La Confederación del Tajo trabaja con la hipótesis de recortar el Trasvase en 100 hm3

Según ha podido saber LA VERDAD, este es uno de los escenarios que se barajan, lo cual significaría recortar a la mitad el caudal medio que reciben los regadíos del Levante. Esto obligaría a la Confederación Hidrográfica del Segura a reprogramar el balance hídrico de la cuenca y a adaptarse a la reducción de las transferencias. Este organismo, no obstante, hizo un avance de repercusiones en la memoria de su plan hidrológico. Incluía, además, la puesta en funcionamiento de la 'Tubería Manchega', que derivará agua de la cabecera del Tajo a Ciudad Real, en menoscabo del Trasvase al Levante.

El planteamiento del Ministerio es subir el caudal ecológico mínimo de forma escalonada: pasar de 6 a 7 metros cúbicos por segundo cuando entre en vigor el nuevo Plan del Tajo, previsto para este año; después, se elevará a 8 en el año 2026, para finalizar con 8,6 en 2027, coincidiendo con el final del ciclo de planificación.

El Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats) rechaza de plano cualquier recorte de las transferencias y hoy analizará la situación en la Junta General convocada en Murcia para abordar el plan del Tajo, que se encuentra en la fase de estudio de las alegaciones. Acudirán a la sesión los miembros de un gabinete jurídico contratado por el Scrats. Los regantes no quieren que se mezclen los caudales del Tajo con la negociación sobre el precio del agua desalada. Por ahora, no han visto ningún documento en el que se plantee la ampliación de las desaladoras como una sustitución de los recursos del Trasvase. El planteamiento es que se consideren complementarios.

Los representantes de las 65 comunidades de regantes del Trasvase en la Región de Murcia, Alicante y Almería celebrarán esta mañana una Junta General Extraordinaria en el hotel Agalia para analizar la planificación del Tajo y el convenio para el agua desalada. Debatirán si aceptan la propuesta del Ministerio de subvencionar el precio para dejarlo en 36 céntimos por metro cúbico en la salida de la desaladora. Hay que sumar el IVA, el peaje y las pérdidas en su conducción. La incógnita, señalan, es qué sucederá a partir de 2025, cuando acabe dicha subvención.