Ingresará en un psiquiátrico por abusar de sus dos nietas
La Audiencia ordena que el sexagenario, que padece un deterioro cognitivo, permanezca en un centro un plazo máximo de once años
La Audiencia Provincial ha ordenado el ingreso en un centro psiquiátrico de un sexagenario acusado de abusar sexualmente durante años de sus dos nietas. La ... Sección Quinta considera probado que los tocamientos a las menores se iniciaron, en el caso de una de ellas, con seis años y se prolongaron hasta los 11. En el caso de la otra, los ataques se dieron entre los 9 y los 11 años.
La Sala explica que el acusado padece un trastorno cognitivo de perfil frontal –consecuencia, entre otros factores de un accidente de tráfico sufrido hace décadas– que, en el momentos de estos hechos, afectaba de forma grave sus facultades intelectivas. En base a esa dolencia, el tribunal lo considera inimputable y lo absuelve del delito de abuso sexual del que venía acusado. Ordena, no obstante, su internamiento en un establecimiento psiquiátrico por un plazo que no podrá extenderse más de once años. La Audiencia le impone, además, una década de libertad vigilada, una medida que se hará efectiva una vez que salga del centro y que incluirá una prohibición de acercamiento o comunicación con sus nietas. El hombre deberá, asimismo, someterse a un programa de educación sexual; seguir un tratamiento y un control periódico para su alteración psíquica; y abonar 30.000 euros en indemnizaciones a las afectadas por las diversas secuelas que viven.
El procesado, según recoge la sentencia, aprovechaba los momentos en los que sus nietas se quedaban bajo su cuidado para someterlas a tocamientos de índole sexual. Estos ataques, especifica la sentencia, se producían, bien en la casa de las pequeñas, bien en la del condenado y se alargaron hasta el verano de 2021.
Regentaba un negocio
La Audiencia, a la hora de valorar la imputabilidad del acusado, se basa en el informe elaborado por la médico forense, que ahondó en el deterioro que sufre el procesado y que afectó al control de sus impulsos. Esta profesional incidió en que basó sus conclusiones, en parte, en algunos informes previos que ya existían sobre el sexagenario en los que se advertía de su incapacidad de controlar sus actos.
El procesado deberá someterse a una medida de libertad vigilada y a un programa de educación sexual
La Sala entiende que el hecho de que el hombre llevase a cabo una vida «normal», que condujese y/o regentase un negocio, no es impedimento para considerar la afectación que le generaba ese trastorno. Los magistrados rechazan, por último, que el hombre pueda permanecer bajo custodia familiar, en lugar de ingresar en un centro, y remarca que esa es la situación en la que estaba cuando se produjeron los hechos.
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