La mejora del ferrocarril centra la mayoría de propuestas del Pacto por las Infraestructuras

El objetivo del Pacto por las Infraestructuras promovido por el Gobierno es «aunar todas las voces, organismos y entidades posibles», en palabras del presidente regional, Fernando López Miras, en torno a una misma batería de reivindicaciones que marque el camino para que la Región de Murcia supere de una vez por todas los atrasos en esta materia que han frenado su desarrollo.

La propuesta inicial y provisional elaborada por el Ejecutivo –aún un «borrador», según el consejero de Fomento, José Ramón Díez de Revenga– incluye un total de 35 actuaciones, una veintena de las cuales se centran en la mejora del ferrocarril, el medio de transporte con peores dotaciones en la Región y verdadero protagonista de esta iniciativa.

El catálogo de proyectos incluidos son en su mayoría conocidos, puesto que acarrean muchos años de demandas, promesas incumplidas y aplazamientos. Es el caso del puerto de El Gorguel, la conclusión de las autovías del Reguerón, Zeneta-Santomera y Blanca-Fuente la Higuera (A-33), los Arcos Norte y Noroeste de Murcia e incluso el enlace de la A-33 con El Carche, en Jumilla.

Pero también figuran otros proyectos más ambiciosos que los previsto hasta ahora, como la extensión del tercer carril de la A-7 hasta Puerto Lumbreras, y la autovía que conectaría por el interior con Andalucía, al unir Jumilla, Venta del Olivo y Caravaca y proseguir, ya en la provincia de Granada, hasta Puebla de don Fadrique y Cúllar, donde conectaría con la A-92.

En materia ferroviaria, se solicita la construcción del Corredor Mediterráneo en su totalidad, tal y como lo recoge la Red Transeuropea de Transporte, lo que supondrá una decena de actuaciones repartidas en Cartagena, Murcia y Lorca, pero también se piden mejoras en la red ferroviaria convencional, como la electrificación de la vía hasta Albacete, la variante de Alcantarilla y el acceso electrificado a Águilas.

También se propone la mejora de los vagones y locomotoras utilizados en la actualidad, ampliar el servicio de Cercanías y establecer uno nuevo de Media Distancia entre Cieza, Calasparra, Hellín y Albacete.

Una singularidad del documento del Pacto por las Infraestructuras es el desarrollo de medidas antirruido en las carreteras de la Región, lo que se denomina Plan Silencio.

Fue el presidente López Miras el que lanzó la oferta de este pacto a los grupos parlamentarios durante el Debate sobre el Estado de la Región el pasado mes de junio. Sin embargo, cuando se iniciaron, tras el verano, los primeros contactos para su consecución, el enfoque ya era otro. El consejero de Fomento, que ha sumido la promoción y negociación de la iniciativa, explica a LA VERDAD que la preferencia es el pacto civil antes que el político.

«La intención es alcanzar un acuerdo primero con el mayor número de entidades y organismos de la sociedad civil y elevarlo luego a los partidos políticos», señala Díez de Revenga. El orden en la interlocución tiene su porqué, como aclara el consejero: «Si conseguimos un gran acuerdo con una amplia representación de la sociedad civil, será difícil [a la oposición] oponerse a él», comenta.

Para el titular de Fomento, ni siquiera es imprescindible el consenso político si finalmente se logra para el Pacto por las Infraestructuras una amplia base de apoyo social. De momento, por las entrevistas que ya ha mantenido, las perspectivas son prometedoras.

Ya se ha reunido con las directivas de los colegios profesionales de Economistas, de Ingenieros de Caminos y de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, con la Plataforma de Defensa del Ferrocarril y con las organizaciones empresariales Círculo de Economía y Adimur, con quienes se vio el pasado martes. Todos expresaron su respaldo al pacto y formularon sus propias propuestas, como la construcción de una dársena en el Puerto de Cartagena exclusiva para los cruceros internacionales planteada por Adimur.

Díez de Revenga prevé seguir hasta final de año con las reuniones con entidades y organizaciones de la Región, entre ellas empresarios y sindicatos y, a partir de enero, abrir el debate político, aunque se muestra excéptico sobre los resultados de este último.

No debería costarle muchos esfuerzos lograr el apoyo de patronal y sindicatos, que este año ya suscribieron una alianza en favor de la mejora del ferrocarril que culminó con una misiva al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en la que le exponían la precaria situación de la Región en materia de infraestructuras y le solicitaban la puesta en marcha de una serie de actuaciones para que la Región dejará atrás definitivamente «unas líneas ferroviarias del siglo XIX, sin electrificar ni desdoblar», según indicaban en la carta.

Esta iniciativa, surgida en el transcurso de una jornada sobre infraestructuras, contaba con el respaldo del Consejo Económico y Social, de los colegios profesionales de Arquitectos, Economistas, Ingenieros Industriales, Ingenieros de Caminos y de Aparejadores, y también de los partidos políticos PP, Ciudadanos y Vox.