Parcela junto a la piscina municipal de Espinardo ofrecida para el nuevo centro cultural y que rechazan los vecinos. Nacho García

Vecinos de Espinardo rechazan un diseño modular para el centro cultural del barrio

Consideran que la parcela junto a la piscina no es el lugar más adecuado para reponer un recurso del que carecen desde el cierre del anterior, en 2019

Lunes, 28 de julio 2025, 01:15

Seis años van ya y parece más que probable que se sigan cayendo las hojas del calendario. Fue en 2019 cuando el centro cultural de Espinardo ... tuvo que cerrar sus puertas ante la aparición de aluminosis en la estructura. Desde entonces, Espinardo carece de unas instalaciones de este tipo, tan necesarias para la dinamización de la vida social y cultural de uno de los núcleos residenciales más poblados del municipio. No está siendo, sin embargo, sencillo el camino hacia la recuperación de este recurso municipal, más aún si se atienden a las características que los vecinos entienden necesarias para la configuración de un espacio de estas características.

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De hecho, la Plataforma Ciudadana de Espinardo Pro-Centro Cultural, creada este mismo año y constituida ya en asociación, acaba de reiterar su rechazo a la propuesta municipal para el proyecto. A su discrepancia en cuanto a la ubicación, este colectivo ha incorporado una objeción más, la que les plantea la propuesta arquitectónica puesta sobre la mesa por el Consistorio y que acaban de conocer. Y es que una primera memoria valorada redactada por la Urbanizadora Municipal (Urbamusa) se plantea construir una edificación a base de módulos independientes, conectados entre sí «por pasarelas o pasillos abiertos».

El objetivo de este diseño no es otro que el de mantener el arbolado presente en el centro de la parcela ofrecida, compuesto por ejemplares de «un porte importante» y que «deben ser respetados en su totalidad o casi». No obstante, el planteamiento municipal permitiría, en principio y según establece la citada memoria, la habilitación, en una parcela de 1.700 metros cuadrados, de un salón multiusos para unas 200 personas, una sala de estudios 24 horas con medio centenar de puestos, un centro de la mujer y cuatro aulas-taller de 75 m2 cada una. Todo ello supondría una inversión estimada de casi 2,3 millones de euros, IVA incluido, entre los que se contarían los honorarios de Urbamusa por la redacción del proyecto y que rondarían los 230.000 euros.

La distribución de las nuevas instalaciones se encuentra condicionada por el arbolado existente en el terreno de Juan Carlos I

Estas instalaciones se levantarían en el terreno comprendido entre el centro de salud y la piscina de Espinardo, el cual es de titularidad municipal y se encuentra calificado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como parcela de equipamientos. Fue el rechazo a la elección de esta ubicación casi uno de los componentes fundacionales de la citada plataforma, la cual se encuentra integrada por una veintena de colectivos tan dispares como las asociaciones vecinales Joven Futura y Vecinos Por Espinardo, el centro de la mujer y el de mayores; representantes de varios centros educativos, la asociación Teatro Recreative, el grupo scout, la Coordinadora de Barrios, el grupo de senderismo Estrella Levante, la coral Exilum, la comunidad cristiana de base del Espíritu Santo, la peña huertana La Tarabilla o la asociación de viudas La Milagrosa.

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Explica el presidente de la entidad ciudadana, Paco Franco, que son dos los motivos que hacen que la parcela propuesta no les convenza. El primero es un criterio puramente geográfico ya que, frente a la ubicación planteada por el Ayuntamiento, enclavada al este, junto a la avenida Juan Carlos I y los límites con El Puntal, la plataforma reivindica una mayor centralidad dentro del barrio. Apuntan, además, a que ese terreno debe estar destinado, por lógica, a la ampliación del ya saturado centro de salud.

Asimismo, Franco expone que el terreno propuesto debe contar con, al menos, una superficie de 3.000 m2 que permita acoger unas instalaciones «dignas y de última generación, que se puedan configurar como un punto de encuentro, social, cívico y multidisciplinar, para la población de Espinardo». Ello les lleva a torcer la vista, una vez más, a la parcela sugerida por la plataforma, localizada en la zona de Las Barracas. Insisten en que, aunque no se trate de un terreno de total titularidad municipal –circunstancia de la que siguen desconfiando–, «siempre sería posible, con voluntad, llegar a un acuerdo para su cesión con un coste no muy elevado, ya que se trata de una parcela de equipamientos».

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«Lo que no tiene sentido es que Espinardo se haya quedado sin suelo para desarrollar un recurso tan necesario como este, para el que, además, no existe por el momento ni presupuesto ni plazo alguno», destaca Franco. La falta de centro cultural ha privado al barrio durante seis años de una inversión de más de 1,7 millones de euros, atendiendo al coste de salarios, suministros y resto de gastos necesarios para el desarrollo de una programación cultural de la que esta ahora carece.

La alternativa «más rápida»

Por su parte, la presidenta de la Junta Municipal de Espinardo, Encarna Guillén, asegura que no tiene especial interés en que el centro cultural se ejecute en una parcela determinada, pero defiende que la alternativa más clara a la hora de poner en marcha un proyecto a la mayor breve posible pasa por el solar junto a la piscina municipal. «Las negociaciones para lograr unos terrenos sobre los que existen ciertas expectativas y el desarrollo de los planes urbanísticos necesarios pueden eternizarse», valora Guillén.

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Mientras, el concejal de Cultura e Identidad, Diego Avilés, que se reunió con la plataforma la semana pasada, sigue defendiendo la propuesta de Juan Carlos I como la más adecuada y la que se encuentra «respaldada por unanimidad por la Junta Municipal», según asegura. No obstante, se ha comprometido con los vecinos en facilitarles toda la información solicitada en relación a los trámites necesarios para el uso de terrenos alternativos. Avilés es, sin embargo, consciente de que la decisión no puede aplazarse 'sine die' y de que es necesario consolidar una apuesta de manera definitiva.

  1. Sin fecha también para recuperar el casino y la casa Torre Falcón

No es el del centro cultural el único proyecto relacionado con este tipo de actividades que sigue en el aire o no ha terminado aún de encarrilarse en Espinardo. Por un lado se encuentra la rehabilitación de su histórico casino para su uso con fines culturales y vecinales tras un eventual paso a manos públicas. Señala el edil del ramo que se siguen dando pasos para asumir próximamente y de manera definitiva la titularidad del inmueble y que, a tal fin, se mantuvo una reunión con sus propietarios, los socios, para consumar el traspaso. Pero este sigue aún sin materializarse.

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El otro proyecto que sigue aún sin fecha es el de la recuperación de la casa torre Falcón, con el fin de destinarla a unos usos similares a los ya mencionados en los dos casos anteriores. Sin embargo, y pese a que el proyecto fue anunciado en 2020 y asumido por el PSOE tras el cambio de gobierno, la licitación y contratación de las obras sigue sin fecha, teniendo en cuenta, además, que se prometen avances en la propuesta cada curso. Desde el Consistorio esperan que este año sea el definitivo. No obstante, Avilés sabe que estas propuestas son parches para las necesidades de un barrio que necesita un centro cultural adecuado.

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