Marcos Sáez, el hombre que exprime el sol
Marcos Sáez. Amante de la «gente» y de los amaneceres en su barco de pesca, el presidente no ejecutivo de Soltec está ligado desde hace dos décadas a la energía solar y tiene pendiente «bucear con tiburones blancos»
Si es ciego quien no ve el sol, necio quien no lo conoce, e ingrato quien no le da las gracias –según dijo Giordano Bruno–, ... todo lo contrario a eso es Marcos Sáez (Murcia, 1974), que ha sido nombrado esta semana nuevo presidente no ejecutivo del Consejo de Administración de Soltec, la empresa murciana que se ha transformado en dos dos décadas en un gigante internacional del sector fotovoltaico con presencia en 17 países. La energía solar de toda la vida pero con un brillante ADN murciano.
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Sáez, que ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad en la compañía desde su fundación en 2004 (director financiero durante 15 años y consejero dominical de Soltec Power Holdings desde el año 2020), ha tomado posesión de su nuevo cargo tras la dimisión de Raúl Morales por las discrepancias con las cuentas de 2023. Así que, 'a priori', se vislumbra cierta tormenta en el nuevo cuaderno de bitácora de este graduado en Administración y Dirección de Empresas. Pero no parece que esto vaya a suponer un problema para un hombre acostumbrado a lidiar con la mar junto al sol. Aficionado a pescar en su barco en jornadas interminables de olas, salitre y rayos UVA, a poder ser rodeado de amigos que ayuden a levar anclas y soltar amarras, Marcos Sáez es de los que se levanta sin rechistar junto al astro rey para cargar con cañas y anzuelos y recorrer la costa regional en busca de manjares marinos y momentos inolvidables.
Amante de «amanecer en el mar con el sol que promete luz, calidez y confort para el resto del día», también lo es de «la gente» y de su esposa, Mónica, con la que empezó a salir a los 17 años. Hace ya la friolera de 33 años. Es la relación más larga de su vida, con diferencia, a mucha distancia de la que mantiene con sus hijas, María (20) y Mónica (22). Todo ello con permiso, claro, de nuestra estrella común, ese sol sobre el que giramos y que nos ha visto nacer y nos verá morir a todos y que a Marcos Sáez, en concreto, le ha dado toda su vida «energía para cumplir sueños y objetivos». Cómo no sentir «orgullo», subraya, de trabajar en este sector. Tal y como reza uno de los lemas de Soltec, a Marcos Sáez también le «inspira el sol y su infinito potencial para crear un mundo más limpio, sostenible y justo».
Está casado con Mónica, la mujer que conoció cuando aún no era mayor de edad, y tiene dos hijas
Hijo de padre almeriense y madre murciana, ambos maestros jubilados que le inculcaron sobre todo «honradez y lealtad», tampoco es que madrugar para aprovechar toda la energía del sol durante el día le prive a Marcos Sáez de tener que trasnochar cuando hay que hacerlo. De hecho, si hay que elegir entre madrugar y trasnochar, el nuevo hombre fuerte de Soltec se queda más con lo segundo. Aunque sea para seguir devorando páginas del libro de su mesilla de noche, que ahora es 'La ladrona de huesos', de Manuel Loureiro. O, en sus tiempos, para tragarse otro capitulo, y otro, y luego otro más, de su serie favorita de largo: 'Breaking Bad'. Del catálogo de películas, Sáez se queda con la épica de '300'.
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No se reconoce especialmente en el papel de deportista, pero sí que intenta «cuidarse», combinando «correr y gimnasio». Para reponer fuerzas, qué mejor que unos buenos «frutos del mar», aunque también se le hace la boca agua con unas buenas migas, «como buen murciano». Y para eso no le hace falta que llueva, que también se las aprieta bajo su querido sol radiante, si hace falta.
Donde sí se siente más cómodo es en el papel de viajero. Marcos Sáez viaja mucho, tanto por trabajo como por placer. «Mi último gran viaje con buenos amigos ha sido a Bali. Muy recomendable. Y uno pendiente es viajar con mi hermano a bucear con tiburones blancos». No se refiere a tiburones financierons ni nada por el estilo. Tiburones blancos de verdad. Casi nada.
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«Sólo deseo seguir disfrutando de la vida como lo estoy haciendo, que mi familia esté bien, y mis hijas sigan haciéndome sentir tan orgulloso como lo estoy ahora de ellas. No puedo pedir más. Todo lo demás es un extra que seguiré disfrutando». Con permiso del Rey Sol.
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