José Rosique: «Los empresarios necesitamos sindicatos fuertes y representativos»
«Creo que el Gobierno central es muy intervencionista en lo económico y actúa mucho de cara a su galería»
El devenir de José Rosique (Murcia, 1951) ha sido el de la patronal Croem desde su mismo nacimiento, hace ya 43 años, cuando participó ... en su gestación de la mano de Clemente García. Siempre en la segunda fila –«la primera debe corresponder a un empresario»–, Rosique es historia viva de una patronal que, defiende, disfruta un momento dulce de diálogo social y representatividad. Alumno de Maristas, licenciado en Derecho y paracaidista en la Bripac casi dos años, Rosique dará en diciembre el relevo de la Secretaría General de Croem a su sucesor, Ramón Avilés.
–Han sido más de cuatro décadas en la cúpula de la patronal... ¿cómo ha cambiado la figura del empresario, su relación con la sociedad y con las instituciones, su capacidad de influir en el devenir de la Región?
–Han sido 43 años en esta casa, desde el año 80, que fue cuando Clemente García me llamó para colaborar con el proyecto que habían iniciado, he conocido a todos los presidentes de la Comunidad Autónoma y a los de la patronal. En todos estos años la figura del empresario ha cambiado mucho, tanto como la sociedad. En los ochenta eran empresarios de mucho valor que, con menor formación, en algunos sectores eran líderes. Ahora tenemos al frente de esas compañías como CEO a los hijos, con una formación ya superior en todos los sentidos. La evolución tecnológica que ha habido en el mundo de la empresa también ha tenido mucha incidencia.
–¿Esa capacidad de influencia, de participación en la sociedad, se ha consolidado?
–Mucho, mucho. Somos una organización que representa a más del 90% del tejido empresarial. Aquí hay 64 organizaciones empresariales, están todos los sectores y todos los territoriales y estamos reconocidos por la ley de participación institucional de la Región de Murcia como la organización de carácter territorial, autonómica e intersectorial más representativa.
–En todos estos años habrá acumulado logros, desaciertos e imagino que algún secreto...
–Destacaría la unidad empresarial; sobre todo en el último periodo del presidente Albarracín, se ha conseguido una unidad de todos los sectores y una participación de las empresas en las organizaciones como nunca la había habido. La voz de Croem es muy escuchada en las empresas, y nosotros escuchamos mucho lo que nos dicen nuestras empresas y nuestras sectoriales porque, a fin de cuentas, somos la voz y el amplificador de sus demandas en todos los ámbitos. No señalaría yo ningún error como tal.
–Su relevo irá seguido del del presidente, José María Albarracín, ¿alguna pista?
–Lo que José María Albarracín ha hecho en estos años por la Confederación, a nivel de unión empresarial y por el prestigio de la Croem, no tiene precio. Ha sido un presidente magnífico, con una dedicación brutal y de una forma absolutamente desinteresada. Ojalá fuésemos capaces de encontrar un perfil parecido, y lo digo salvando a los anteriores presidentes, que han sido magníficos todos.
DÉFICIT«Cataluña pretende reducir su deuda por condonación, mientras los demás miramos con cara de tontos»
–¿Cuál es el estado de salud financiera de la patronal?
–Tenemos una situación financiera como nunca. Estamos cerca de alcanzar la plena autofinanciación. Nos nutrimos de las cuotas de nuestras organizaciones y de las empresas.
–Vox reclama suprimir las subvenciones a patronales y sindicatos. ¿Cómo valora esa exigencia del socio del Gobierno regional?
–No es una posición que mantenga Vox en la Región, es una posición a nivel nacional del partido. Toda cantidad de dinero que sale de las arcas públicas está regulada por la ley de subvenciones, aunque en este caso no son subvenciones. Nosotros tenemos una compensación económica, lo dice la propia ley de participación institucional, que nos compensa la cantidad de convenios y de colaboraciones que tenemos con la Administración, que en muchísimos casos ni siquiera cubre los costes. Son cantidades que además justificamos ante la intervención de la Comunidad. Por ejemplo, nosotros firmamos con el Gobierno regional el pacto por la estabilidad por el empleo, y vamos a firmar el plan regional de lucha contra la economía sumergida, que tanto daño nos hace. A la elaboración de esos planes dedicamos meses y muchas horas de trabajo. Lo que nosotros recibimos, y está regulado por ley, es una compensación económica a esa colaboración con el Gobierno regional, sea del color que sea, que le es muy beneficiosa y muy rentable. Por lo tanto, niego la mayor, que estemos subvencionados.
–Una de esas colaboraciones es la regulación de las prácticas de los alumnos de FP dual. El próximo curso será necesaria la implicación máxima del tejido empresarial, ¿están en ello?
