Una empresa ayudó a extraer del mármol el mayor alijo de coca hallado en la Región de Murcia

Una semana después del registro –la operación explotó el pasado día 11– en la nave aún se observa cómo los guardias civiles accedieron a las instalaciones. Primero rompieron el candado de la puerta corredera de la entrada; reventaron otro candado del portón de acceso al almacén, y arrancaron una verja que da acceso a las oficinas. En el suelo se aprecian, además, restos del mármol que transportaron hasta una empresa especializada del sector de la piedra cercana, donde sus empleados ayudaron a los guardias civiles a extraer la droga de los tres bloques de mármol.

Según fuentes cercanas al caso, los presuntos narcos cayeron precisamente porque no pudieron cortar la piedra. Ante la aparente inoperancia de sus subordinados, el cabecilla se trasladó desde Valencia para realizar el trabajo. Lo que no sabía es que los investigadores del Equipo de Delincuencia Organizada y Drogas (Edoa) de la Guardia Civil de Mallorca le pisaban los talones. Estaba siendo investigado desde que la Benemérita incautara hace unos meses en Palma una bolsa con una decena de kilos de cocaína a un camionero que transportaba fruta.

Desde ese momento, el seguimiento a la banda asentada en Valencia se fue estrechando. Los agentes descubrieron que el grupo había alquilado una nave dedicada al mármol en Cehegín, situada en el barranco del Moro. Esas instalaciones albergaron hace diez años una empresa dedicada al tratamiento de la piedra, pero cerró por la crisis que sufrió el sector. «Hubo gente que fue despedida sin cobrar», recuerda un trabajador de una empresa de un polígono industrial cercano.

El dueño decidió alquilarla por temporadas a talleres que trabajan el mármol. «Yo creo que él no sabía a quiénes estaba alquilando el recinto y desconocía para qué querían la nave», asegura un trabajador de una empresa cercana al almacén. Con la información del reciente arrendamiento de la nave, los especialistas de la Benemérita dedujeron que algo se estaba cociendo. Las vigilancias fueron constantes en el entorno del barranco de Moro del municipio ceheginero. «Empezamos a ver coches de la Guardia Civil cada día, cuando por aquí nunca pasa nadie», rememora un trabajador de una fábrica de la zona. Antes de que llegaran los bloques de mármol a las instalaciones, los narcos acudieron a una empresa del municipio especializada en el alquiler de maquinaria para hacerse con los aparatos necesarios para serrar la piedra. «Lo que no sabían es que para realizar ese trabajo se precisa agua para refrescar el disco de corte, si no se quema», explica un trabajador especializado en esta tarea.

Los tres bloques de mármol llegaron a bordo de camiones y una grúa de gran tonelaje los descargó y los depositó en el interior del recinto vallado. Pasaron varios días y no había movimiento. Los problemas para extraer los cilindros cortando los bloques sin reventar los fardos de droga se sucedían.

Ante esta adversidad, el cabecilla se trasladó desde Valencia y se presentó en la nave en una furgoneta marca Fiat y modelo Dobló (que aún permanece aparcada dentro de las instalaciones). Pero nada más poner un pie en tierra, los agentes del Edoa cayeron sobre él y cuatro integrantes de la banda, y aprehendieron el cargamento de cocaína. Los seis arrestados en la Región ingresaron la semana pasada en prisión provisional por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de Caravaca, que se inhibió a favor del juzgado mallorquín que conduce la investigación, bajo secreto de sumario.