Sanciones de hasta 600 euros en Lorca para los infractores de la ordenanza de patinetes
Entra en vigor la norma que fija en 15 años la edad mínima para conducirlos y establece la velocidad máxima en 25 kilómetros por hora
La nueva ordenanza para regular la circulación de patinetes, patines y monopatines ya ha entrado en vigor, informó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, José Luis Ruiz. La norma establece que la edad mínima para conducir uno de estos vehículos es de 15 años, la velocidad máxima nunca podrá superar los 25 kilómetros por hora y no se exigirá el seguro obligatorio mientras que no lo establezca la normativa nacional, dijo Ruiz. Solo podrá viajar una persona, que deberá ir ataviada con un reflectante en el tronco para facilitar el visionado y será obligatorio el uso del casco de protección homologado, debidamente acolchado y provisto de dispositivos luminosos.
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La ordenanza permite que los patinetes eléctricos transiten por vías urbanas en el sentido autorizado y queda prohibido circular en dirección contraria. Tampoco se permite el tránsito por calles peatonales o aceras, vías interurbanas, autopistas, autovías y túneles ni por carreteras de dos o más carriles por sentido de circulación donde no exista carril bici.
Se establece un régimen de sanciones que será de 100 euros para las infracciones leves, entre las que se encuentran transportar a otras personas, no llevar casco, conducir descalzo o con calzado inadecuado o no mantener la distancia mínima de un metro con los peatones.
Solo podrá viajar una persona, que deberá llevar un elemento reflectante en el tronco y casco homologado
Las graves llevarán aparejada una sanción económica de 200 euros y entre ellas se incluye incumplir la limitación de velocidad, circular de forma negligente, llevar auriculares o no tener la edad mínima. Serán infracciones muy graves, con una multa de 600 euros, conducir de forma temeraria, superar la tasa de alcohol permitida o carecer de seguro de responsabilidad civil, cuando sea obligatorio.
El alcalde, Diego José Mateos, manifestó que esta norma tiene como fin que el municipio se adapte a los nuevos sistemas de desplazamiento, que no se consideran «una amenaza» sino como «una oportunidad para apostar por un medio de transporte más sostenible». La nueva norma, añadió garantizará «que se circule en condiciones de seguridad y sin afectar» a las personas y vehículos que transitan por la calle.
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Esta ordenanza es la segunda que entra en vigor este mes tras la de protección del medio ambiente y contra la emisión de ruidos y vibraciones, que flexibiliza la apertura de bares, restaurantes y locales de ocio en el casco histórico. También está previsto que entre en vigor en breve la ordenanza reguladora de la gestión del padrón municipal para evitar el hacinamiento en viviendas e inscripciones irregulares.
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