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Paseo por las trincheras de la Guerra Civil
'La Verdad' se une a una excursión organizada por la Concejalía de Juventud por las zanjas defensivas en el Valle Perdido
Combinar una actividad al aire libre, como es un paseo de ocho kilómetros por la sierra de El Valle-Carrascoy y, a la vez, conocer algo más de la historia de Murcia. En concreto, dónde están y en qué estado se conservan las trincheras y otras fortificaciones de la guerra civil española. Este es el objetivo conseguido ayer con la excursión de ocho kilómetros y cuatro horas de duración por El Valle, en la que participaron una treintena de jóvenes mayores de 18 años y menores de 30, y a la que se sumó un equipo de 'La Verdad'. Se trata de una actividad organizada por la Concejalía de Juventud, que dirige Rebeca Pérez, -que participó en el recorrido- dentro del programa Redes que incluye cada fin de semana hasta 40 actividades distintas como batucada, cosmética natural, decoración navideña y artesanía con materiales reciclados, patinaje, esgrima, ajedrez, cómic manga, guitarra eléctrica y española, dibujo y pintura, BMX (saltos en bicicleta) y K-Pop (baile coreano), entre otras.
El punto de encuentro era La Pisada del Diablo, en El Valle Perdido, a las 9 de la mañana. Después de una semana de chubascos y nubarrones, el tiempo acompañó a la treintena de jóvenes, muchos de ellos universitarios, que se apuntaron a esta excursión, gratuita, que el Ayuntamiento promociona en su web y en las redes sociales.
Al frente de la expedición estaban los hermanos José María, Eduardo y Rubén Buitrago, de la empresa Buitreaventura (info@buitreaventura.com), especializada en rafting, barranquismo y otros deportes de aventura. Para la jornada de ayer contaron con la ayuda de otros dos técnicos deportivos en montaña, Alejandro e Iván, formados en la escuela del Valle de Arán, que guiaron al grupo durante las cuatro horas de excursión.
«Aquí no hubo tiros»
Antes de arrancar, José María Buitrago explicó algunas nociones básicas al grupo, al que animó a «no andar por andar, sino aprovechar para aprender un poco, a la vez que disfrutáis del paisaje». La lluvia de los últimos días tiñó el recorrido de un colorido más verde, a la vez que se podían apreciar diversas clases de hongos en la tierra aún algo húmeda por el agua caída durante la semana. «Lo bueno -añadió- es que aquí no se pegaron tiros porque, aunque la construcción de las trincheras comenzó en 1937, se terminaron en 1939, cuando la contienda civil ya llegaba a su fin». Buitrago advirtió también que «no es una ruta excesivamente fácil, porque hay que subir cabezos, ya que las construían siempre en lo alto para tener mayor visibilidad».
Otro de los técnicos en montaña, Alejandro Lucas, explicó que «la planificación de las trincheras la comenzó el general Primo de Rivera en 1926 pero la construcción no se inició hasta 1937 a cargo del bando republicano del presidente Manuel Azaña y se terminó en 1939 cuando ya no hacían falta porque la Guerra Civil había terminado». Añadió que «el puerto de Cartagena era un bastión republicano muy importante y, al principio, la defensa se orientaba hacia el mar. Más tarde se pensó en montar la línea de defensa desde Archena hasta la costa y una de las áreas mas importantes fue la del Valle, en donde se excavaron 16 zanjas defensivas». Durante la excursión de ayer se realizaron paradas en seis de ellas, así como en un refugio y en un búnker.
Los excursionistas hicieron una parada en el Castillo del Portazgo para almorzar y reponer fuerzas. En general, fruta, bocadillos y agua. Aunque Laura Tenza, de 24 años, que acaba de terminar Ciencias y Tecnologías de los Alimentos fue más original: un batido con agua, zumo concentrado de dátiles, almendras molidas, té matcha y quinoa.