Los expulsados de Cs inician una ofensiva para hacerse con el control del grupo parlamentario

La reunión ha sido convocada mediante correo electrónico por Francisco Álvarez, actual consejero de Empleo, Investigación y Universidades. El orden del día consiste en «reorganizar» el grupo parlamentario ante la nueva situación política creada en la Región tras la fallida moción de censura, pues tres diputados –Franco, Álvarez y Miguélez– compatibilizan su escaño con el cargo de consejeros en el Ejecutivo regional de Fernando López Miras.

Según ha podido saber LA VERDAD, el objetivo del encuentro será debatir sobre «ceses y nombramientos» en los órganos parlamentarios como las comisiones. Por ejemplo, Valle Miguélez preside la comisión de Industria cuando ahora es la responsable de este área en el Ejecutivo autónomo, «por lo que no tiene sentido que sea quien controle su trabajo», indican fuentes de Cs. Martínez Vidal pretende, a su vez, ponerse al frente de la comisión de investigación del proceso de vacunación contra la Covid.

También se discutirá sobre quiénes serán los portavoces y viceportavoces en esta nueva etapa, así como los miembros del grupo parlamentario en la Diputación Permanente. Uno de los puntos que está sobre la mesa es la continuidad de Juan José Molina como portavoz parlamentario. «Los tránsfugas quieren consumar su felonía», indicó ayer el afectado, que llamó «sinvergüenzas» a Isabel Franco, Francisco Álvarez y Valle Miguélez durante el debate de la fallida moción de censura presentada por PSOE y Ciudadanos en marzo.

«Es hora de tomar decisiones y afrontar la nueva situación que se ha creado en el grupo parlamentario tras lo sucedido en el último mes. Visto que la dirección regional no convocaba la reunión, hemos dado nosotros el paso», declaró ayer a LA VERDAD la vicepresidenta de la Comunidad y consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, Isabel Franco. «Nosotros vamos con idea de poner paz e intentar trabajar con armonía en la Asamblea Regional», añadió.

En cualquier caso, las decisiones que se tomen en la reunión de mañana dependerán de la postura que adopte el presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo. Si se pone de parte de los tres expulsados, estos tendrían mayoría y se podrían hacer con el control del grupo parlamentario. En este caso, Castillo se expondría a un expediente de expulsión en Ciudadanos, partido al que se afilió tras las elecciones autonómicas de 2019, pese a concurrir como independiente a los comicios.

Si se mantiene leal a Ana Martínez Vidal y Juan José Molina, habría un empate y las cosas se quedarían como están ahora. Una tercera opción es que se mantenga neutral y se abstenga en las votaciones, como hizo en la moción de censura. En este caso, la mayoría sería de los tránsfugas.

La posición de Alberto Castillo no solo es clave para el futuro de Cs, sino también para la estabilidad del Ejecutivo de López Miras. Si se alinea con los tres consejeros, el Gobierno alcanzaría los 23 diputados que marcan la mayoría absoluta, con la suma de los 16 parlamentarios del PP, los cuatro de Cs y los tres del grupo de Juan José Liarte, que fueron expulsados de Vox. No sería entonces necesario recurrir al único diputado oficial de la formación de Abascal, empeñada en adelantar comicios.