Hacienda asesta un golpe al sector de los palés por un fraude multimillonario

Fuentes de toda solvencia han confirmado a LA VERDAD que la investigación judicial se inició a mediados del año pasado, después de que la Delegación de Hacienda en la Región presentara una denuncia en la que se resumían los resultados de las intensas gestiones realizadas por funcionarios de la Agencia Tributaria sobre esta aparente trama delictiva. Aunque los trabajos se centraron en un primer momento en empresas dedicadas a la fabricación de palés de madera que tenían su sede en localidades murcianas, el rastro de los supuestos delitos fiscales y contables y de las falsedades documentales habrían acabado extendiéndose por muchas otras regiones -Madrid, Extremadura, Andalucía, Comunidad Valenciana...-, hasta afectar a un importante número de compañías del sector.

Las fuentes mencionadas señalan que el germen de las investigaciones se centraría en la confección de facturas falsas por parte de mercantiles 'fantasma' o 'pantalla', sin actividad alguna, que son constituidas con la única misión de producir documentación con la que justificar unos gastos que, de esta manera, otras empresas se pueden desgravar frente al fisco.

En el ámbito mercantil, estas sociedades son denominadas 'factureras' y llegan a ingresar importantes cantidades de dinero con la venta de esas facturas mendaces. Otras veces, como en apariencia ha llegado a ocurrir en este entramado, habrían sido las mismas industrias necesitadas de desgravarse gastos las que habrían constituido sociedades para elaborar esa documentación.

Uno de los grandes problemas de gestión a los que se enfrentan las empresas de este sector, ahora en el objetivo de Hacienda, es que un importante porcentaje de su actividad consiste, según indican fuentes conocedoras de este ámbito, en la reparación y posterior venta de palés usados. Este material llega en muchas ocasiones a las instalaciones de estas industrias por vías muy variadas, a veces a través de particulares que los van recogiendo por zonas industriales, solares y descampados donde han sido abandonados.

Este material se abona en metálico y casi siempre sin facturas de por medio, lo que impide a la empresa compradora justificar luego esos gastos, que pueden llegar a sumar cientos de miles de euros al año. De ahí que algunos puedan sucumbir a la tentación de comprar facturas falsas para deducirse esos gastos.

Esta semana, los funcionarios de la Agencia Tributaria han realizado registros en media docena de fábricas de la Región, en concreto en Fortuna, Molina de Segura, Murcia..., y también de Crevillente, donde se ha intervenido abundante documentación.

El volumen total del fraude en este asunto podría alcanzar varias decenas de millones de euros.