Llegan a la Región los murcianos atrapados en Marruecos por el cierre de sus fronteras

«Ha sido el viaje más surrealista y tormentoso de mi vida. Ahora quiero llegar a casa, ducharme y dormir. Este viernes entro a trabajar al hospital a las ocho de la mañana». A Jesús Alba solo le faltó este jueves por la noche besar el suelo que pisaba cuando descendió del avión que le acababa de traer desde Marruecos.

Este enfermero formó parte del primer contingente de turistas españoles que llegó a la Región desde el país alauí. Allí estuvieron atrapados desde el pasado lunes por el cierre de sus fronteras, en un intento de frenar la expansión de Ómicron, la última variante detectada del SARS-CoV-2. El grupo aterrizó a las 20.20 horas en Corvera en un vuelo directo procedente de Casablanca. A su llegada, a Jesús y a sus compañeros de viaje les esperaban sus familiares, con quienes se fundieron en un largo abrazo. «Hemos vivido momentos muy duros durante estos tres días, yendo de hostal en hostal, sin ayuda por parte de nadie y pagando todo de nuestro bolsillo. Hasta este vuelo nos ha costado 350 euros a cada uno de nosotros», reprochó Jesús.

Miriam Peñaranda, otra murciana afectada, relató que se sintieron muy solos al principio. «Si los medios de comunicación no se hubiesen hecho eco de nuestra situación y nuestros familiares no llegan a denunciar cómo estábamos allí, todavía permaneceríamos atrapados en Marruecos».

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