La Investigación sobre falsificación de cuadros de pintores murcianos se cierra con el marchante como único procesado

El juzgado de instrucción que ha investigado el caso de la falsificación de cuadros de pintores murcianos de los siglos XIX y XX ha cerrado la investigación con un solo procesado, el marchante y coleccionista de arte Alfonso Ortega.

En un auto al que ha tenido acceso Efe, la magistrada dispone la continuación de las diligencias por los trámites del procedimiento abreviado y da diez días de plazo a las partes para que soliciten la apertura de juicio oral, presentando escrito de acusación, o el sobreseimiento.

Señala la resolución judicial que de la investigación llevada a cabo se extraen unos hechos punibles que serían constitutivos, presuntamente, del delito de falsificación de obras de artes. Y añade que Ortega, movido por un ánimo de lucro y, «posiblemente», con la colaboración de terceras personas, contras las que no se ha dirigido este procedimiento, cedió en 2008 una serie de cuadros a una sala de subastas de Madrid.

Entre ellos había uno atribuido al pintor Germán Hernández Amores y otro a Sánchez Picazo, que se considera eran falsos, circunstancia que el investigado conocería, y que fueron subastados en 2010. Además, cedió a la misma sala, en diciembre de 2014, dos cuadros atribuidos a Ramón Gaya considerados igualmente falsos, como avisó el director del Museo de Murcia que lleva el nombre de este pintor.

El auto, según se indica en el mismo, puede ser recurrido en el plazo de tres días en reforma y en el plazo de cinco en apelación, según se comunica en el mismo.

En estas diligencias fue investigado inicialmente el historiador de arte Martín Páez, que fue defendido por el letrado murciano Raúl Pardo-Geijo Ruiz, aunque finalmente ha quedado exonerado de toda responsabilidad al no aparecer indicio alguno contra él.