La Policía busca al sospechoso de un doble apuñalamiento en una discoteca de Murcia
La UDEV lanza una requisitoria contra Sulyman J., cuyo ataque fue captado por las cámaras del local
Las imágenes no dejan mucho espacio a la duda, pero el paradero de Sulyman J. es, a día de hoy, una incógnita. La Policía Nacional ha lanzado una orden de búsqueda y detención contra este vecino de Las Torres de Cotillas como presunto autor de un doble apuñalamiento el pasado mes de junio a las puertas de una discoteca de Murcia. Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) ya han logrado arrestar al joven que supuestamente le acompañaba esa noche, Ibrahim M., pero trabaja ahora para desvelar el paradero del presunto autor material del ataque. El melillense, de 27 años, arrastra, al menos, otras cinco detenciones a sus espaldas y fue captado por las cámaras de seguridad del local.
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Los hechos en los que la Policía lleva semanas buceando, y que ya han sido asumidos por el Juzgado de Instrucción número 8 de Murcia, que dirige la causa, se produjeron el pasado 14 de junio, en torno a las cinco de la madrugada, a las puertas de la discoteca Bugatti, un conocido local de ocio en el polígono industrial de San Ginés, en Murcia. Un amigo de uno de los afectados explicó a los agentes que se encontraba a las puertas del local con su novia cuando vio llegar a Sulyman e Ibrahim, a los que conocía con anterioridad. En esa primera escena, tal y como relata el joven, Ibrahim llamó a su novia «puta», lo que les llevó a enzarzarse en una pelea. Según su versión, los porteros los sacaron al aparcamiento y allí Ibrahim le lanzó un puñetazo, defendiéndose él con otro golpe. En ese momento, apareció por allí su amigo, que trató de mediar entre ellos y se convertiría poco después en una de las víctimas del doble apuñalamiento de esa madrugada. «Sulyman se me encaró diciéndome: ¿Tú también quieres», explica el afectado, de 27 años. «Entró en la discoteca, y salió de nuevo con intención de agredirme. Pero lo sujetaron».
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Un primer enganche
Tras este primer enganche, los dos sospechosos se marcharon de la zona en un Audi plateado, regresando a los pocos minutos. Las cámaras de seguridad de la discoteca captaron los movimientos de unos y otros. Sulyman se sube a un pequeño muro que separa el aparcamiento de la discoteca de otro negocio anexo. «Comenzó a buscar algo en la cintura del pantalón y creí que iba a sacar una pistola y me iba a matar», relata el afectado. «Di unos pasos para atrás y me caí al suelo». Aprovechando esa circunstancia, según recoge la Policía Nacional en su atestado, al que LA VERDAD ha tenido acceso, el sospechoso propina al joven una puñalada en glúteo izquierdo. El amigo que se encontraba inicialmente en la zona con su novia, y que fue testigo de los hechos, explicó a los investigadores que el también temió que Sulyman esgrimiese una pistola, por lo que se escondió en una nave cercana no viendo nada de lo que pasó después.
En ese momento entra en escena el tío de la víctima, que, al parecer, se interpuso para evitar la agresión y acabó recibiendo también acometidas con el arma blanca. «Cogí a mi sobrino de la camiseta para apartarlo y en ese momento él me dio con la navaja varias veces». El informe del hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, donde ambos fueron atendidos esa madrugada, recoge que presentaba lesiones en el muslo y en la ingle izquierda.
Un móvil como parapeto
Unas heridas que, explicó el propio afectado, no fueron a más porque llevaba el móvil en el bolsillo del pantalón y, de alguna forma, el dispositivo mermó la profundidad de la lesión. Aún así, este afectado sostuvo que tuvo que recibir hasta catorce puntos de sutura y quince grapas. En su declaración ante los investigadores de la UDEV, uno de los afectados explicó que, tras ser apuñalados, trataron de refugiarse en la discoteca, pero los porteros se lo impidieron siendo perseguidos por el aparcamiento por el principal sospechoso que, tal y como se aprecia en las imágenes, aún esgrimía el cuchillo.
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La Policía Nacional consiguió localizar y detener al joven que presuntamente acompañaba a Sulyman esa madrugada. Tras negarse a declarar y prestar su consentimiendo a la muestra de ADN, quedó en libertad acusado de un presunto delito de lesiones. La Policía Nacional ha emitido, a su vez, una requisitoria de búsqueda y captura, de, en principio, un mes de duración, para tratar de localizar a Sulyman del que, reconoce en el atestado, a día de hoy se desconoce el domicilio y paradero.
«Estás muerto»
El amigo de los afectados aseguró, en su declaración ante la Policía, que tras estos hechos ha recibido numerosas llamadas al móvil a las que no ha respondido. Al no hacerlo, según contó, recibió un mensaje que decía «tus muertos, estás muerto», que posteriormente fue borrado. El testigo sostuvo que conocía que ese número desde el que le llamaron y enviaron el mensaje pertenecía a Ibrahim. El motivo, según reconoció, era que éste le había escrito a su novia por la red social Tik Tok y le pidió el número de teléfono a la joven, aceptando ella porque le dijo que solo quería que hablasen.
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Uno de los afectados también acudió a la comisaría policial a finales del pasado mes para ampliar su denuncia advirtiendo de que se siente «amenazado». Según explicó los hechos ocurrieron el pasado 19 de junio cuando se encontraba con una familiar y un amigo en el colegio de su hijo con motivo de la graduación de este. Cuando iba a montarse en el coche que tenía aparcado en un descampado cercano, acompañado de su expareja, relató, se paró junto a él un Mercedes conducido supuestamente por Ibrahim. Este los miró unos segundos para seguir conduciendo a una rotonda donde dio la vuelta y regresó despacio hacia él. El afectado sostuvo su convencimiento de que no les hizo nada porque «había mucha gente».
Tras este hecho, según su versión, fueron seguidos por ese y otro vehículo por las calles del municipio. Al asustarse se desplazaron hasta el cuartel de la Policía Local de Las Torres de Cotillas, donde permanecieron un rato hasta que una patrulla los escoltó hasta la entrada de la autovía. El joven aseguró sentirse «amenazado», lamentó no poder ir tranquilo a ver a su hijo y expresó el miedo que su expareja tiene de dejarle al pequeño por si alguno de los implicados en el ataque le hicieran algo.
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«La reiteración de golpes demuestra la intención homicida»
El abogado Raúl Pardo Geijo ejercerá la acusación particular en este caso en representación de las dos víctimas de este doble apuñalamiento a las puertas de una discoteca de Murcia. El letrado aguarda la detención del presunto autor del ataque y la declaración de todos los implicados para entrar a valorar el asunto. Avanza, no obstante, que a su entender, «al margen del abuso de superioridad, la reiteración de golpes demuestra la clara intención homicida» por lo que, una vez valoraba la prueba en su conjunto, prevé acusar de un presunto delito de homicidio o asesinato en grado de tentativa.
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