La comisión de doce expertos acuerda el rescate del barco fenicio de La Isla

Regreso a la casilla de salida. La comisión de doce expertos (designados por el Ministerio de Cultura, la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento de Mazarrón) creada para decidir el futuro del barco fenicio de La Isla, acordó ayer proceder a la extracción del pecio, como medida encaminada a la salvaguarda de esta 'joya' de la arqueología subacuática, con 2.600 años de antigüedad.

El visto bueno supone en la práctica volver a la misma situación de hace dos años. Entonces, en la primavera de 2019, la Consejería de Cultura ya disponía de un proyecto para el rescate y restauración de la nave denominada 'Mazarrón II'. Pero las reticencias expresadas por los asesores del Ministerio abortaron esos planes. Como decisión salomónica se acordó reforzar la protección del yacimiento (declarado Bien de Interés Cultural) y crear un grupo de trabajo, que ahora ha respaldado sacar a la superficie el barco.

La decisión del equipo de expertos, avalada por la Dirección General de Bellas Artes, recoge que las labores de conservación y restauración de los restos se llevarán a cabo en los laboratorios Arquatec, del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) de Cartagena, según indicó el Ministerio. La Consejería destacó que la extracción «es la postura que defendía la Dirección General de Bienes Culturales, por considerarla la más adecuada y pertinente dada la importancia y relevancia del bien». Con todo, todavía son muchos los cabos sueltos sobre los que tendrán que debatir los técnicos. De hecho, no ha trascendido cómo se realizará la operación ni cuándo podrían iniciarse las labores. Tampoco parece resuelta la incógnita de cuál será el destino final de la nave, aunque el Ayuntamiento se ofreció a construir un museo dedicado en exclusiva a acoger los restos arqueológicos y a difundir la relevancia del yacimiento de La Isla. El Ministerio confirma que, una vez restaurada, la nave se expondrá al público, pero sin aclarar dónde.

«A partir de ahora continúa un trabajo de consenso para definir la metodología que se va a llevar a cabo para realizar la extracción y conservación, garantizando su protección», indican desde la Consejería. La idea es organizar unas jornadas internacionales, en colaboración con la Unesco, que tendrán lugar a lo largo de este año para analizar «el sistema más seguro» y redactar un proyecto de extracción. La comisión también acordó elaborar un documento, que estará listo después de Semana Santa, «que contendrá el protocolo de colaboración entre las tres administraciones».

El plan de trabajo que en su día aprobó la Consejería, valorado en casi 100.000 euros y que contaba con el respaldo del Consistorio mazarronero, preveía el desmontaje del casco de la nave, dividido en ocho secciones y siguiendo «las líneas de fractura conocidas y las juntas arquitectónicas». El técnico que firmaba el proyecto, el arqueólogo e investigador Carlos de Juan, destacaba «la dificultad que podría representar hacer la extracción en un único bloque, por el estado en el que se encuentra el pecio». Y añadía: «el objetivo prioritario es que el desmonte del pecio sea en el menor número de porciones posibles», a la vez que no descartaba tener que recurrir a «una separación mecánica». La idea no gustó a todos y despertó ciertas reticencias.