcionamiento las chimeneas industriales de la plaza donde se encuentra el museo. La policía municipal recogió las quejas de los ciudadanos, muchos del municipio. Pese a todo se mantuvo el orden, sin altercados.

Publicidad

Para los que esperaban como Belén, el festival reúne «a artistas muy buenos para un pueblo tan pequeño». Entre ellos, Viva Suecia, Dani Fernández, Carlos Sadness, Pignoise y ÉlyElla. Quizás por eso había tanto interés.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad