El primer vivero de plantas aromáticas de la Región de Murcia abrirá en la pedanía lorquina de La Paca

El primer vivero profesional de plantas aromáticas de la Región se construirá en el paraje de Las Hermanillas de la pedanía de La Paca, en cuatro hectáreas de terreno donadas por un particular a la Asociación de Productores y Transformadores de Plantas Aromáticas de las Tierras Altas de Lorca. La redacción del proyecto técnico está en marcha y el Ayuntamiento apoyará la iniciativa con una subvención municipal de 10.000 euros, que será concedida a los promotores antes de que acabe el año.

El presidente de la asociación, Antonio José Pérez, explicó a LA VERDAD que el objetivo de esta infraestructura es la homogeneización y optimización de la producción de tomillo rojo mediante proyectos de transferencia tecnológica para lograr la Denominación de Origen Protegida para esta variedad aromática propia del norte de Lorca. También facilitar a los productores el suministro de plantas sanas, autóctonas, de alto rendimiento y a un precio justo, con el propósito de convertir las Tierras Altas de Lorca en un referente en la elaboración de aceites esenciales y contribuir a la creación de puestos de trabajo para luchar contra la despoblación.

La asociación, que aglutina a 48 socios, iniciará la construcción del vivero el próximo año con una inversión de 200.000 euros. La financiación será público-privada, y la asociación promotora deberá recurrir a ayudas europeas y de las administraciones regional y local. La siguiente meta de los productores será el establecimiento de un centro tecnológico de transformación de plantas aromáticas y aceites esenciales que se deberá poner en marcha en el suelo industrial previsto en el Plan General de Ordenación Municipal y que está ubicado entre las pedanías de La Paca y Zarcilla de Ramos.

En las pedanías altas se cultivan 150 hectáreas de tomillo rojo, la producción «va en aumento» y se está convirtiendo en «nuestra principal seña de identidad», confirmó Pérez. El rendimiento ha sido «muy bueno» este año, han conseguido un precio de entre 80 y 90 euros el kilo y esto anima a que se sumen nuevos productores, como Isabel Ruiz, que junto a su hijo se ha lanzado al cultivo de la aromática en dos hectáreas de terreno heredadas de sus padres. Reconoce que «ha sido una aventura, al principio lo pasé muy mal» porque desconocía los cuidados que requería su cultivo, pero ahora «es un placer ver la planta crecer, es muy agradecida y no necesita mucha agua ni esfuerzo». Los vecinos de las pedanías altas «apostamos por esto, también es una forma de incentivar a las nuevas generaciones que quieren seguir en el pueblo, como mi hijo».

El semillero «nos anima a seguir» porque mejorará la calidad del producto y se acercarán a su objetivo de conseguir la Denominación de Origen Protegida. Ahora los productores compran las semillas fuera del municipio pero es imprescindible que todas provengan del mismo vivero para garantizar un alto contenido en timol y un elevado rendimiento en aceite esencial.

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