Educación controlará la temperatura de los opositores antes de los exámenes

Los opositores se reparten este año en más sedes que nunca, hasta 66 distribuidas por 16 municipios de la Región. Se han constituido más de 260 tribunales, con una ratio de 50 aspirantes por tribunal. Las pruebas se realizarán en pabellones universitarios y en institutos de Educación Secundaria de los municipios de Murcia, Cartagena, Alcantarilla, Alguazas, Alhama de Murcia, Cieza, Fortuna, Las Torres de Cotillas, Lorquí, Molina de Segura, Mula, Pliego, San Javier, San Pedro del Pinatar, Santomera y Torre Pacheco. Los aspirantes han sido citados a las siete de la mañana para evitar las horas de más calor, ya que algunas de las sedes, sobre todo los institutos, no disponen de aire acondicionado. Con todo, los exámenes se prolongarán hasta mediodía.

Los aspirantes que en el momento de los exámenes hayan dado positivo en Covid o estén en cuarentena se quedan fuera del proceso. Otras comunidades, como Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia y País Vasco, entre otras, han fijado una fecha alternativa para que realicen los exámenes los afectados, pero no ha sido así en Murcia. También en la Ebau se fijó una convocatoria de incidencias, y los cinco alumnos que no pudieron hacer los exámenes por estar enfermos o en cuarentena los realizaron dos semanas después. Eso sí, los contagiados o en cuarentena no serán excluidos de las listas de interinos aunque no realicen los exámenes. Los sindicatos han alertado en varias ocasiones de la posibilidad de que algún aspirante «tenga la sospecha de estar enfermo o en cuarentena y no lo diga; llevan años estudiando y se juegan mucho». Para evitar que así sea, la Consejería de Educación ha instalado medidores de temperatura; en caso de que un aspirante tenga fiebre, será examinado por un equipo sanitario, que dispondrá de test de antígenos para realizar la prueba y cribar.

Las recomendaciones higiénicas marcadas por Educación establecen que se mantenga una distancia de seguridad de 1,5 metros. Durante la jornada, estará prohibido fumar y consumir alimentos en las sedes. No se permitirá el acceso de personas que acompañen al opositor y será obligatorio tener puesta la mascarilla en todo momento, así como llevar otra de repuesto. En caso de estar exento, deberá acreditarlo mediante justificante facultativo y con la suficiente antelación al tribunal de oposición. Los opositores deben acceder a las salas con el material mínimo indispensable, que debe ir en un solo bolso o mochila. Es fundamental llevar el DNI y la declaración responsable sanitaria. Como es habitual, está prohibido el acceso a las instalaciones de la sede con teléfonos móviles o relojes inteligentes.

Las pruebas para ganar una plaza de profesor funcionario constan de dos fases: una oposición sobre el temario, en la que puntúan las calificaciones logradas en los exámenes; y el concurso de méritos, que adjudica puntos en función de los años de trabajo acumulados y los logros académicos (idiomas, másteres...).

La primera fase, la de oposición, es la que iniciarán los aspirantes el sábado por la mañana y pesa un 60% en la nota final. Se divide en varias pruebas: una sobre aspectos científicos y prácticos relacionados con la especialidad, que consta a su vez de dos partes, una práctica y otra de desarrollo de un tema. La segunda prueba de la oposición corresponde a contenido didáctico y se refiere a la presentación y defensa de una programación, así como a la elaboración y exposición de una unidad didáctica ante el tribunal.

En la primera fase de oposición, que hay que aprobar para pasar a la siguiente, los aspirantes escogen los temas a desarrollar entre las bolas que ellos mismo sacan de un bombo. Si el temario de su especialidad es inferior a 25 temas, sacarán tres bolas; si consta de entre 26 y 50, tendrán derecho a cuatro bolas; y si superan los 50 temas escogerán cinco.

La Consejería de Educación ha limitado a tres puntos (sobre diez) los que podrán restarse de la nota final a causa de las faltas de ortografía y errores gramaticales. Los errores en la escritura no podrán llevar al suspenso a un opositor que saque un 10, como sí ocurrió en el proceso selectivo de 2018. La polémica registrada en esos exámenes, entre algunos aspirantes que se consideraron penalizados por su ortografía, provocó que se modificaran las normas.

En el caso de estas oposiciones de Secundaria, FP y enseñanzas artísticas, los aspirantes perderán hasta tres puntos si comenten errores. Ese límite es el mismo que el marcado en el examen de Lengua de las pruebas de acceso a la Universidad (Ebau), que se tomó como referencia.

Las oposiciones buscan dar estabilidad a los 2.000 interinos que imparten clases en los institutos de la Región y que superan el 25% de la plantilla total, según los cálculos de los sindicatos, que estiman que cerca del 40% de aspirantes son también docentes sin plaza. Los puestos convocados en las últimas oposiciones se los adjudicaron en un 85% de los casos docentes interinos. En las oposiciones de maestro del pasado julio, de las 1.300 plazas convocadas, nada menos que 1.110 las ganaron profesores interinos, y solo el 15% restante fueron para aspirantes que no habían trabajado como docentes.

Los aspirantes sufrirán una competencia dispar, según la especialidad a la que concurran. Aunque la media de opositores matriculados es de 14 por plaza en Secundaria, los porcentajes son muy desiguales dependiendo de la especialidad por la que se presentan. Los aspirantes a un puesto de profesor de Tecnología se enfrentan a una competencia especialmente dura: 309 opositores optan a las tres plazas convocadas, así que solo uno de cada cien tiene opciones de lograr el objetivo. Las dos plazas de Formación y Orientación Laboral (FOL) convocadas están entre las más 'caras', con 176 opositores peleando por ellas. También las de Francés, especialidad en la que solo uno de cada 41 aspirantes conseguirá su puesto.