Interior del inmueble harinero, con su configuración actual, tras las obras de rehabilitación de hace un lustro. AYTO.

El Consistorio de Murcia convertirá el Molino del Amor en un centro de visitantes para internarse en la huerta

Más allá de ser el punto de partida de la ruta de la Aljufía, acogerá un espacio para documentar y transmitir los usos, costumbres y tradiciones de la zona

Domingo, 15 de diciembre 2024, 07:34

Una celebración del pasado huertano de Murcia con la recuperación de una parte simbólica de sus raíces y costumbres. Eso es lo que supuso ... el fin de las obras de rehabilitación del conocido como el Molino del Amor, enclavado en la pedanía periurbana de La Albatalía. Los trabajos de consolidación y adecuación del inmueble, de propiedad municipal y que se encontraba casi en ruinas, concluyeron en la primavera del año 2020. Pero si el proyecto tuvo un camino algo tortuoso (tardó un lustro en materializarse), la tarea de encontrar un destino concreto a este edificio no le ha ido a la zaga.

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Se habló entonces de convertirlos en un espacio para la cultura, con conciertos, exposiciones y actividades para la divulgación del patrimonio de la huerta. Sin embargo, todavía no se ha dado uso a este molino harinero, ubicado justo al final del paseo del Malecón, en la carretera de la Ñora, donde la ciudad acaba por internarse definitivamente en un entorno agrícola tradicional, aunque, eso sí, trufado de chalés con piscina. Parece, no obstante, que el Consistorio murciano pondrá remedio próximamente a esta indefinición con una nueva propuesta ya perfilada y que cuenta, además, con una dotación económica asignada.

Ha sido en este caso la Concejalía de Turismo, Comercio y Consumo del Ayuntamiento la que ha cogido las riendas del proyecto para proceder de manera definitiva a su culminación. Ya anunció el concejal del ramo, Jesús Pacheco, durante la presentación de los presupuestos municipales para 2025 de su departamento, que estos incluían una partida para el plan de modernización y acondicionamiento de los centros de visitantes de La Luz, San Antonio y Monteagudo, así como para la apertura de uno nuevo.

Pues bien, fuentes municipales han confirmado a LA VERDAD que será el Molino del Amor el que acoja este nuevo recurso turístico, en el que la cultura y la historia también jugarán un papel fundamental. Para ello, se destinará una inversión de más de 55.000 euros, cofinanciada con fondos europeos Next Generation, a través del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino. La idea es que se generen sinergias en conjunción con otra propuesta de próxima ejecución, financiada también gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia: la de señalización y acondicionamiento de la ruta verde de la Aljufía, entre el jardín de Alameda, todavía en la capital, y el Azud de la Contraparada (donde nace la red de acequias de la huerta de Murcia), convirtiéndose este molino en uno de sus puntos de partida.

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Esta propuesta ayudará, así, a acabar de conceptualizar la huerta como un producto o un recurso turístico, algo que no se ha logrado hasta ahora, ofreciendo al viajero un punto de información y referencia para acceder a ella y que cuenta, además, con conexión de transporte público. Para acabar de redondear la experiencia del visitante, se ubicará en este edificio el nuevo Centro de Interpretación de la Huerta de Murcia, o lo que es lo mismo, un espacio de documentación etnográfica en el que se recogerá, tratará y expondrá material relativo a los usos y costumbres de este entorno, a través tanto del patrimonio escrito como de tradición oral, con textos y archivos sonoros o audiovisuales digitalizados, que recojan, entre otros, el habla popular, testimonios, cantos, músicas y bailes, sin olvidarse tampoco del contenido fotográfico y de elementos tangibles relativos al patrimonio arquitectónico, industrial y arqueológico. En definitiva, se quiere convertir este centro en una gran arca de conocimiento, para cuya confección se ha contado con el asesoramiento del prestigioso etnógrafo Tomás García Pagán.

Acceso a la parcela que ocupa el restaurado Molino del Amor, que se encuentra rodeado de huertos y acequias. Vicente Vicéns / AGM

Trabajos a ejecutar

Para adecuar el inmueble a tal fin se prevé la adquisición de mobiliario y material informático, que permita habilitar un puesto técnico para la recogida, grabación, digitalización y tratamiento de los contenidos. Asimismo, se plantea ubicar en los paramentos del centro soportes expositivos que permitan un acercamiento didáctico al territorio de la huerta, a través de paneles, pantallas y otros dispositivos de información.

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También se propone colocar señalética y dotar los espacios exteriores de equipamientos que los hagan más amables como aparcabicicletas, fuentes de agua potable y zonas de sombra y descanso. Finalmente, se hace indispensable para la recepción de visitantes la creación de un aseo.

Datado en el s. XVII, este molino harinero fue adquirido por las madres Agustinas entrando en el s. XVIII, de las que recibió su configuración actual y el nombre de 'Amor de Dios'. Tras la desamortización, asumió las novedades propias de la revolución industrial, para ser abandonado en 1946 y acabar sus días como comedor para los trabajadores de una fábrica de conservas cercana. Ahora será la puerta de entrada simbólica a todo un universo patrimonial a preservar.

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