La casa Torre Falcón de Murcia abrirá sus puertas rehabilitada a principios del año 2024

Según las previsiones iniciales, el proyecto de rehabilitación debería haber estado concluido prácticamente ya. Pero dos años después, la casa Torre Falcón se encuentra totalmente comida por la maleza. Entre medias, una pandemia, una moción de censura e, incluso, la inclusión de este pedacito de historia de la huerta de Murcia en la 'Lista Roja del Patrimonio Español' de la asociación Hispania Nostra por su deficiente estado de conservación. No obstante, el calendario vuelve a contar con una fecha para la puesta en valor de esta casa solariega del siglo XVIII, en la que es difícil no reparar al contemplarla sobresaliendo sobre las pantallas acústicas de la Ronda Oeste, a su paso por Espinardo.

Será a finales del año próximo o principios del siguiente cuando este emblema de tiempos pasados luzca totalmente recuperado, ya que cuenta con un plazo de ejecución de 12 meses. Lo hará posible la inclusión en los Presupuestos municipales de una partida de 450.000 euros, que se verá complementada por remanentes de ejercicios pasados hasta alcanzar los 688.339 euros en los que está presupuestado el proyecto. Esta cifra es, sin embargo, superior a la prevista hace dos años, cuando se estimó un coste de licitación de unos 550.000 euros -un 25% menos- y que se ha visto encarecido en este periodo por «la subida de los materiales y por cambios que ha habido que hacer para ejecutar la obra», según apuntan fuentes municipales.

«Será licitado rápidamente», aseguraba ayer el concejal de Urbanismo y Transición Ecológica, Andrés Guerrero. La inclusión de la partida en las Cuentas de 2022 nace de la negociación entre el Gobierno actual y Podemos, aunque hay que recordar que la propuesta fue concebida en la etapa de Ballesta y mantiene, prácticamente, el mismo diseño de entonces.

«La protección del patrimonio de todos los murcianos es una de las prioridades para este equipo de gobierno, a lo que nos comprometimos», defendió el alcalde, José Antonio Serrano, poniendo en valor esta apuesta frente a otras actuaciones de gobiernos anteriores como «el fomento de la construcción de centros comerciales, la colocación de mármol en Alfonso X o el convertir la circular en un lugar inhóspito». «No podemos permitir que este legado se pierda», añadió. Frente a estas afirmaciones, los populares defienden que fueron ellos los que «dejaron redactado y terminado el proyecto» y que, si no se ha ejecutado todavía, es por la parálisis del PSOE».

La propuesta abarca la totalidad de las obras necesarias para la rehabilitación integral del edificio -catalogado con un grado de protección 2- y adecuarlo al uso público. La intervención contempla el refuerzo del sistema estructural de los muros de carga existentes, la demolición de los forjados y la creación de unos nuevos, y la sustitución de la cubierta, cuyas tejas y pavimentos se volverán a reutilizar y colocar en obra. Se prevé, además, mantener el patio con un anexo que albergará los usos complementarios de la casa Torre. Este será de nueva construcción, adosado a las paredes, que se conservarán en la medida de lo posible. El espacio interior se mantendrá diáfano para permitir diferentes usos.

Por otra parte, se prolongará la red de abastecimiento, electricidad y alumbrado público para dotar el edificio de los correspondientes servicios municipales. El inmueble dispondrá de las instalaciones de climatización, electricidad, agua y saneamiento, teniendo siempre presente el ahorro y la eficiencia energética. Para el saneamiento se ha previsto un sistema natural por fitodepuración (humedal artificial con plantas acuáticas), sistema totalmente ecológico y sin consumo de energía eléctrica. El sistema de ventilación de la instalación de climatización se conecta a un pozo canadiense, que aprovecha la temperatura del terreno para actuar como intercambiador de calor y aportar aire al sistema a una temperatura más aproximada a los requerimientos de confort del interior. Asimismo, el entorno de la parcela se tratará superficialmente y se dotará de espacios de estancia y vegetación para configurar huertos-jardín con vegetación como cítricos y aromáticas (hierbabuena, lavanda, tomillo).

La nueva vida que espera a este inmueble será solo una más de las que esta casa torre ha tenido desde su edificación en el siglo XVIII, cuando nació tanto como centro logístico para la explotación agropecuaria y sedera como para servir de lugar de recreo a la familia noble que le da nombre. Este último uso se fue potenciando con el paso de los años y, con la caída de la rentabilidad de la explotación, pasó por distintos propietarios, entre ellos los Marqueses de Ordoño, según explicó en su día María Haber, arqueóloga y profesora asociada de la Universidad de Murcia que ha participado en el proyecto.

En el año 2003, sus últimos titulares vendieron la casa a la promotora de viviendas Joven Futura y, posteriormente, fue cedida al Ayuntamiento de Murcia como equipamiento público a cambio de un mayor volumen de edificación. Desde entonces, se encontraba en estado de abandono, sufriendo un gran deterioro por la falta de mantenimiento y el vandalismo, que supuso, incluso, el robo de su rejería, con dos siglos de historia. No fue hasta 2017 cuando el Consistorio decidió acometer medidas básicas de conservación, preparatorias del proceso de recuperación que ahora se emprende.

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