Los resultados de la votación entre los afiliados socialistas de los pactos de Pedro Sánchez para asegurarse su investidura resultan sorprendentes en el PSOE de ... la Región de Murcia por el fuerte contraste con algunos rasgos sociales y orgánicos imperantes en la Región y en el partido que dirige José Vélez.
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Que una región con tan alto sentimiento españolista como es la murciana, según los sucesivos barómetros del CIS sobre esta cuestión, sea en la que los socialistas más se movilizan en una consulta sobre unos acuerdos que benefician claramente a formaciones nacionalistas e independentistas, resulta sorprendente.
Que un partido que ha ofrecido evidentes síntomas de apatía y resignación en algunos de sus últimos actos, como la escasa participación en el Comité Regional de hace un mes, sea el más activo a la hora de pronunciarse sobre una cuestión de entidad sobre todo estatal, resulta sorprendente.
¿Cómo explicar que los socialistas murcianos voten en esta cuestión con mucho más entusiasmo que sus camaradas catalanes, que serán los principales beneficiarios? La explicación de Vélez de que la alta participación registrada en el PSRM se debe a que la militancia está «implicada» y «activa» es una obviedad. Pero por qué está tan motivada en esta cuestión y no lo estuvo, por ejemplo, en las primarias que él ganó a Retuerto, en las que participó el 67% de la militancia, quince puntos menos que ahora.
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Dirigentes socialistas apuntan que la clave estaría en el fuerte rechazo de los partidos de la derecha, acompañado de protestas ante las sedes del partido, a las negociaciones de Pedro Sánchez para mantenerse en el Gobierno. Sería la reacción a un ataque externo que amenaza a la familia socialista, cuya máxima prioridad es evitar que el Ejecutivo caiga en manos de los agresores. Es posible, pero aun así no deja de ser sorprendente.
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