El juez del 'caso Teatro Circo' confirma el procesamiento de Berberena y Guerra

En estas actuaciones se investiga el convenio urbanístico 30/2005 del Ayuntamiento de Murcia, en concreto, la delimitación de tres parcelas en las que se sustituía su uso agropecuario por un uso residencial de alta densidad, a cambio de presuntas compensaciones económicas y la rehabilitación del edificio Teatro Circo. Además, también son objeto de estas diligencias la supuesta compra por Guerra de una parcela a un precio inferior a las de su entorno, a una de las promotoras con intereses en el convenio. Finalmente, las diligencias recogen la intervención al que fuera concejal de Urbanismo de tres relojes, adquiridos por parte de otra de las sociedades.

En el auto que el instructor dictó y ahora confirma se ordena la continuación del proceso contra Guerra, Berberena, el exjefe de Planeamiento Joaquín Peñalver, el promotor Ramón Salvador Águeda y Miguel B. P., exrepresentante de otra de las promotoras, entre otros, por presuntos delitos de prevaricación, cohecho y negociaciones prohibidas a los funcionarios públicos.

En su argumentación el magistrado remarca que Berberena «era el máximo responsable, conocedor de todo lo referente a estos convenios y planes especiales». Pone el énfasis además en los relojes Bulgari y Cartier (valorados en casi 20.000 euros) que supuestamente recibió del promotor Salvador Águeda. El juez de 'Umbra' descarta, asimismo, los argumentos esgrimidos por la defensa de Guerra en los que esta advertía al instructor de que el Consistorio de Murcia no puede ser acusador en esta causa. El magistrado subraya que esta parte se centra en «una situación procesal ya consolidada del Ayuntamiento desde hace años y validada por la Audiencia Provincial».

Rechaza, además, el recurso presentado por la defensa de Miguel B. P., exrepresentante de la promotora que supuestamente facilitó a Guerra una parcela a bajo coste. «Se pagó la mitad por una propiedad idéntica a las parcelas colindantes, que costaron el doble», sostiene el instructor.

En su auto, el magistrado explica que se han producido dilaciones y lo achaca al hecho de que su juzgado carece de refuerzos desde hace casi cuatro años, «existiendo otras tres macrocausas más en trámite». Remarca que «el juzgado carece de logística mínima personal o material para este tipo de procesos».