La Guardia Civil vigila la llegada a Mula de las obras que se llevaron las clarisas
El traslado sin permiso de 81 piezas de arte a Elche se cierra hoy con su devolución al monasterio de la Encarnación tras tres años de polémica
«Puede comprobarse que una parte de los bienes muebles del real monasterio han sido trasladados al convento de la Merced de las hermanas clarisas ... de Elche, sin previa autorización de la Dirección General de Bienes Culturales de la Comunidad». Esta es una de las frases recogidas en un informe elaborado por el arqueólogo municipal de Mula y presentado a la Consejería. Al texto le acompañó un acta notarial –encargada por las religiosas– con la relación de obras que las monjas se llevaron a esa ciudad alicantina. Este fue el comienzo de un proceso que se ha dilatado durante tres años y que finalizará hoy con la devolución de esos bienes a la Encarnación. La Guardia Civil vigilará la llegada a Mula de la colección.
La colección atesora «un valor histórico de primer orden», según el arqueólogo municipal
La relación de obras incluye cuadros, esculturas y piezas de orfebrería, principalmente. Se trata de una colección «con un valor histórico y artístico de primer orden», en palabras del arqueólogo municipal, fechada desde el siglo XVII a la actualidad. Según el acta levantada en agosto de 2019 por una notario de la ciudad ilicitana desplazada a Mula, serían 81 elementos –una talla de San Juan finalmente no hizo el viaje a Elche–, algunos de reconocidos artistas como Roque López (Niño de la Salud, del año 1808), Sánchez Lozano (Inmaculada) y un óleo de Muñoz Barberán. También figuran los retratos de Felipe V y María Luisa de Saboya, del pintor Meléndez de Ribera y un crucificado en marfil del siglo XVII, entre otros objetos de relevancia.
Aunque el acta notarial señala 81 piezas, la Consejería habla de casi un centenar, mientras que el Ayuntamiento cifra en 70 la relación de esas obras de arte. Aquel traslado provocó un gran revuelo en el municipio. El concejal de Cultura, Diego Jesús Boluda, aseguró entonces que fue algo «polémico, porque las hermanas no respetaron la Ley Regional de Patrimonio Cultural y no comunicaron que iban a realizar el traslado, ni al Ayuntamiento ni a la propia Comunidad, de los bienes artísticos».
Todas las piezas formarían parte del conjunto del monasterio que tiene la protección de Bien de Interés Cultural (BIC). El traslado a Elche, «sin previa autorización» por parte de la Comunidad, supuso un conflicto entre la congregación religiosa y las autoridades regionales que velan por la salvaguarda del patrimonio cultural. Todo ello derivó en un expediente sancionador por una infracción administrativa grave. La antigua abadesa se enfrenta a una multa de 100.001 euros. Quedaría por ver si la devolución que se formaliza hoy entrañaría una rebaja de la sanción o, incluso, su anulación.
La Consejería asegura que el juzgado tiene la última palabra sobre la multa a la abadesa
A preguntas de LA VERDAD, fuentes de la Consejería de Cultura explicaron que «será el juez el que decida si finalmente se impone sanción o no a las clarisas por llevarse las obras sin permiso de la Dirección General de Patrimonio Cultural. Este asunto está inmerso en el juzgado de lo Contencioso-Administrativo, que tendrá la última palabra; nosotros no podemos decir más».
Fuentes municipales señalaron ayer que las obras de mayor peso son los cuadros de Felipe V y María Luisa de Saboya, un crucificado de marfil que data del siglo XVII y el relicario de la Santa Espina, entre otros objetos que cuentan con un «valor incalculable». Pero también hay óleos de la Virgen de la Encarnación, un lienzo anónimo del arcángel San Miguel del siglo XVIII, otro cuadro anónimo de la decapitación de San Juan Bautista (también del XVII), varios relicarios...
El alcalde, Juan Jesús Moreno, mostró su satisfacción por el regreso de unos bienes que «pertenecen al pueblo». Ayer por la mañana, el arqueólogo municipal se trasladó hasta el convento de las clarisas en Elche para certificar cada una de las obras que serán devueltas hoy. «En principio, las monjas devolverán todo lo que se llevaron de la Encarnación, porque este es el lugar que tiene que albergar dichas piezas», puntualizaron desde Cultura.
Despliegue policial
La Consejería reclamó la pasada semana a la Delegación del Gobierno que el traslado contara con un despliegue policial. Desde el organismo que dirige José Vélez precisaron que «efectivos de la Guardia Civil como escolta no habrá, pero sí una comprobación cuando las obras lleguen al destino para certificar que está todo correcto». A pesar de ello, fuentes municipales detallan que «el traslado se llevará a cabo garantizando todas las medidas de seguridad para que estos objetos de un valor incalculable puedan volver a estar en el lugar donde siempre deberían de haber permanecido».
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