Alumnos del instituto Ramón Arcas a la salida de clase, en una imagen de archivo. Jaime Insa/ AGM

Medio centenar de alumnos de Lorca se acogen al Aula Impulsa de alternativa a la expulsión

El proyecto piloto comenzó en noviembre y la Concejalía busca fondos para darle continuidad por los buenos resultados

Lunes, 4 de marzo 2024, 00:08

«Se está supertranquilo, en silencio, y he podido concentrarme en cosas que en el instituto no puedo». Este es el comentario de un alumno de Secundaria que ha formado parte del Aula Impulsa, creada en noviembre para atender a los estudiantes de 12 a 16 años que son expulsados de los centros educativos por su mal comportamiento. Cerca de 40 han participado en esta iniciativa piloto puesta en marcha por la Concejalía de Educación y la Fundación Cepaim, en colaboración con los institutos y el servicio Policía Tutor de la Policía Local con unos excelentes resultados.

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Nuria Moya, trabajadora social de la Concejalía, explica que la mayoría acumula varios partes por comportamientos disruptivos o faltas de respeto a profesores y compañeros y acaban siendo expulsados. «Todos los días entran nuevos casos», en ocasiones «buscan la expulsión porque no quieren estudiar» y se trata de evitar que consigan su objetivo de estar en la calle o en casa sin hacer nada, que «para ellos es un premio, más que una medida» disciplinaria. También impiden que se desconecten durante los 10 o 15 días que dura la expulsión en algunos casos de las materias que se están impartiendo en clase, que los aboca al absentismo y al abandono escolar.

Previa derivación de los centros y con el consentimiento de los padres los alumnos acuden al centro juvenil La Estación de lunes a viernes en horario lectivo, de 9.30 a 13.30 horas, donde se crea para ellos un «espacio de trabajo a medida», realizan las actividades académicas que marca el instituto al que pertenecen y preparan los exámenes. Reciben la atención de un profesor, una educadora social y un psicólogo que también enfocan su trabajo a que reflexionen sobre su comportamiento para corregir las actitudes que les han llevado a la expulsión, les ofrecen herramientas para la resolución de conflictos, la convivencia, las habilidades sociales y el uso correcto de las nuevas tecnologías y participan con ellos en dinámicas grupales.

Los estudiantes realizan sus tareas académicas, aprenden a resolver conflictos y participan en dinámicas grupales

La Concejalía de Educación busca financiación para dar continuidad al proyecto que finaliza el 31 de marzo. Ha sido financiado por la Consejería de Política Social a través de un programa de lucha contra la pobreza de la Fundación Cepaim, que ha desarrollado durante varios años en los centros escolares el programa 'Desaprendemos' de prevención del absentismo.

Los profesores del servicio a la comunidad de los centros educativos piden que siga abierta el Aula Impulsa, porque en el último trimestre aumenta el número de amonestaciones debido a que los alumnos «suelen estar más impacientes, más irascibles por el calor», argumenta una de estas profesoras en las reseñas del proyecto. También los padres, que valoran este recurso como una «garantía y una seguridad» porque evita que sus hijos se queden solos en casa cuando son expulsados mientras ellos están trabajando.

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Modelo para otros municipios

La concejala Rosa Medina se mostró satisfecha con el resultado de esta iniciativa «innovadora» en la que ya se fijan otros ayuntamientos para replicarla. El Consistorio ha acudido a entidades financieras para que la incluyan en sus programas para favorecer la integración social y a las líneas de responsabilidad social corporativa de las empresas para que contribuyan c a su mantenimiento en el último trimestre de curso y en años sucesivos.

Seguimiento específico de 60 casos de absentismo escolar

La Concejalía de Educación realiza el seguimiento específico de 60 alumnos absentistas mediante un trabajo conjunto con sus familias y los centros docentes a los que pertenecen. Estos cada vez derivan más casos porque «confían en su resolución», explicó la trabajadora social Nuria Moya. Añadió que el absentismo «ha mejorado en Secundaria», ya que se trabaja más intensamente este problema y de forma coordinada con la Concejalía y Policía Tutor. El trabajo para la escolarización de menores es continuo en la concejalía por avisos de la Policía Local, denuncias anónimas, de vecinos o de los colegios que advierten de estas situaciones. En la mayoría de casos se activa un «engranaje de recursos» para que las familias obtengan la documentación necesaria para la escolarización.

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