El ministro Planas tranquiliza a los exportadores y destaca la fortaleza del sector hortofrutícola regional

El ministro de Agricultura, Luis Planas, anunció este jueves por la mañana en Murcia que todos los mecanismos «están preparados para que las exportaciones funcionen con normalidad» entre la Región y el Reino Unido a partir de abril debido a los nuevos requisitos fitosanitarios del 'Brexit'. Tras reunirse con el presidente de la Comunidad y el consejero de Agricultura, Luis Planas tranquilizó al Ejecutivo regional y al sector agroalimentario explicando que se simplificarán los trámites aduaneros con soportes electrónicos y telemáticos, y que se pondrán los recursos materiales y humanos que sean necesarios.

En la reunión se abordó asimismo el nuevo programa de la PAC que entrará en vigor en el año 2023, y el ministro dio a conocer dos actuaciones concretas de su departamento que tendrán incidencia directa en la Región de Murcia: propondrá que el sector de frutas y hortalizas pueda acogerse a las ayudas desacopladas de la UE de forma progresiva, las cuales estarán enfocadas a facilitar la incorporación de los jóvenes a la actividad agraria. Asimismo, también habrá un programa específico para apoyar el sector de la flor cortada y ornamental, con una gran actividad en la Región.

Luis Planas destacó la «vitalidad, fortaleza y competitividad» del sector agroalimentario de la Región de Murcia, que calificó como la huerta de Europa. Puso de relieve asimismo «las cifras impresionantes» del sector en plena pandemia, con un incremento de las exportaciones de frutas y hortalizas, principalmente en el mercado del Reino Unido. En este punto, indicó que el sector se ha reivindicado durante la crisis sanitaria como un pilar fundamental para la recuperacióneconómica.

En cuanto al agua, no se pronunció sobre el Trasvase Tajo-Segura. Considera que el agua no es su «cometido», sino competencia de la ministra Teresa Ribera. Sí dijo que es «un firme defensor del regadío». Ante la reclamación de los agricultores de garantía de agua y de certidumbre, Luis Planas contestó que es «optimista» sobre el futuro. Después de la reunión en San Esteban, el ministro visitó la planta desaladora de la Comunidad de Regantes de Mazarrón.

Por su parte, el presidente, Fernando López Miras, pidió al ministro que tenga «muy en cuenta el peso específico de la agricultura de la Región de Murcia a la hora del reparto de los fondos europeos». En este sentido, reclamó «justicia» para distribuir las transferencias que llegan de Europa y que, en el caso de este sector, alcanzarían casi 1.000 millones euros para todo el territorio nacional.

La Región de Murcia presentó 58 proyectos por importe superior a 230 millones de euros para acceder a esos fondos, unos proyectos «innovadores, y que incluyen mejoras medioambientales, de eficiencia energética y de aprovechamiento de agua», según explicó el jefe del Ejecutivo autonómico, quien remarcó que los fondos europeos «juegan un papel fundamental».

Durante su intervención, López Miras agradeció al ministro «aceptar la invitación a visitar la Región de Murcia para trabajar juntos» porque «ante los grandes retos, el camino más sensato es avanzar unidos». Así, le ofreció acompañarle a Bruselas «en una clara imagen de unidad y respaldo a la defensa de un interés común para reclamar en Europa aquello que necesita el sector». «Los aranceles de Estados Unidos, el veto ruso y ahora el 'Brexit' requieren más unidad y firmeza que nunca, y estoy convencido de que, de esta forma, podremos lograr el mejor resultado», dijo el presidente, quien también consideró «imprescindible» una mayor financiación para la Política Agraria Común, tanto de las ayudas para el período transitorio como de lo que proyecta para la etapa que se abre en 2023 hasta 2027.

Aseguró que «las nuevas exigencias que se plantean en toda la Unión Europea tras el 'Brexit' ponen en riesgo a sectores esenciales en la Región como la agricultura y el transporte». En concreto, explicó que la Región de Murcia lleva cada año al Reino Unido más de 483.000 toneladas de frutas y hortalizas y más de 235.000 toneladas de productos transformados, «todo con un valor económico en torno a 750 millones de euros que, lógicamente, contribuyen a la riqueza de la Región y a la del conjunto de España». Además, señaló que esas mercancías son transportadas por más de 36.500 camiones al año.

Por eso, remarcó que «nuestras expectativas de crecimiento en 2021 son hoy positivas gracias a las exportaciones», y apuntó a ese potencial exportador como «una de nuestras mayores fortalezas para superar las dificultades». En este sentido, aseguró que «remontar la crisis actual no puede hacerse de espaldas al que es nuestro principal baluarte» y puso en valor que «nuestra agricultura ha demostrado en los momentos más duros de la pandemia su importancia para ser el sustento de la Región de Murcia, de España y de Europa».

López Miras también mostró su «preocupación» ante el déficit hídrico estructural de la cuenca del Segura y señaló que «hablar de agricultura es hacerlo, inevitablemente, de agua». Así, reclamó al Gobierno central «certidumbre y que se eliminen cuantas dudas existan sobre una infraestructura fundamental como es el trasvase Tajo-Segura».

El Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats) criticó que el ministro de Agricultura «no quiera entrar en campos que no son de su incumbencia competencial, léase agua». « Solicitamos una reunión con el señor ministro en su momento, cosa a la que se ha negado», señaló Lucas Jiménez en un comunicado.

«Nada diríamos hoy si su hilo argumental no se hubiera torcido y mucho. Su lema de 'nada de temas relativos al agua' se quiebra cuando acude a visitar una planta privada de desalación, que da servicio a regantes, obviamente». A juicio de Jiménez, con esa visita a la desaladora «el ministro cumple el encargo de su vicepresidenta y ministra del ramo hídrico, Teresa Ribera».

Según el dirigente del Scrats, «no dudamos de que, personalmente, el ministro pueda albergar buenas intenciones para con el regadío de esta Región, pero de buenas intenciones está asfaltado el infierno de la agricultura levantina».