–El caballo de batalla son las pymes, que en la Región son mayoritarias. No podemos estar demandando al sistema trabajadores bien formados o formados en las áreas que nosotros queremos y luego no prestar la atención y la colaboración que requieren. Es un acto de responsabilidad de los empresarios. Hay sectores en los que tenemos un déficit que viene de atrás, como la hostelería y el turismo. Necesitamos mejores profesionales, no tener que movernos siempre a bandazos en función de la demanda. Tenemos un déficit muy preocupante en la construcción.
–En ocasiones se les señala su cercanía al Gobierno regional, se les reclama que sean más críticos.
–Yo recuerdo un presidente que me decía: 'Tenemos que jugar con el balón que nos echen'. Es decir, nosotros tenemos que colaborar con el gobierno que esté. Con los gobiernos del PSOE firmábamos acuerdos, firmábamos pactos, exactamente igual que ahora. El Gobierno que hay es el que han elegido los ciudadanos y colaboramos con él como colaboran las organizaciones sindicales. Elaboramos un boletín de coyuntura económica cada tres meses y a veces decimos ahí cosas que no gustan, incluso al Gobierno regional, pero las decimos. Al final, el empresario lo que quiere es que las cosas vayan bien, que la economía funcione, que ellos puedan crear riqueza y empleo y que esos negocios vayan bien y, por supuesto, también ganar dinero, que para eso están.
–Han alcanzado un clima de diálogo social conciliador. ¿Le preocupa que se altere con los cambios en la cúpula de la patronal?
–El nivel de diálogo y de entendimiento con las organizaciones sindicales es muy bueno. En cuanto al grado de conflictividad en esta Región, de horas perdidas por huelga y demás, estamos en el mejor ratio de España y por algo será. Es verdad que hemos tenido en materia de negociación colectiva convenios excesivamente atrasados, pero finalmente estamos siendo capaces de sacarlos. Yo creo que las organizaciones sindicales, si no existieran habría que inventarlas. Los empresarios necesitamos organizaciones sindicales fuertes. Y representativas. Porque eso nos da la capacidad de negociar y, sobre todo, de negociar con fiabilidad.
BUROCRACIA«Si no somos capaces de tramitar rápido los expedientes, nos estamos pegando un tiro en el pie»
–¿También habría que inventar las ecologistas?
–Las organizaciones ecologistas hacen una buena función en general. No coincidimos y chocamos en muchas ocasiones por ciertas cuestiones. Por ejemplo, cuando hablamos de la legislación medioambiental, ellos tratan la máxima de que estamos desprotegiendo el medio ambiente, y eso es una falacia. Cualquiera sabe que nos movemos por directivas comunitarias y que tenemos una ley básica estatal, y que aquí no nos podemos inventar una ley para vulnerar cualquier protección ecológica. Simplificar no significa eliminar. Significa que si los plazos que da la norma son de tres meses, que se cumplan.
–¿Representa un escollo la tramitación ambiental?
–Sí, un escollo tremendo. Pero lo triste es que esos mismos proyectos que aquí no pueden, se van más allá de Santomera y sí pueden. O se van a Almería y sí pueden. La pregunta que se hacen los empresarios es, ¿qué pasa en esta Región? Si tenemos una directiva comunitaria, una ley básica estatal, ¿qué estamos haciendo aquí en Murcia?
–Han sido muy beligerantes con el Gobierno regional reclamando simplificación administrativa.
–Hemos sido exigentes porque era necesario, se nos estaban escapando inversiones. Amazon estuvo a punto de irse. Y no se fue por la intervención de esta casa y las negociaciones que hubo con el Gobierno regional. Se hizo una simple modificación que era necesaria y eso ha permitido una inversión de casi 400 millones de euros y un empleo que se va a mil trabajadores. Se ha avanzado mucho. ¿Pero sigue siendo más complicado avanzar en Murcia que en Andalucía? En muchos sentidos, sí, por el incumplimiento de los plazos. Hay municipios que no tienen recursos suficientes para atender en los plazos que la ley le está marcando y la estructura de la Dirección General de Medio Ambiente, que está infradotada, es crucial. Si no somos capaces de tramitar rápido los expedientes con la máxima seguridad jurídica, pero en tiempo y forma, nos estamos pegando un tiro en el pie.
–¿Las infraestructuras?
