Complejo residencial para 135 viviendas cuya construcción se ha retomado después de más de una década en La Ñora. Vicente Vicéns/ AGM

Retoman la construcción de 135 viviendas que López Rejas dejó sin acabar en la pedanía murciana de La Ñora

El proyecto quedó inconcluso hace más de una década y una nueva empresa acabará los cinco bloques, objeto de pillaje estos años

Martes, 23 de septiembre 2025, 00:52

Más de una década llevaban envejeciendo en la pedanía de La Ñora un complejo residencial que, en su día, fue impulsado por el promotor por ... José López Rejas. Iniciados en 2008, estos cinco bloques de edificios acabaron olvidados cuando el proyecto entró en concurso de acreedores y, ya abandonados por los trabajadores, sufrieron saqueos y actos vandálicos. 'El Escorial' era el nombre que tenía este conjunto que incluía además la apertura de nuevos viales y que, durante años, fue un quebradero de cabeza para los vecinos. No se llegó a construir la piscina que contemplaba, ni los bajos comerciales, ni tampoco las viviendas de dos, tres y cuatro dormitorios que se anunciaron. Sin embargo, este último verano, las cuadrillas de albañiles y camiones volvieron a recorrer las inmediaciones y ascender por unas estructuras de cemento y ladrillo inconclusas.

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La Concejalía de Urbanismo confirma a LA VERDAD que se produjo un cambio de titularidad y que se ha aprobado el expediente de solicitud de continuación de las obras por parte de otra empresa: 135 viviendas de diferente tipología que se sumarán al resurgir que el sector inmobiliario está viviendo en diferentes ejes del municipio de Murcia, uno de ellos el que va desde Guadalupe a La Ñora. «La obra estaba casi terminada. Pero la saquearon todo», cuenta el pedáneo de La Ñora, Ángel Castaño, que explica que «los vecinos están encantados»: «Se han quitado de encima un problema por el vandalismo». Carpintería, cobre, sanitarios... todos estos elementos fueron objeto de pillaje cuando los trabajos se detuvieron. «Hemos tenido diferentes episodios y hemos estado siempre encima. Durante un tiempo hubo vigilancia privada, pero después ya no», añade el pedáneo.

«De debajo de las piedras»

Pero no es el único ejemplo de uno de aquellos proyectos urbanísticos que al calor de la burbuja inmobiliaria se puso en marcha, que no fue terminado y que ahora vuelve a la vida en nuevas manos. Desde el Ayuntamiento, en los últimos tres años, suman 34 cambios de titularidad de expedientes antiguos que han retomado las licencias con otros propietarios. Entre 2024 y 2025 han sido 18. Solo en el año 2023 fueron 16.

LA CIFRA

34 proyectos

de construcción que se encontraban paralizados han cambiado de manos en los últimos tres años.

Otro ejemplo reciente lo encontramos en el edificio Torre Norte, en Juan de Borbón, que en junio recibió el visto bueno al informe ambiental para su cambio de uso terciario a residencial. Lo que en principio se levantó con la intención de ser un edificio para oficinas se convertirá así en otro bloque residencial, una vez que, resuelta toda la tramitación, se apruebe por la Junta de Gobierno.

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Desde la Asociación de Promotores Inmobiliarios (Apimur), hablan de una «necesidad urgente» de viviendas. Su presidente, José Ramón Blázquez, cuenta que «se están intentando sacar incluso de debajo de las piedras», y por eso se recurre también a retomar proyectos abandonados largo tiempo porque «hay que aprovechar lo que esté desaprovechado», ya sea poniendo en marcha de nuevo las obras, como en La Ñora, o solicitando cambios de uso, como en Torre Norte. Aunque también sabe que «hay que ver las necesidades que existen ahora, porque las de entonces no eran las mismas». En todo caso, recuerda que el ritmo anual de constitución de hogares avanza a un ritmo más rápido que la construcción de inmuebles: «Necesitamos agilidad porque las medidas en vivienda siempre son muy lentas».

El presidente de Apimur considera que «hay que aprovechar lo desaprovechado» para atender la demanda

La estabilización del crédito y, por tanto, de la financiación para impulsar proyectos inmobiliarios es una las causas que está detrás de la dinamización de la actividad promotora. De la misma se están beneficiando actuaciones que avanzaron en su día para quedarse a medias o en fase inicial. «Hay un dinamismo muy importante», explica el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento, Antonio Navarro.

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Al eje de Guadalupe–La Ñora se suman ahora otras zonas el pulso de la construcción toma nueva vida: Churra, Zarandona, Cabezo de Torres o, a lo largo de la Costera Sur, La Alberca y El Palmar también están notando ese dinamismo.

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