Los inspectores de Trabajo de la Región de Murcia exigen recursos y amenazan con una huelga indefinida
Denuncian que la estructura del organismo es obsoleta y la carga de trabajo se ha incrementado
Los inspectores de Trabajo se han rebelado contra los retrasos en el cumplimiento de los acuerdos para modernizar el organismo público, aumentar la plantilla y mejorar sus condiciones laborales, y han iniciado una campaña de movilizaciones que podría culminar con una huelga indefinida a final de junio. Medio centenar de funcionarios de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Murcia se han concentrado este miércoles a las puertas de la sede en Atalayas para denunciar el bloqueo. Si no se resuelve la situación, los inspectores de Trabajo iniciarán una huelga indefinida a partir del próximo 26 de junio en toda España.
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A la protesta en Murcia se ha sumado el jefe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Fernando Vélez. Todos los directores territoriales de las 17 comunidades autónomas y los responsables provinciales se han adherido a la protesta, después de firmar un manifiesto para denunciar la «profunda preocupación y rechazo por la actual situación de bloqueo» para llevar a cabo el proceso de modernización y reforzamiento de la institución que pactaron con el Gobierno hace casi dos años y que sigue sin resolverse. «Existe una profunda preocupación por el funcionamiento del servicio; nuestro único objetivo es ofrecer el mejor servicio, y para ello es necesario organizar una estructura con mandos intermedios», reclamó Vélez, quien denuncia que el volumen de trabajo se ha incrementado más de un 30% desde 2003, cuando la tasa de empleo se disparó en la Región. «Queremos responder con rapidez y acierto a ese volumen de trabajo», indicó Vélez, quien calcula que cada año se llevan a cabo casi 6.000 inspecciones en la Región, ya sea por denuncias o en respuesta a peticiones de organismos.
«La insuficiencia de recursos humanos, y particularmente de mandos intermedios; la inexistencia de una estructura adecuada que permita una organización eficaz del trabajo; la ausencia de carrera administrativa para sus funcionarios, así como de unas condiciones económicas y laborales que no se corresponden con las funciones y responsabilidades asumidas desde hace años, produciéndose incluso situaciones de agravio y discriminación salarial», son, desglosa la representante en Murcia del Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social en la Región, Gema Sánchez, los problemas más acuciantes. «La estructura se ha quedado obsoleta, y al mismo tiempo el volumen de trabajo ha aumentado». En los últimos ejercicios, después de la pandemia, se ha registrado además un incremento de los accidentes laborales, fundamentalmente en los sectores de la construcción, los servicios y la agricultura». Al mismo tiempo, amenazaron las campañas planificadas, como las referidas al golpe de calor que comenzará en breve.
La organización sindical lleva meses demandando al Gobierno que cumpla con el acuerdo que suscribió con ellos en julio de 2021 para reforzar e incrementar la plantilla de la Inspección. Según argumentan, la relación de puestos de trabajo data de hace más de 20 años, «por lo que es necesario dar cumplimiento a la que se acordó con los sindicatos e incorporar los que se habían prometido de manera urgente y progresivamente el resto de personal comprometido».
La plantilla de la Inspección en la Región está formada por 102 funcionarios, 72 de ellos inspectores y subinspectores. En España está integrada por 3.000 efectivos, de los que 2.200 son inspectores y subinspectores y el resto personal de estructura, que deben atender a 20 millones de afiliados a la Seguridad Social, 1,4 millones de empresas y 10 millones de pensionistas.
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