Los mejores cuidados en un entorno que reduce el estrés y el dolor

La maternidad más tardía y el desarrollo de las técnicas de reproducción asistida se han asociado a un aumento de la prematuridad en las últimas décadas, aunque en la Región el porcentaje que representan estos partos –entre el 7% y el 8%– se mantiene estable en la actualidad.

Julieta ha protagonizado «la estancia más larga (seis meses) con mejor respuesta que hemos tenido», subraya Juana María Martínez Cánovas, supervisora de la UCI neonatal. Detrás de este éxito hay varias claves. En primer lugar, la coordinación con Obstetricia para «retrasar en lo posible el parto» y «propiciar la maduración pulmonar y la protección neurológica prenatal». Una vez en la UCI neonatal, se puso en marcha un plan de cuidados centrado «en el desarrollo y protección neurológica». En esta unidad se cuida el ambiente «de manera exquisita», con control de luz, temperatura, ruidos y estimulación visual. Esto contribuye a reducir y controlar el estrés y el dolor. Porque no solo son importantes los tratamientos y el soporte tecnológico, también el respeto del sueño, la planificación de las actividades para no interferir en el descanso y el contacto piel con piel.