Decepcionante partido del UCAM en Tenerife
ANDRÉS EGEA
Domingo, 11 de diciembre 2016, 12:23
Mal partido del UCAM que solo compitió por el triunfo durante los primeros minutos del cuarto inicial. En el segundo entregó la victoria a su rival con una defensa deficiente y peor ataque, y ya en la segunda mitad fue intentar lo imposible. No compitió, no jugó bien y ahora su situación es muy delicada con 3 victorias y 8 empates. El choque del próximo sábado en su pista ante el Bilbao Basket es vital. Solo la derrota, inesperada, del Joventut en casa ante el Real Betis Energía Plus permite al conjunto murciano estar fuera de los puestos de descenso.
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El UCAM arrancó bien el encuentro, asegurando canastas fáciles y defendiendo la línea de pase de su rival. Los tinerfeños no sabían como atacar la defensa visitante y una y otra vez se estrellaban en ella, mientras que Rojas acertaba con el aro. Se tuvo que retirar Baron por un corte en la ceja y la entrada de Benite fue clave para que, después de dos triples, el marcador se fuera al 9-16. Fue la mayor ventaja visitante, que a partir de ese instante y tras los cambios introducidos por Vidorreta, se hundió de forma incomprensible. Fueron sus jugadores suplentes los que le dieron la vuelta al marcador con un parcial de 9-0. Pese a las 7 pérdidas locales, los tinerfeños mandaban 21-18 en el marcador al final del primer cuarto. Malas decisiones en ataque y malas defensas cerca de su aro permitieron al Iberostar ponerse arriba.
Los despropósitos continuaron en el segundo cuarto. El UCAM tuvo muchos problemas en ataque, sin saber como atacar la defensa rival se estrelló una y otra vez mientras que muy fácilmente los locales se fueron en el marcador. Beirán tiró de sus compañeros junto a Bassas, dos suplentes, y el marcador se fue al 26-18 de salida (parcial de 17-2) y cuando solo se habían jugado tres minutos Quintana tuvo que pedir un tiempo muerto porque el partido se le iba y nadie en su equipo tomaba decisiones acertadas (33-22). A los tinerfeños solo les faltaba dominar las zonas y con la entrada de Vázquez también lo lograron. Con un 24-14 en estos diez minutos el partido se quedó en un feo 45-32. El UCAM tenía todos los problemas del mundo en defensa, pero aún más en ataque. Cuando un equipo logra 12 de 15 canastas de dos puntos, como hizo el conjunto de Txus Vidorreta, se debe a que el rival no sabe defender o no puede. Los jugadores del banquillo local sumaron 30 puntos y los del visitante, en el que estaban jugadores como Benite y Faverani solo 12.
Tras el descanso, el UCAM estaba obligado a realizar un esfuerzo extra en defensa y empezar a acertar en ataque para poder meterse en el partido. Inicialmente parecía que podría conseguirlo, pero la defensa acababa casi siempre en falta, pero los tinerfeños mejoraron sus guarismos desde el tiro libre esta temporada y no se dejaron sorprender. Los pupilos de Quintana se llegaron a acercar a los ocho puntos, pero la regularidad brilló por su ausencia y cuando tuvo la posesión para acercarse un poco más, falló. No lo hizo el Iberostar que cerró el cuarto con un triple de San Miguel y afrontó los últimos diez minutos con un claro y merecido 66-52 a su favor.
En el último cuarto fue un querer y no poder. Los jugadores del UCAM presionaron al rival pero con faltas personales, y sin perdonar desde el tiro libre los locales llevaron el marcador a la máxima ventaja, 79-60 a falta de 5:30 para el final. Desde ese momento Campazzo asumió galones, se dio cuenta de que era el único que creía en el milagro y con confianza en su ataque . La ventaja se redujo a los diez puntos, 84-74, cuando ya era tarde porque restaban 90 segundos para el final. El UCAM anotaba, lo que no había hecho hasta el momento, en casi todas sus posesiones, pero al defender cometía falta y el rival no perdonaba. Que el UCAM acabase con cuatro eliminados fue una mera anécdota, ya que fue producto de la defensa en el último cuarto en un intento por robar el balón sin éxito. Mal encuentro.
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