El jornalero atendido en Fortuna entró al centro de salud «solo y tambaleándose»
«Se le cerraban los ojos, tenía la piel ardiendo y balbuceaba que no había comido ni bebido desde las diez y media de la mañana», cuenta un testigo de la escena
Eran más de las seis de la tarde del lunes cuando por la puerta del centro de salud de Fortuna entró un hombre de mediana edad de origen magrebí «tambaleándose». Iba solo y llevaba los zapatos «llenos de barro». «Se apoyó con la espalda en la pared y empezó a deslizarse, me di cuenta de que se le cerraban los ojos», cuenta un testigo de la escena a LA VERDAD.
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Alertados por quienes en ese momento se encontraban en la puerta, los sanitarios de la Unidad medicalizada de Emergencias (UME) que tiene su base en el centro acudieron a auxiliar al hombre. «Tenía la piel ardiendo y decía entre balbuceos que llevaba sin comer ni beber nada desde las diez y media de la mañana. Dijo que se llamaba Fatir». Los sanitarios refrescaron al hombre y, tras estabilizarlo, lo trasladaron al servicio de Urgencias del Morales Meseguer.
Fuentes hospitalarias explican que, tras llegar al Morales, se comprobó que no sufría un cuadro clínico grave de golpe de calor, «que habría requerido UCI», pero sí síntomas de agotamiento y deshidratación por una exposición prolongada a altas temperaturas. La situación podría haber derivado en crítica de no ser por la intervención de los sanitarios de la UME de Fortuna.
Tras permanecer en observación, el paciente fue dado de alta el martes. La web Islam en Murcia y Onda Regional se hicieron eco del suceso, que ha devuelto a la palestra la polémica por las condiciones de trabajo durante las olas de calor. Ahora será la Inspección de Trabajo la que tratará de determinar si el hombre se encontraba trabajando para alguna empresa o terreno de la zona, si se vulneró la normativa de prevención de golpes de calor y si el jornalero fue abandonado a las puertas del centro de salud de Fortuna. Si se detectan alguna de estas circunstancias, la Inspección puede llevar el caso a la Fiscalía.
En lo que va de verano, la Inspección ha elevado ya 67 requerimientos a empresas para que mejoren sus protocolos preventivos, o los apliquen correctamente. El sector agrícola y el de la construcción centran la vigilancia de Trabajo, pero también se pone el foco en la hostelería y en actividades industriales en las que se alcanzan elevadas temperaturas.
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Habrá que esperar al otoño para conocer el balance. El verano pasado, la Inspección elevó 407 requerimientos tras realizar 326 inspecciones, detalle Fernando Vélez, director territorial de la Inspección de Trabajo. En algunas empresas no se detectó ninguna anomalía, y en otras se acumularon los incumplimientos.
La patronal Proexport y Comisiones Obreras coinciden en que se ha mejorado en los protocolos y en los convenio en el ámbito de la prevención. pero hay realidades que quedan fuera del radar. «Sigue habiendo piratas que se aprovechan de los trabajadores sin tener en cuenta ninguna medida de prevención ni salud laboral», advierte Gerardo Medina, de CC OO. Desde Proexpoert, Pedro Alfonso Garre destaca la puesta en marcha de medidas como el adelanto de jornada o el trabajo nocturno.
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Este nuevo caso bajo investigación en Fortuna coincide con el procesamiento de un empresario de Puerto Lumbreras por el fallecimiento en 2020 de Eleazar Benjamín Blandón Herrera, un jornalero nicaragüense de 42 años. La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Lorca abre procedimiento contra Pedro Manuel P. T. por un presunto delito de homicidio imprudente y otro contra los derechos de los trabajadores.
Casi la mitad de las muertes por golpe de calor se producen en el ámbito laboral, de acuerdo a las estadísticas del Servicio Murciano de Salud. El año pasado se registró solo un fallecimiento por esta causa en la Región de Murcia, aunque los expertos coinciden en que el número de muertes relacionadas con los efectos de la exposición a altas temperaturas es mayor.
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