Drones acuáticos 'made in' Murcia

Si Isaac Peral levantase la cabeza, probablemente sería para inclinarla o quitarse el sombrero ante los emprendedores de Nido Robotics, la 'start-up' murciana que empezó a diseñar drones subacuáticos en 2016. Desde entonces, recibieron varios premios regionales, como el Emprendedor del Mes en octubre de 2017 o el Emprendedor del Año en mayo de 2018, ambos concedidos por el Instituto de Fomento.

Pero su talento e innovación en el campo de la investigación subacuática sigue en auge y no pasó desapercibido para el jurado de la duodécima edición de los premios Emprendedores XXI, que concedió este lunes en el Archivo Regional de Murcia la entidad Caixabank junto la Empresa Nacional de Innovación (Enisa) y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

El certamen, que recibió un total de 961 candidaturas, entregó 17 premios para emprendedores españoles, uno por comunidad autónoma, y dos en Portugal. En la Región participaron 23 empresas, pero fueron los murcianos diseñadores de estos aparatos sumergibles de bajo coste los que se alzaron con el galardón, compuesto de un cheque de 5.000 euros y el acceso a un programa internacional de acompañamiento en Silicon Valley, o un curso de crecimiento empresarial en la Universidad de Cambridge. Roy Torgersen, el fundador de Nido Robotics, todavía no sabe si les tocará elegir entre una u otra estancia internacional, pero tiene bastante claro que, de ser así, «iremos a la Singularity University de Silicon Valley».

Una plantilla de cartorce profesionales compone actualmente Nido Robotics, «tenemos a gente de todas las áreas que necesita una empresa, desde ingenieros hasta técnicos de FP, y también gente de márketing y ventas», asegura el fundador. Y aunque emprendedores y pequeños, sus previsiones apuntan a un crecimiento «importante» durante este año, en el que pretenden «contratar a mucha gente, hasta llegar a los 23 trabajadores» e incluso abrir una filial en Chile.

Durante 2018, la empresa de Torgerser produjo y vendió 71 de sus drones subacuáticos, «principalmente para piscifactorías y empresas de generación térmica, aunque también hemos vendido a empresas de ciclos de agua, depuradoras o productoras de agua potable», explica. Las ansias de proyección empresarial se palpan en Nido Robotics, pues para este 2019 «tenemos un objetivo bastante ambicioso, ya que pretendemos producir y vender 300 drones, consiguiendo una facturación de un millón y medio de euros. Y el año que viene queremos duplicar eso», confiesa el fundador. Y confía en que el premio que su empresa recibió ayer -de manos del consejero de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán-, les ayude a cumplir tan exigentes objetivos, «pues es un premio que tiene una gran repercusión a nivel nacional. Además, para nosotros ha sido muy impresionante recibirlo, porque sabemos que el nivel de los finalistas era muy alto».

La idea de los drones subacuáticos se encendió como un faro en la mente de Roy en 2016, durante una estancia como marino mercante en Papúa Nueva Guinea. Allí intentaba localizar aviones de la Segunda Guerra Mundial sumergidos en aguas del Pacífico Occidental. Fue entonces cuando advirtió la utilidad que tendrían los aparatos robóticos sumergibles que hoy fabrica.