La crisis sanitaria golpea el mercado laboral y deja 5.827 parados en la Región

El impacto del coronavirus en el empleo ha dejado un mes de marzo desalentador en el número de parados. El cierre de comercios y el cese de la actividad no esencial provocados por la crisis sanitaria del Covid-19 ha invertido la tendencia decreciente habitual en este periodo del año, previo a Semana Santa, en cuanto a la destrucción de puestos de trabajo, y ha empujado fuertemente al alza la cifra de desempleados. Un total de 5.827 personas han pasado a incrementar en el último mes las listas del paro en la Región, una cifra que supone un crecimiento del 5,74% con respecto a febrero y que deja en 107.312 el número de inscritos en las oficinas de empleo de la Comunidad Autónoma. El dato, aunque negativo, es inferior al que arroja el conjunto nacional, donde el paro creció en un 9,31% con una cifra total de 833.979 personas más sin empleo.

Por sectores, las actividades que se han visto más afectadas por la emergencia sanitaria y el actual estado de alarma han sido las relacionadas con el sector servicios, como la hostelería y el turismo, y en concreto, según detalló la Consejería de Empleo, Investigación y Universidades, «bares, restaurantes, comercio minorista y educación». En este apartado se han destruido 3.725 puestos de trabajo; seguido de la construcción, con 1.404 empleos menos; y la industria, que en la Región ha perdido a 784 trabajadores. Solo el campo ha arrojado un saldo positivo, aunque casi anecdótico, con la incorporación de 40 nuevas personas, al igual que el colectivo sin empleo anterior, que también refleja un incremento de 46 trabajadores.

Atendiendo al dato interanual, la pérdida de puestos de trabajo en la Región se sitúa en 2.532, un 2,42% de parados más que en 2019, frente al 9,01% nacional.

La gráfica de marzo marca también diferencias por edad y género. El desempleo creció un 8,2% entre los hombres y un 4,15% entre las mujeres, y afectó en mayor medida a los trabajadores comprendidos en la franja de los 30 y 44 años, con un incremento del 8,22% del paro en este tramo, según señaló el Gobierno regional, que concretó el perfil del parado en la Región en «un hombre menor de 44 años y procedente del sector de la construcción», mientras que el perfil mayoritario entre las mujeres es de una trabajadora «menor de 44 años procedente de la hostelería». En estos datos no se incluyen los trabajadores afectados por los más de 14.400 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) presentados en la Región, que sí se contabilizan en el número de afiliados a la Seguridad Social.

Desde la Comunidad recordaron que «marzo suele ser un mes positivo para el paro, y de hecho se acumulaban siete descensos consecutivos en este mes desde 2013, con unos 3.000 parados menos de media», una trayectoria que «se venía reproduciendo en las primeras semanas del mes», previas al decreto de alarma.

Los malos datos en la destrucción del empleo se reflejan igualmente en el número medio de afiliados a la Seguridad Social. De este modo, marzo cerró con 1.987 inscritos menos, lo que supone un descenso del 0,34% de variación mensual, el segundo menos acusado tras Baleares, e inferior al 1,26% del conjunto nacional. En datos interanuales, la cifra es positiva, con 6.140 afiliados más en la Región (1,05%) que en el mismo periodo de 2019. En relación a los autónomos, el descenso de afiliados se situó en un 0,11%.

No obstante, según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), estos datos no reflejan «con rigor» lo ocurrido en la totalidad del mes de marzo, ya que la incidencia del coronavirus comenzó a ser notoria a partir del día 12. Asimismo, explican que antes de esta fecha «el empleo evolucionaba sumando afiliados».

En el apartado de contratación, la Región registró este marzo 74.896 nuevos contratos, un 3,65% menos que en febrero y un 15,07% menos que en el marzo anterior. La mayor parte de ellos (91%) fueron temporales.

Para el consejero de Empleo, Investigación y Universidades, Miguel Motas, «es evidente que el Covid-19 ha sacudido por completo el tablero y ha traído consigo un escenario excepcional». Motas afirmó que «partiendo de que la prioridad es cerrar con éxito la crisis sanitaria, nuestros esfuerzos están dirigidos ahora a reducir al máximo los efectos de la pandemia en el mercado laboral».

En este sentido, la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales (Croem) afirmó que la coordinación entre las administraciones públicas y la planificación de sus actuaciones ofrece «margen de mejora» y reclamó al Gobierno regional «adoptar con urgencia medidas extraordinarias que puedan paliar cuanto antes la dura situación que está viviendo el empresariado regional».

Para Croem, los datos de desempleo del mes de marzo suponen un «abrupto deterioro del mercado laboral» con efectos «devastadores» y el «peor registro mensual desde enero de 2009» en cifra de parados, que se trasladará, avanza, a otros indicadores, por lo que es necesario «tomar medidas adecuadas».