«Le dije que no volviera a amenazarme, se me abalanzó y disparé de manera instintiva para protegerme»
Carlos Patricio, que afronta hasta 25 años de prisión por asesinato del marroquí Younes con la agravante de delito de odio, declara en el juicio que «no quería matarlo, pero salió así»
La excesiva ingesta de alcohol, el miedo por sentirse amenazado «desde hacía meses» y la autodefensa fueron las explicaciones que dio Carlos Patricio B. M. a la fiscal sobre la discusión que mantuvo con el marroquí Younes, de 38 años, y que acabó con su vida tras recibir tres disparos en un hombro y en el abdomen.
«No quería matarlo, pero salió así», manifestó el acusado, que afronta hasta 25 años de prisión por un asesinato con la agravante de delito de odio.
Los nueve componentes de un jurado popular deberán examinar todas las pruebas que se presenten en la decena de sesiones que quedan por delante en la Audiencia Provincial de Murcia en el juicio contra Carlos Patricio por un delito de asesinato, con la agravante de un delito de odio.
Además del Ministerio Público, se presentan en el proceso las acusaciones particulares de los padres del fallecido, la letrada Sara Megías, del despacho MMB abogados; la de la mujer y el hijo de Younes y la de la asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes (ATIM). Además de la pena de prisión, las partes reclaman indemnizaciones que suman 235.000 euros para los miembros de la familia de la víctima.
El acusado, de 55 años, declaró a preguntas de la fiscal que llevaba bebiendo desde las 12 de la mañana del 13 de junio de 2021 en el bar El Muelle de Puerto de Mazarrón. «Era ya por la tarde cuando le dije a la camarera que los moros que había detrás de la barra que se salieran, los que no estuvieran dados de alta en la Seguridad Social, porque si venía una inspección, se la iban a cargar». En este sentido, y tal y como afirma la Fiscalía, el procesado negó que dijera la expresión '¡putos moros!, «eso no es verdad», subrayó.
El acusado explicó que hizo ese comentario en relación solamente con el tema laboral. «Luego, se me acercó la víctima y me dijo que qué decía yo de los moros que. Que me iban a matar cuando me vieran por ahí solo».
Carlos Patricio manifestó que conocía a Younes de vista y que «alguna vez me miró con cara de odio». Durante el tiempo que estuvo en el local, afirmó que nadie le llamó la atención, algo que contradice lo que declaración de las camareras, quienes manifestaron que le dijeron que dejara de meterse con los clientes del local por su raza. «No sé por qué dijeron eso», apuntó el imputado.
Tras la supuesta amenaza de Younes, el procesado indicó que se marchó del bar, a las 20.09 horas, pero negó que dijera que la iba a liar. Se fue a su casa para cambiarse de ropa, porque se hacía de noche. Su compañero de piso, que ha fallecido, declaró en su momento a la Guardia Civil que vio a Carlos Patricio abrir el armero que tiene en el domicilio y agrrar una pistola. «Cogí unas gafas», afirmó el investigado.
Tras ello, bajó otra vez a la calle, y regresó al bar «para volver a beber». Sobre el arma, explicó que era una herencia de su padre, que estuvo inutilizada y la rehabilitó poniéndole un cañón que no estaba taladrado y había comprado en internet. «Esa pistola la llevaba desde la tarde, guardada en un bolso, porque me sentía amenazado desde hacía varios meses» y «cuando a uno de le amenazan, uno no se puede quedar parado», señaló.
Cuando regresó al bar, relató que se acercó a Younes, «aunque pensaban que ya no estaría en la terraza. Saqué el arma, le dije que no volviera a amenazarme, se me abalanzó y disparé de manera instintiva, al bulto, para protegerme. Nunca quise matarlo, pero salió así», reconoció.
Viendo que Younes estaba en el suelo, el exmilitar emprendió la huida y salió corriendo por el paseo marítimo, atravesó una playa, donde finalmente, pocos minutos después del tiroteo, fue interceptado por los agentes de la Policía Local. «Cuando me detuvieron, reconocí que había sido yo quien había disparado», sentenció.
La versión de la fiscal
La fiscal mantiene otra versión de los hechos. Según su escrito, ese día y entre vaso y vaso de cerveza en el bar, comenzó a encadenar insultos racistas hacia los clientes de origen magrebí que estaban en el local. Ante la actitud mantenida, las camareras le recriminaron al acusado lo que estaba diciendo, y se lo contaron a unos amigos de origen magrebí, que estaban sentados en una mesa de la terraza, entre los que se encontraba el marroquí Younes B, de 38 años, en Marruecos, el cual estaba acompañado de cuatro amigos. Younes se levantó y fue a hablar con Carlos Patricio para que dejara de molestar a las trabajadoras y parara de insultar a los clientes. «Qué te pasa con estas crías, quieres dejarlas tranquilas, y que te pasa con los moros», algo que enfadó al acusado.
Se levantó de la silla y se marchó del bar y enfiló la calle hacia su vivienda, en la calle Sanotel, y allí abrió el armero que tenía en su habitación. Cogió una a pistola marca Star Fire, de 9 milímetros, se la colocó en el cinturón de una pistolera. Cuando salió a la calle, eran las 22 horas y se dirigió directamente a la terraza del local en busca de Younes y sus amigos. Se plantó frente al marroquí y le dijo: «Levántate si eres tan valiente. Te mato», según expone la fiscal.
Al ver que Younes reaccionaba y se levantaba, prosigue la calificación, le disparó un primer tiro que le impactó en un hombro. La víctima se abalanzó sobre él para quitarle la pistola, lanzándole una sombrilla que había en la terraza del bar. Pero lejos de retroceder, Carlos Patricio se aproximó y, a muy corta distancia, pegó otros dos tiros que le impactaron en el abdomen, sin dar opción alguna a defenderse.