Tres de los fallecidos en el incendio de Atalayas aún no han sido repatriados

Tras casi un mes desde que ocurrió el siniestro, los restos mortales de la familia, de origen nicaragüense, aguardan embalsamados en un tanatorio de la capital a la espera de ser repatriados a su país. Son los únicos cuerpos de las trece víctimas mortales que hubo en el incendio que quedan por darle sepultura. Los familiares de Erick, de 30 años; Sergio, de 39, y de Martha, de 62, solicitaron hace dos semanas ayuda al carecer de recursos para embalsamarlos –ya que por motivos religiosos no podían ser incinerados– trasladarlos a su país y enterrarlos allí. Ante las dificultades para contactar con el Consulado de Nicaragua, que no colaboró en trámite alguno, el Ayuntamiento de Murcia anunció que se haría cargo del embalsamamiento de los cuerpos y de su repatriación, con un coste de 5.000 euros cada uno (15.000 euros en total).

El Consistorio envió una solicitud a una funeraria para que se hiciera cargo de recoger los cuerpos e iniciar todo el proceso de embalsamamiento el 11 de octubre. Pero el abogado que representa a la familia pidió que no se llevara a cabo el proceso de conservación de los cadáveres hasta que no concluyeran las gestiones que estaban realizando los familiares para viajar al país centroamericano acompañando a los cuerpos.

Su intención, señalan fuentes cercanas al proceso, es hacer coincidir el viaje de repatriación de los cuerpos con el viaje que está gestionando la propia familia de vuelta. El pasado 18 de octubre, el letrado dio luz verde a la funeraria para recoger los cuerpos del Instituto de Medicina Legal donde se encontraban y comenzar el embalsamamiento de los cuerpos.

Cuatro días después, se oficializó una misa funeral en memoria de los tres fallecidos de la misma familia. Actualmente, los cuerpos permanecen en el tanatorio a la espera de que la familia informe de la fecha en la que van a viajar a Nicaragua para concretar el vuelo del traslado y cumplir con su deseo: que los tres coincidan en la llegada al país, y se reúnan con sus seres queridos en el municipio de Chinandega.