El mercado negro de citas previas en la Seguridad Social alerta a la Delegación del Gobierno de la Región de Murcia
La venta de turnos tanto en este servicio como en Extranjería alcanza precios de hasta 100 euros a través de intermediarios
Juan llevaba tres meses y medio intentando acceder a una cita previa en la Seguridad Social para gestionar su futura jubilación sin éxito. «Llamaba todos ... los días, pero no hay manera de que te cojan el teléfono. Y conozco gente que ha pasado hasta 6 meses intentándolo», señala este vecino de la pedanía murciana de Alquerías. Él probó también a hacerlo por internet, pero el resultado fue el mismo: «No había ninguna cita disponible». Un día, un conocido le dio el soplo de la existencia de un posible atajo. Le dijo que había un locutorio en una población cercana donde podían conseguirle una cita previo pago. «Estaba tan desesperado que me acerqué -reconoce-, se lo comenté al chaval y me dijo: 'Mañana te llamo'. Al día siguiente ya tenía cita presencial».
No es un caso aislado. Diversas fuentes consultadas por LA VERDAD confirman la existencia de un mercado negro de citas previas para realizar trámites con la administración estatal ante las dificultades para encontrar huecos disponibles, ya sean para gestionar la pensión, una prestación de desempleo, la incapacidad permanente o temporal, subsidios como el Ingreso Mínimo Vital o procedimientos en Extranjería.
Sistemas automatizados
El presidente del Colegio Oficial de Graduados Sociales de la Región de Murcia, José Ruiz, señala que el problema viene repitiéndose desde la llegada de la pandemia, cuando se determinó la necesidad de reservar cita para poder realizar cualquier trámite. «Ha sido así desde el estado de alarma. Aunque hay citas, son tan escasas que tienes que estar 24 horas al teléfono e incluso llamar de madrugada para coger una».
En este caldo de cultivo, pronto aparecieron quienes vieron una oportunidad de negocio. «A mí me han confirmado personalmente la existencia de locutorios que reservan citas con un sistema informático automatizado, y luego te las venden», sostiene. El precio, asegura, «puede ser de 15, 30, 50, 100 euros... Todo va en función del organismo y de la prisa que uno tenga». Ruiz comprende que haya ciudadanos que decidan pagar: «Cuando ves la imposibilidad de conseguir esa cita que necesitas, acabas por encargárselo a estos centros, porque tú no dispones de ese sistema informático que trabaja las 24 horas del día».
El Ministerio inicia el bloqueo de direcciones IP para dificultar el uso de robots que acumulan reservas para hacer negocio
La Delegación del Gobierno admite ser conocedora de la existencia de estos sistemas, y ya intenta poner freno a las reservas masivas. «Se ha detectado el problema -explican fuentes oficiales-, aunque a nivel nacional solo el 1% de las citas se hacen a través de robots». Para evitar su incidencia en la escasez de turnos, el Ministerio ha comenzado ya a «bloquear las IP que hacen uso irregular del servicio para dificultar los procesos de identificación», añaden las mismas fuentes.
Al presidente de los graduados sociales también le han notificado la adopción de medidas. Según cuenta, el pasado 31 de marzo, el nuevo director del Instituto Nacional de la Seguridad Social, José Antonio Morales, le confirmó la mejora en la disponibilidad de citas en la Seguridad Social.
En el caso de Extranjería, en cambio, la Delegación descarta que se estén produciendo estas reservas automatizadas «porque la cita se da a través de un correo propio y se presentan la práctica totalidad de los usuarios».
María José Sánchez Nevado, responsable de Función Pública Estatal en Comisiones Obreras, denuncia, en cambio, que «el problema se está dando tanto en la Seguridad Social como en Extranjería desde hace años». Un extremo que ratifica la presidenta de la Asociación de Trabajadores en Inmigrantes Marroquíes (Atim) en la Región de Murcia, Sabah Yacoubi. «Es algo que se está produciendo a nivel nacional. Te metes para reservar una cita y no hay ninguna, pero sí que las encuentras en el mercado negro -lamenta-, y hay gente que no tiene más remedio que pagar, porque si no, no puede trabajar».
Para la representante de CC OO «es muy grave que tengas que pagar para acceder una cita previa cuando el servicio es gratuito, y que las estén vendiendo no sé si a 200 o 300 euros», asegura. «A mí me han hablado de cantidades realmente desorbitantes».
«Es muy grave que tengas que pagar para acceder a una asistencia que es gratuita», denuncian desde Comisiones Obreras
Sánchez Nevado indica que el sindicato ya ha solicitado al Ministerio de Inclusión e Inmigración que se mantenga alerta ante estas irregularidades, y ya está prevista una reunión a nivel nacional en las próximas semanas para tratar este asunto.
También Atim ha mantenido contactos con la Delegación en busca de soluciones. «Hablamos con el exdelegado José Velez, pero el problema sigue. No se ha dado ninguna solución, aunque ellos digan que sí», subraya Yacoubi.
Falta de personal
Tanto desde el Colegio de Graduados Sociales como desde Comisiones Obreras apuntan a la falta de personal y la baja tasa de reposición en los servicios estatales como uno de los ingredientes que han dado lugar al colapso actual.
«Se acabó la pandemia y todo está abierto: bares, restaurantes, teatros -apunta José Ruiz-, pero la administración sigue cerrada. Así de claro. No te dejan entrar si no tienes una cita previa confirmada. Y el problema es conseguir esa cita. Es inaceptable».
Un bloqueo que se extiende a la gestión de la protección internacional
En la ONG Accem reconocen estar sufriendo problemas para acceder a las citas previas para realizar trámites estatales desde hace un par de años. «Todo lo que tiene que ver con Extranjería se ha vuelto bastante problemático», asevera su presidente, Mohammed Kebaili, que alerta, además, de que el colapso está bloqueando también el acceso a las citas previas y las entrevistas para acceder a la Protección Internacional. El Ministerio no dispone en este caso de atención telefónica. Todo debe realizarse a través de un portal específico en internet habilitado por el Ministerio del Interior que se ha convertido en un callejón sin salida, según denuncia Kabaili. «La gente no tiene acceso a las citas para poder realizar las entrevistas, que tienen que hacerse de forma presencial, porque está permanentemente bloqueado», asegura. Respecto a la posible reventa de turnos, el presidente de Accem en la Región afirma no tener constancia de casos específicos, aunque sí admite haber escuchado comentarios sobre su existencia. «Sí, se rumorea que hay formas de pagar para conseguirla», reconoce.
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