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Silvia Martínez. fran manzanera
«Uno de cada cuatro jóvenes de la Región ha sufrido algún tipo de acoso escolar»

«Uno de cada cuatro jóvenes de la Región ha sufrido algún tipo de acoso escolar»

Silvia Martínez Vílchez, presidenta de la Asociación contra el Acoso Escolar, aborda el acoso escolar desde la prevención

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Miércoles, 11 de julio 2018, 07:35

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No supieron el infierno que supone descubrir que un hijo sufre acoso escolar hasta que lo padecieron en sus hogares. Pero lejos de asustarse, un grupo de padres y madres crearon la Asociación Murciana contra el Acoso Escolar (Amurcae), que preside Silvia Martínez. En poco más de un año ya han realizado con éxito, en colaboración con la Consejería y las concejalías del ramo diversas campañas preventivas, programas de acompañamiento e, incluso, intervenciones en colegios e institutos. Su objetivo es ayudar a los centros a terminar con el acoso escolar, desde una perspectiva de la prevención, realizando sesiones en las aulas, con un programa informático a través del cual hacen aflorar sentimientos y actitudes que están latentes. Este proyecto pionero en la Región, llamado T-Acompaño, se ha revelado como un instrumento útil y necesario.

-¿Por qué decidieron crear esta asociación?

-Somos personas sensibilizadas con el acoso y con la protección de nuestros menores, sobre todo en un entorno que debería ser seguro como son las aulas. Tenemos hijos que han sufrido acoso escolar en los colegios de nuestra región y muchos no supimos reaccionar cuando tuvimos que pasar por ello. Era desconcertante y doloroso.

-¿Qué programas llevan a cabo en la actualidad?

-Tenemos cuatro programas. El principal es preventivo y de detección. Se llama CIE y está diseñado por la psicóloga Noelia Carbonell. En él trabajamos la inteligencia emocional y que los jóvenes entrenen habilidades, afloren sentimientos que, correctamente manejados, hacen prevenir o cortar los problemas de convivencia en las aulas. Ponemos en marcha programas de mediación y charlas para padres y madres. Hemos sido pioneros con el programa T-Acompaño, encaminado a que los jóvenes con problemas a la hora de relacionarse con sus iguales (TEA, TGD, Asperger, víctimas de acoso...) y que se sienten solos puedan salir en pandilla con otros chavales. Está dado unos resultados estupendos.

-Trabajan con los que denominan protagonistas del acoso, ¿a quiénes se refieren?

-Hablamos de tres protagonistas principales: el acosado, porque es la víctima y necesita apoyo psicológico, social y familiar; el agresor, que no deja de ser un menor y debemos averiguar cuál es la causa de esos comportamientos y que aprenda las consecuencia, y los espectadores, que son necesarios para detectar, comunicar y parar esos problemas. Además, damos apoyo a padres y a profesorado, dando herramientas para prevenir y tratar los casos.

-¿Considera necesario que se potencie la información sobre el acoso en las aulas?

-Es importante concienciar y trabajar con nuestros chavales en las aulas. Es el principal medio socializador y lo aprendido en ellas se trasladará a su vida cotidiana y futura. Pero no basta con una charla puntual. Es necesario incorporar debates, acciones, mediaciones y actividades como algo habitual.

-¿No tienen la percepción de que esta lacra ha aumentado?

-Sí. La percepción la tenemos y cada vez nos llegan más preguntas, dudas y denuncias por parte de los padres y madres. Se estima que uno de cada cuatro jóvenes ha recibido algún tipo de acoso escolar. Y, del total, entorno al 10% del acoso es físico. El otro 90% es el invisible: insultos, vejaciones, aislamiento social, presiones... Pero no tenemos datos actuales y reales de cómo está la situación en nuestra región. Cuando vamos a un centro, lo primero es medir y observar, porque si no sabemos cómo está la convivencia en ese aula, ¿cómo comprobaremos si ha sido efectiva la intervención? Es como si un médico aplica un medicamento sin saber cuál es el diagnostico del paciente.

-¿Cuál es su valoración de la experiencia que ya tienen en esta materia?

-Nuestra asociación lleva año y medio de recorrido. Aún somos jóvenes, pero la experiencia es enriquecedora. Sin apenas recursos hemos realizado más de 30 intervenciones en centros, atendido a familias, formado a profesionales, colaborado con ascoaciones de padres. Estamos en contacto con el Observatorio de la Convivencia de la Consejería y colaboramos con concejalías preocupadas por sus jóvenes. El programa pionero T-Acompaño ha sido un exitazo. Estamos muy contentos con la evolución y satisfacción de los jóvenes y de sus familias. Aunque echamos de menos la implicación de la Administración y que cuenten con nuestra experiencia y formación.

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