–Necesitamos mejorar. Todavía estamos esperando que se termine la conexión con Caudete, la autovía del Noroeste es fundamental para descongestionar la A7, el Arco Norte tenía que estar ya licitado y adjudicado desde hace tiempo. Es que hablamos de ferrocarril y siempre somos los últimos. El AVE, y cuando digo AVE me refiero a un tren de alta velocidad como Dios manda, no lo que tenemos ahora, las frecuencias que tenemos y con el tiempo que se tarda. No es posible que en Alicante, que está a 80 kilómetros, le hayan aumentado seis frecuencias más al día hace poco y nosotros estemos como estamos y encima algunas de ellas tenemos que ir a Alicante, marcha atrás. Tenemos el aeropuerto, pero hay que potenciarlo. Ahora vamos a tener las líneas con Madrid y Barcelona, llevamos años luchándolo. Tenemos esa deuda pendiente con Murcia en cuanto a infraestructuras y son absolutamente necesarias para relanzar el turismo y la economía.
–¿Rechaza la jornada de 37,5 horas contemplada en el pacto de gobierno?
–La rechazamos de plano por una sencilla razón: todo lo que no se apruebe en el marco de la mesa de diálogo social no nos gusta. No creemos que el decreto ley sea la manera de ver medidas que afectan, y de qué manera, en el mundo empresarial y, por supuesto, obviando también la negociación colectiva. Es una intromisión y una medida populista. Uno no puede estar siempre en la foto del periódico anunciando medidas para agradar a determinados colectivos. Habrá sectores que se puedan permitir una reducción de jornada, como se pueden permitir el teletrabajo, pero hay otros en los que es materialmente imposible.
«Lo triste es que esos proyectos que aquí no pueden, van más allá de Santomera y sí pueden»
–¿Qué efecto está teniendo la subida del SMI en las empresas de la Región?
–Los trabajadores tienen que tener siempre un salario digno que les permita vivir y llevar un nivel de vida, pero vuelvo a lo mismo: diálogo social.
–¿Considera que el Gobierno central está siendo intervencionista en lo económico?
–Acaban de anunciar 14 medidas que van a suponer la subida impositiva para las empresas, y no podemos seguir así, como si esto fuese un pozo que no deja de dar agua. Yo creo que es un gobierno muy intervencionista, que actúa mucho de cara a su electorado, a su galería, con medidas que entienden que le pueden beneficiar, pero ojo, que estamos en una situación ahora mismo de la economía que esa pujanza que hemos tenido en años anteriores ya no está.
–Precisamente en el último boletín de coyuntura económica alertan de que el mercado laboral da síntomas de desaceleración y agotamiento del ciclo expansivo...
–Estamos muy condicionados con la guerra de Ucrania y llega ahora lo de Israel, con el encarecimiento del crudo y la subida de los carburantes, con lo que eso tiene de incidencia en los precios y con el encarecimiento del tipo de Euríbor que tanto está penalizando al ciudadano. Los países que están bajando son nuestros principales compradores; por lo tanto, cuidado con las subidas impositivas.
–El déficit regional es otro de los graves problemas arrastrados...
–Pasan los meses, pasan los años pasan los gobiernos de un color y de otro y el problema no se resuelve. Y, ahora, viendo como Cataluña pretende reducir su deuda por la vía de la condonación, mientras los demás miramos con cara de tonto como si no fuésemos españoles. El Gobierno que salga definitivamente se tiene que poner ya a trabajar ese asunto, no puede ser que en Murcia estemos tan mal financiados y recibamos menos por habitante. Eso está llevando a la Comunidad Autónoma a un déficit y a un endeudamiento grave.
–¿Cómo perciben el futuro de la agricultura regional?
–Nuestra posición es muy clara: estamos con los agricultores y con los regantes. Aquí hay seis organizaciones empresariales, todas las organizaciones del sector agroalimentario, todos están en esta confederación, y estamos con ellos. Lo que se ha hecho con el Trasvase Tajo-Segura, aumentando los caudales ecológicos en el Tajo, no procedía; no entendemos por qué se están minorando cada vez más las aportaciones del Tajo y, por supuesto, no aceptamos esa minoración y mucho menos que, al final, como todo hace sospechar, se quiera llegar a un momento en que el Trasvase se quiera eliminar, porque no es verdad que sea sustituible con agua desalada con los precios que se manejan.
–¿Y la situación del Mar Menor, que sigue sin soluciones claras?
–Es una asignatura pendiente y nuestra joya. Es una pérdida de tiempo empezar a señalar a unos y a otros y qué grado de responsabilidad ha tenido uno u otro; el problema está ahí y hay que atender a la comunidad científica y poner medidas encima de la mesa. Queremos la solución porque en el Mar Menor nos va mucho, nos va el turismo y, desde luego, rechazamos esa demonización que se hace por algunos del sector agrario del Campo de Cartagena, no la compartimos en absoluto; tenemos un sector agroalimentario modélico a nivel mundial y tremendamente competitivo, que produce lo que produce y exporta y genera mano de obra, y no podemos bajo ningún concepto situarlo en el pelotón de los malos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión