De los barrios a las pedanías y de la ciudad al campo: ¿cómo es la población de Murcia?

¿Cómo son sus vecinos? Basta pasear por el entorno del barrio para hacerse una idea de cuál es la composición de su población en términos demográficos. Una abundante cantidad de niños correteando por las calles puede indicar que se trata de un vecindario joven. O es posible que los residentes de la manzana sean gente a la que su familia conoce de toda la vida y que son, por tanto, personas mayores, o por el contrario se trata de un área de carácter multicultural, donde se nota una fuerte incidencia de la inmigración. Una mayor cantidad de edificios altos y contiguos también son síntoma de una alta densidad de población.

Todas esas características poblacionales y demográficas, que uno puede intuir a través de sus propios sentidos e impresiones, quedan ahora negro sobre blanco con la publicación esta semana por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) de los datos de 2021 del proyecto europeo de Indicadores Urbanos (Urban Audit) relativos al municipio de Murcia. Este recoge cifras estadísticas divididas en áreas geográficas o subdistritos de entre 5.000 y 40.000 habitantes, que permiten, a su vez, establecer comparaciones entre dichas zonas.

Antes todo esto era campo, aunque un poco menos que diez años atrás: un primer vistazo a esta estadística permite inferir que las pedanías más al sur de Murcia, aquellas que se encuentran pasado el Puerto de la Cadena y que tienen un carácter más rural, son las menos pobladas. Y no solo por sus apenas 12.604 habitantes, en términos absolutos, sino porque en términos relativos cuentan con una densidad de población de menos de 35 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a los 519 de la media municipal. Se trata de en este caso de un área que aglutina las poblaciones de Carrascoy, Corvera, Baños y Mendigo, Gea y Truyols, Sucina, Jerónimo y Avileses, Los Martínez del Puerto, Valladolises y Lobosillo.

No con tanto espacio, pero también bastante a sus anchas, viven los vecinos de las pedanías más al occidente de la capital (Cañada Hermosa, Javalí Nuevo, Javalí Viejo, La Ñora, Guadalupe, Barqueros y Sangonera la Seca). Y es que sus 24.960 habitantes se distribuyen por el territorio a razón de 162 habitantes por kilómetro cuadrado.

En el otro extremo se encuentran los habitantes de los castizos barrios al oeste del casco urbano (San Antón, San Miguel, Santa Catalina, San Nicolás, San Andrés, San Antolín y San Pedro). Sus 27.169 vecinos ocupan 1,24 kilómetros cuadrados, lo que deja la densidad poblacional en los 21.910, seguida de cerca por los 17.625 del subdistrito que agrupa a los populosos barrios del noroeste de La Flota, La Fama, Vistalegre; y los 17.584 de sus vecinos de su inmediato sur, los de San Bartolomé, Catedral, San Lorenzo, Santa Eulalia, San Juan, La Paz y Vistabella.

Sin embargo, se trata de áreas que, pese al crecimiento poblacional constante del municipio, han ido perdiendo población en la última década. Ese descenso ha sido absorbido por subdistritos como el que incluye a Santiago y Zaraiche, probablemente por el desarrollo del entorno de Juan de Borbón, principal zona de expansión urbana de la ciudad, y que gana unos 12.000 habitantes.

Aunque la regla que dicta la lógica en cuanto a sexos es la del equilibrio -tal y como marca la media municipal- las tres zonas más densamente pobladas destacan, asimismo, por ser las que presentan una mayor proporción de mujeres, ya que alrededor del 53% de sus residentes son féminas.

Este dato se contrapone a la composición de los subdistritos menos densamente poblados, donde los hombres superan la mitad de la población, muy posiblemente por la importante presencia de trabajadores vinculados al sector agrícola, que podrían haber llegado a asentarse en estas áreas sin el acompañamiento de un núcleo familiar.

De hecho, por lo que respecta a la procedencia autóctona o foránea de la población, las áreas con mayor población extranjera son precisamente las de las pedanías del ámbito rural (con casi 41 de cada cien, cuando la media está en 12), muy posiblemente tanto por la mencionada incidencia en esas zonas del trabajo en el campo, en el que desarrollan su actividad muchos ciudadanos extracomunitarios, como por la presencia de 'resorts', que acogen a vecinos procedentes de diversos países de Europa. No obstante, cerca de dos de esos 41 han nacido ya en España, pese a no tener la nacionalidad. En el resto de áreas de municipio, los nacidos fuera del país suman más que las personas estrictamente con nacionalidad extranjera, lo que implica la asunción de la ciudadanía española por una parte de estos.

Fuera de las zonas rurales, el mayor porcentaje de moradores procedentes más allá de las fronteras del país se halla en la zona de El Carmen y Barriomar, algo que no resulta muy de extrañar, dado el más que manifiesto multiculturalismo que se percibe con tan solo pasear por estos barrios. En ellos, más de 27 de cada 100 vecinos llegaron de fuera de España y 24 de ellos no tienen por el momento la nacionalidad española. La presencia de foráneos es muy poco perceptible estadísticamente en las pedanías más occidentales de la capital, donde los nacidos en el extranjero suponen ocho de cada diez vecinos, aunque no poseen la nacionalidad unos seis.

En lo que toca a la juventud de vecinos, las pedanías del suroeste (Sangonera la Verde, El Palmar, San Ginés) y las situadas más al norte (Santiago y Zaraiche, Zarandona, El Esparragal, Cobatillas y Monteagudo) son las que presentan la mayor proporción de infantes. Y es que casi uno de cada cinco habitantes en estas zonas tienen menos de 14 años, o dicho de otra manera, son aún niños. La cara opuesta la presentan los barrios castizos -los del Oeste, el centro histórico y El Carmen-, más complicados quizás para la vida en familia, donde los menores de 14 son entre 12 y 13 de cada cien, cuando la media del municipio está en 16.

De hecho, estas zonas -salvando El Carmen-, que están entre las más antiguas de la urbe, presentan, y no podía ser de otra manera, la mayor cantidad de jubilados, con entre 21 y 23 de cada cien -frente a la media, que también se encuentra 16-, casi los mismos que en los céntricos barrios al noroeste del Segura (La Flota, La Fama y Vistalegre). Son precisamente puntos donde las mujeres presentaban una mayor proporción, pero ya se sabe aquello de la longevidad femenina frente a la de los varones.

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