Comienza la reparación de los grandes daños de la autovía Zeneta-San Javier

La actuación incluye la reconstrucción de las vías de servicio y del carril bici, la estabilización de taludes de desmonte así como la reconstrucción de diferentes elementos de drenaje longitudinal. También se realizará una limpieza y revestimiento de las cunetas de la autovía, y se renovará la señalización horizontal de la zona de intervención. Asimismo, se repondrá la valla de dos metros de altura en las zonas afectadas de las vías de servicio y del carril bici, indica el departamento de Díez de Revenga.

Explica que la planificación de los trabajos se ha realizado de forma que no interrumpa la habitual afluencia de tráfico en verano, por lo que en estos meses se centrarán en las áreas del carril bici. Está previsto que las reparaciones finalicen en noviembre. Este eje, que tiene su continuidad en la llamada 'autovía del bancal', pendiente de ejecutar entre Zeneta y Santomera, ha dejado de nuevo al descubierto sus deficiencias con motivo de la próxima apertura del Tramo Este del Reguerón, que construye la Demarcación de Carreteras del Estado.

Los usuarios notarán una gran diferencia entre ambas autovías, ya que en esta última el Ministerio ha previsto los problemas que pueden surgir en el futuro en este tramo, por lo que ha estabilizado el terreno con más de 200 kilómetros de columnas de grava y otros 2.000 kilómetros de mechas drenantes, junto a 1,2 millones de metros cuadrados de lámina geotextil, formando un sólido cimiento de la infraestructura.

El año pasado, la Consejería de Fomento anunció la apertura de una investigación para determinar las posibles responsabilidades que podría tener la empresa constructora del tramo Zeneta-San Javier, que requiere una profunda y costosa renovación debido al progresivo deterioro que sufre como consecuencia del hundimiento del firme y de las numerosas deficiencias detectadas en su estructura. Los primeros análisis revelaron la existencia de «agua en circulación por dentro de los terraplenes».

Desde su apertura hace once años, son continuas las reparaciones. La velocidad está limitada en varios tramos para que los conductores extremen las precauciones. La Consejería indicó tiempo atrás que la seguridad «está garantizada siempre y cuando se respeten las señales de velocidad y otras normas, como en cualquier otra carretera».