Un bombero rescata a un conductor ebrio, que cayó a una acequia de Murcia, el año pasado. BOMBEROS

Los conductores de la Región de Murcia ebrios muertos este año superaban diez veces la futura limitación

La tasa media de los positivos en alcohol de los fallecidos en accidentes es de 1,89 gramos por litro en sangre, muy por encima de los 0,2 que Interior quiere establecer

Domingo, 22 de septiembre 2024, 07:15

La relación que existe entre el alcohol, las drogas y los accidentes mortales sigue siendo año tras año trágicamente muy estrecha. Lo corroboran los datos ... de los balances periódicos de siniestralidad vial que realiza la Dirección General de Tráfico. En el más reciente señala que más de la mitad de los conductores fallecidos en accidentes de tráfico en España en 2023 habían consumido alguna sustancia tóxica, y la más habitual de todas ellas, presente en uno de cada tres casos, fue el alcohol. La Región se mantuvo en esa devastadora media, ya que el año pasado se cerró con 39 siniestros mortales y las pruebas detectaron 21 casos en los que los tóxicos corrían por las venas de los conductores fallecidos (un 54%).

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Y con los datos que hay hasta ahora, este año va camino de no cambiar nada, porque de los 23 siniestros mortales que se produjeron en vías interurbanas hasta el 18 de julio -últimos datos aportados por la Delegación del Gobierno- el consumo de alcohol, drogas o psicofármacos estuvo presente en 14 de ellos (un 61%).

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Las pruebas toxicológicas realizadas 'post mortem' por el Instituto de Medicina Legal (IML) a los 20 conductores fallecidos implicados en los accidentes este año, indican que siete resultaron positivas en alcohol (un 35%) y lo más preocupante es que la tasa media de esta sustancia que los fallecidos tenían en su organismo fue de 1,89 gramos por litro en sangre. Supone casi diez veces más que la nueva limitación máxima de alcohol que el Ministerio del Interior ha anunciado que impulsará el próximo año y que rebaja hasta los 0,2 gramos por litro en sangre.

La cifra se redondea hasta superar diez veces la nueva barrera prevista por el Gobierno en el caso de las ocho personas que se dejaron la vida yendo ebrias en las carreteras de la Región en 2023 (un 31% del total de 26 muertos), ya que la tasa media que arrojaron los análisis fue de 2,01 gramos por litro en sangre.

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Noruega y Suecia, el ejemplo

En la actualidad se puede conducir con niveles de alcohol en sangre de hasta 0,5 g/l, (o 0,25 ml/l de alcohol en aire espirado), pero con la reducción de la tasa máxima de alcohol en el organismo de quienes se ponen al volante prevista para el próximo año, Interior quiere poner pie en pared y reafirmar su intención de alcanzar la tolerancia cero de beber cuando se conduce.

El tope propuesto por el Gobierno equivale a una caña o a una copa de vino

La limitación hasta los 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre (0,1 miligramos por litro de aire espirado), que equivale a una caña o una copa de vino, responde a una recomendación de la Comisión Europea como medida para disminuir la siniestralidad vial. Así lo explican desde la Jefatura Provincial de Tráfico de Murcia, e indican que Suecia y Noruega, países impulsores de la 'visión cero', ya tienen implementada la tasa para todas las personas conductoras en 0,2 g/l. Añaden que en estos países, la tasa de fallecidos por siniestro de tráfico por millón de habitantes es de 22 y 21 respectivamente, mientras en España es de 37, y la media de la UE es de 46.

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«El consumo de alcohol constituye uno de los principales factores de riesgo durante la conducción. Las evidencias las tenemos delante de nosotros. En lo que llevamos de año, según datos cruzados con el IML de la Región y los que figuran en el Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico, seis de cada diez conductores que fallecieron hasta mediados de julio (el 61%) había consumido algún tipo de tóxico», afirma Virginia Jerez, jefa provincial de Tráfico en la Región de Murcia.

Jerez argumenta que el consumo de alcohol aún en cantidades relativamente pequeñas aumenta la probabilidad de implicación en accidente y empeora su gravedad. Así, expone que las investigaciones demuestran que conductores con una tasa entre 0,1 y 0,5 g/l tienen hasta tres veces mayor riesgo de accidente mortal cuando se les compara con conductores que no han consumido alcohol, lo que afecta de forma importante a las capacidades psicofísicas y el comportamiento del conductor.

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La nueva norma permitiría superar «la errónea idea de que un consumo moderado es aceptable», argumentan en Tráfico

«El establecimiento de una tasa de 0,2 g/l sería coherente con las campañas de comunicación de la DGT, ya que es lo mismo que decir 0,0 g/l, que es la que tiene cero consecuencias. Además, esta medida permitiría superar la errónea idea extendida de que un consumo moderado es aceptable», subraya la jefa de Tráfico en la Región.

En esa línea, la reducción de la tasa persigue evitar los accidentes mortales provocados por conductores ebrios. En la memoria los ciudadanos de la Región aún retumba el caso del accidente múltiple de Molina de Segura del pasado mes de febrero en el que fallecieron dos vecinas de Lorquí y una tercera sufrió heridas muy graves. El conductor regresaba de una comida en Murcia y aseguró que había consumido dos copas de vino, una de champán y una cerveza. En la prueba de alcoholemia arrojó una tasa en aire espirado de 0'65 mg/l (1,3 g/l de alcohol en sangre). Con la limitación propuesta en vigor habría superado en seis veces y media la nueva tasa.

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Factores de la alcoholemia

Desde Tráfico recuerdan que la alcoholemia depende de la cantidad de alcohol puro que se haya ingerido y el volumen de comida y de bebida alcohólica ingerida, del peso y el sexo del bebedor.

Los efectos advierten, aparecen desde el primer momento, incluso con tasas inferiores a las permitidas para conducir. Así, desde 0,3 y hasta 0,5 -se alcanza con 2 cañas o dos vinos- ya se incrementa el tiempo de reacción, comienzan los problemas de coordinación y se subestima la velocidad. Al superar 0,5 g/l. de alcoholemia, comienzan los problemas de visión y por encima de 0,8, graves problemas de atención y coordinación y fuerte somnolencia. A partir de 1,2 g/l de tasa de alcohol en sangre (0,6 en aire espirado), la conducción se considera delito, penado con entre 3 y 6 meses de prisión.

El cuerpo -el hígado, fundamentalmente- metaboliza el alcohol despacio, y según características individuales (peso, enfermedades, medicación…) tarda varias horas en eliminarlo.

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