Luz verde de la Comunidad a la movilidad de los cazadores por la sobreabundancia de conejo y jabalí
La instrucción suscrita este lunes por el director general del Medio Natural destaca «el carácter esencial de la actividad cinegética» para el control de especies
Los 18.000 cazadores de la Región tienen desde este momento libertad total de movimientos por territorio murciano siempre que su actividad esté dirigida a regular las sobrepoblaciones de conejo, jabalí, arruí, ciervo, cabra montés y muflón, tal y como se especifica en la orden que acaba de firmar el director general del Medio Natural, Fulgencio Perona, y a la que ha tenido acceso LA VERDAD. El documento, largamente esperado entre el colectivo de aficionados a la actividad cinegética, permite incluso la salida y entrada del territorio regional siempre que sea para participar en modalidades de caza relacionadas con las especies mencionadas, debido a su «sobreabundancia» y «a los graves daños que causan en la agricultura, en la ganadería y en la seguridad vial».
La instrucción de la Consejería de Medio Ambiente se basa «en el carácter esencial de la actividad cinegética», pues no en vano «la caza es una herramienta esencial para el control de las poblaciones de las especies cinegéticas y de los daños en la agricultura, la prevención de accidentes de tráfico y de transmisión de enfermedades al ganado». De ahí que mantener durante meses prácticamente paralizada esta actividad, sobre todo en el periodo de apertura de la veda general, como es el actual, se traduciría muy probablemente en un agravamiento de la actual sobrepoblación que registran algunas especies, como el conejo o el jabalí, con el riesgo que ello implica para el sector agrario y ganadero, la seguridad del tráfico e incluso para la biodiversidad.
Por estas razones, se considera por parte de las autoridades regionales que existe «causa justificativa de fuerza mayor o situación de necesidad» para permitir los desplazamientos de los cazadores murcianos a otros municipios, siempre que se trate de dirigir su actividad sobre las especies mencionadas. Quedan fuera otras especies de gran valor cinegético, como la perdiz roja o la paloma torcaz, a la espera de que la incidencia de la pandemia de coronavirus vaya permitiendo nuevos relajamientos en las restricciones impuestas desde la Comunidad Autónoma.
A la vez se autoriza el control del conejo y el jabalí, así como de las otras especies señaladas, en terrenos no cinegéticos, siempre que se cuente con las autorizaciones excepcionales emitidas por el Cuerpo de Agentes Medioambientales, tras la comprobación de la existencia de daños en cultivos concretos. Los aguardos nocturnos de jabalí solo podrán practicarse con la hora límite de las once de la noche.
Desde la Consejería de Medio Ambiente se ha querido destacar «el compromiso del Gobierno regional para garantizar la salud pública y la seguridad de los ciudadanos, así como para tratar de garantizar la realización de actividades como la caza, con pleno respeto a las medidas de seguridad y para evitar daños sanitarios, de seguridad vial o afección a la agricultura». También se ha puesto de relieve que esta instrucción es «un paso más fruto de ese compromiso y de la colaboración con la Federación de Caza».
Francisco Bastida: «Es un importante paso adelante»
«Se ha dado un paso importante con esta instrucción de la Dirección General, sobre todo en lo que respecta a la caza mayor. No es la situación ideal, pero el mundo de la caza tiene también que ser consciente de los difíciles momentos que afrontamos y actuar con la máxima responsabilidad». De esta forma valoró ayer el presidente de la Federación de Caza de la Región la decisión de la Consejería de Medio Ambiente de autorizar la movilidad de los cazadores para controlar las población de especies con una fuerte sobrepoblación, como el conejo y el jabalí. «Venimos trabajando estrechamente con la Administración regional y hay que valorar la actitud positiva que están mostrando el consejero, el director general y los técnicos», añadió Bastida. Destacó el hecho de que en la resolución se reconozca que la actividad cinegética es «esencial» para la agricultura, la ganadería y el medio ambiente.