Un humedal en la rambla de La Maraña busca frenar filtraciones en el Mar Menor
Un proyecto de Aqualia con el Ayuntamiento obtiene 4 millones de la UE para examinar las aguas subterráneas
Tecnologías disruptivas para proteger el Mar Menor. Es lo que plantea el proyecto Ninfa, propuesto por el Ayuntamiento de Los Alcázares y la empresa Aqualia, que ha obtenido el 100% de la financiación necesaria de los fondos europeos: 4 millones de euros. El programa, en el que participan 9 entidades de 6 países europeos, probará el primer humedal 'bioelectroestimulado' del mundo, una solución tecnológica propuesta por el departamento de Innovación y Tecnología de Aqualia.
Publicidad
Aún está por decidir el enclave idóneo para este nuevo filtro, pero el Ayuntamiento ya baraja crearlo en la rambla urbana de La Maraña, que recibe un considerable caudal de la cuenca interior con cada episodio de lluvias. En un espacio de unos 200 metros cuadrados, con un metro de profundidad, se creará un biorreactor de astillas de madera, que ya se ha probado con resultados positivos en la depuradora de Los Alcázares. «Probaremos, además, con piedras carbonosas, que son más eficaces y rápidas que las astillas en la eliminación de los nitratos y fosfatos», explica Víctor Monsalvo, del departamento de I+D de Aqualia. El biorreactor compartirá espacio con el 'e-humedal', que incluirá «tecnología capaz no solo de amortiguar el agua, como hacen los humedales naturales, sino también de filtrarla con el fin de que llegue al subsuelo ya tratada», indica el experto.
Otros dispositivos de última generación son los sensores de monitorización de aguas subterráneas, que funcionan por fibra óptica para aportar en tiempo real las medidas de salinidad, temperatura, pH, nitratos y demás variables. «No tenemos una trazabilidad perfecta de los aportes, pero sí de los problemas que genera», señala Monsalvo. Por eso, la red de 7 sensores, que se están desarrollando actualmente en Holanda, persigue conocer los flujos de agua que discurren en la cuenca hidrográfica hacia la laguna, tanto de las superficiales como de las subterráneas.
Además de amortiguar las avenidas, permitirá eliminar los nitratos y fosfatos antes de que el agua se filtre al subsuelo
A través de los sensores, esperan obtener análisis de las aguas sobre la presencia de metales pesados, pesticidas de uso común, fármacos y, en su caso, la presencia de coliformes fecales. El proyecto incluye la creación de la plataforma Ninfa, que recibirá toda la información de la red de monitorización «para que ayude a tomar decisiones», según explica el experto. Este observatorio de las aguas subterráneas «estará a disposición de las administraciones que tienen competencia en la gestión de los recursos hidrológicos para que puedan iniciar las acciones que mejoren el ecosistema», aseguró ayer el alcalde de Los Alcázares, Mario Pérez Cervera.
Mediante el conocimiento del mapa de ríos subterráneos que circulan en el entorno del Mar Menor, la compañía Aqualia pretende también evitar las filtraciones de aguas salinas a las redes de suministro público.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión