La intención de voto que refleja el Barómetro de Otoño del CEMOP consolida la tendencia que ya se reflejaba en el estudio de primavera. El PP ganaría las elecciones con casi el 40% del voto válido y 20 escaños, cuatro más que en las pasadas elecciones de mayo de 2019, mientras que su principal competidor, y ganador en aquellas elecciones, el PSOE, reduciría su cuota electoral en cinco puntos porcentuales, así como el número de diputados (13 escaños frente a los 17 obtenidos en 2019). Otros dos fenómenos ya observados, tanto en el panorama regional como nacional, toman forma: Ciudadanos reduce su presencia en la Asamblea en un 50%, mientras que Vox escala hasta los 7 escaños. Podemos, por su parte, consolida su espacio y sus dos escaños actuales. ¿Qué es lo que ha pasado entre las elecciones de 2019 y ahora? El nuevo panorama es fruto de varios fenómenos:
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A- La polarización del sistema partidista murciano es relativamente moderada. En el espacio del centro político, la posición ideológica a nivel nacional entre los extremos de ese espacio (PP-PSOE), es de 0,36 (en la escala de Sartori que va del 0 al 1), que de manera comparada es bastante alta; en el caso de la Región de Murcia, el indicador arroja 0,22, casi 14 puntos menos, que es una polarización moderada. En el caso de España, para cambiar de un partido como el PSOE al PP, o viceversa, el elector tiene que recorrer un buen trecho de la escala ideológica, mientras que este se reduce notablemente para un elector de esos partidos en la Región de Murcia.
B- Los sentimientos de afecto o rechazo hacia los partidos que se configuran a partir de las identidades influyen en la cristalización de tendencias que son más estables en el tiempo. El PP es el partido que menos rechazo provoca entre el electorado (el 34% de los entrevistados afirma que nunca o casi nunca llegaría a votar por él) y que más adhesión genera (un 35% mantiene que siempre o casi siempre votaría por él). Ciudadanos no provoca grandes rechazos, pero tampoco fuertes adhesiones, y casi uno de cada dos electores muestra indiferencia hacia esa formación. El PSOE tiene más de diez puntos de rechazo más que el PP, y además despierta menos adhesiones (más de diez puntos menos que el PP). Vox y Podemos son los que más rechazo provocan entre el electorado (61% y 74%, respectivamente), aunque Vox también despierta adhesiones a un nivel casi como el del PSOE (21%).
«El Partido Popular es el que menos rechazo provoca entre el electorado, y el que más adhesión genera»
C- La moderación facilita la posición de competición para el PP frente al PSOE, mientras que la dificulta en la competencia dentro del espacio de la derecha. De acuerdo a la posición en los nichos electorales compartidos y usando un juego al estilo Condorcet, se observa que en una competición uno a uno entre PP y PSOE (competidores por la mayoría), el PP tendría una base electoral del 41,5%, y un techo ubicado en el 53,6%, mientras que, en esa misma competición, para el PSOE su base sería del 23,8% y su techo del 35,9%. En este escenario, el PP maximiza la utilidad de su voto. Sin embargo, cuando el PP compite uno a uno con Vox, e incluso con Ciudadanos, su rendimiento es peor, con bases de entre el 21% y el 26%, respectivamente, y techos del 48% al 50%. Aunque en cualquier escenario el PP gana, siempre el de lucha por la mayoría (dinámica bipartidista) es mejor. Por tanto, la moderación explica también parte de ese nuevo escenario electoral.
Estas tendencias se reflejan en los comportamientos individuales que refleja la encuesta:
A) El PP cristaliza la tendencia de primavera e incluso mejora su rendimiento en estos seis meses, sobre la base de una tasa de fidelidad alta y la recepción de transferencias desde el PSOE (unos 9.000 electores) y desde Cs (más de 14.000), aunque pierde 5.000 electores en su balance con Vox (fruto de las dinámicas de competición en nichos compartidos).
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B) El PSOE realiza transferencias en el marco de un modelo de moderada polarización, aunque, principalmente, sus resultados se deben a una importante desmovilización de su electorado de mayo de 2019, que en ese momento venía de una intensa movilización fruto del arrastre de las generales del mes de abril.
C) Ciudadanos es un caso muy similar al del PSOE, agravado porque las transferencias son más intensas, más continuadas en el tiempo, y porque también sufre de una fuerte desmovilización fruto de la indiferencia que hay hacia su oferta política.
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D) La contracara de Ciudadanos es, sin duda, Vox: una altísima fidelidad entre sus votantes de mayo de 2019, que puede considerarse como electorado de pertenencia, una reducida desmovilización y una recepción de voto, aunque no muy intensa sí diversificada, desde el resto del sistema partidista, en especial desde el PP, formación con la que aún mantiene un continuo intercambio de electorado.
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