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Esther Clavero. J. CARRIÓN / AGM

Un frente político y una investigación de la Fiscalía cercan a Esther Clavero

PP, Podemos y la propia dirección nacional del PSOE exigen la salida de la primera edil molinense, a la que ya solo Conesa ofrece un mínimo apoyo

Sábado, 23 de enero 2021, 02:37

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La tozudez de los hechos ha ido desmontando, hora tras hora, jornada tras jornada, la endeble coartada montada por la primera edil socialista de Molina de Segura, Esther Clavero, para tratar de justificar el privilegio de haber recibido la vacuna de la Covid-19 pese a estar fuera del protocolo, y la ha dejado sola y aislada en el sillón de la alcaldía, al que sigue aferrándose con uñas y dientes. Incapaz de presentar prueba alguna de que fue citada para inyectarse la dosis «por prescripción facultativa», al margen de un sospechoso escrito firmado por quien comparte la doble condición de coordinador del centro de salud en el que fue vacunada y compañero sentimental suyo, Clavero asistió ayer, parapetada en el silencio, a una auténtica oleada de exigencias de que abandone el cargo público.

Las peticiones llegaron desde el principal partido de la oposición, el Partido Popular que encabeza en la localidad José Ángel Alfonso, pero también desde la formación política que ha venido sosteniendo a la alcaldesa socialista en el Gobierno municipal, Podemos. La portavoz regional de este partido, María Marín, reclamó que se «llegue al fondo del escándalo de las vacunas» y otorgó un plazo de 24 horas para que Clavero dimita y el PSOE proponga otro candidato a la alcaldía. De no hacerlo así, Podemos dará por expirado el pacto de gobierno y dejará a los socialistas en minoría.

Denuncia ante el fiscal

Fue esta formación la que, además, abrió a Esther Clavero un nuevo frente, en este caso judicial, al acudir ayer a la Fiscalía Superior para interponer una denuncia «contra la alcaldesa y el médico que la ha vacunado indebidamente».

Desde Ferraz se les pide a quienes han recibido un trato de favor que «no avergüencen a unas siglas con 140 años de historia»

Marín advirtió de que su denuncia puede tener «graves consecuencias» legales para aquellos que presuntamente han utilizado su cargo público para acceder a la vacunación, antes de lo que les correspondía y saltándose los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias. Dependiendo de la gravedad del daño, dijo, los que han maniobrado para vacunarse o vacunar a otros con trato de favor se enfrentan a multas de 3.000 a 600.000 euros.

Pero la última andanada desde las trincheras políticas le llegó a media tarde, y esta vez de 'fuego amigo'. La dirección nacional del PSOE emitió un duro comunicado en el que exigía la dimisión de todos los cargos públicos de este partido que se vacunaron saltándose la lista, al margen de que ya hayan sido suspendidos de militancia, como ha ocurrido con Clavero.

Además de la alcaldesa murciana, están en esa situación los alcaldes socialistas de El Verger (Alicante), Ximo Coll; Els Poblets (Alicante), Carolina Vives; Rafelbunyol (Valencia), Fran López; Torrecampo (Córdoba), Francisca Alamillo; Alcaracejos (Córdoba), José Luis Cabrera; y Villavicencio de los Caballeros (Valladolid), Alberto de Paz, y un grupo de concejales.

Desde la sede nacional del PSOE se quiso dejar claro que «no consentimos este tipo de actitudes insolidarias» y trasladó a sus militantes, «y especialmente a sus cargos públicos», la necesidad «de dar ejemplo y no avergonzar unas siglas con más 140 años de historia, que siempre han defendido el bien común por encima de intereses individuales».

«Este tipo de actitudes reprobables están muy alejadas de lo que significan nuestras siglas», sentenció la formación que lidera Pedro Sánchez.

En estas circunstancias, el único y precario apoyo que parece quedarle a Clavero es el del líder del PSOE murciano, Diego Conesa, quien sigue negándose a valorar si la alcaldesa debe dimitir y se limita a sostener que es «una decisión personal». Ayer, después de que el PP molinense le ofreciera sus siete concejales para forzar un cambio en la alcaldía, que pasaría a estar encabezada por otro edil socialista, Conesa salió en defensa de la molinense. «No es la misma situación la necesidad de dimisión de un consejero, que fue elegido a dedo por el presidente regional, a la de una alcaldesa elegida en unas elecciones». Sobre la oferta de colaboración del PP, arremetió contra ellos: «Creen que la Región es su cortijo».

Despedida por WhatsApp

Anoche, Clavero se despidió del grupo de WhatsApp de alcaldes socialistas. «Creo que el partido se ha precipitado, y de nuevo el PP es capaz de esperar con imputados, procesados y vacunados días y días. Meses y años. Nosotros, antes de que pase una gripe, tres días de subida, tres de bajada, tomamos decisiones sin mesura, sobre personas que hemos ganado elecciones». Tras señalar que «estoy en paz y tranquila» y que «siempre he hecho lo que he considerado más honesto», se permitió pedirles que sigan «luchando, pero por vocación. Primero, siempre los ciudadanos. Después, todo lo demás». Clavero no aclaró si se despedía por haber sido apartada de militancia en el PSOE o porque piensa dejar el cargo.

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