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El Ayuntamiento de Murcia prepara la extinción del contrato con la empresa de los autobuses 'coloraos'
Los trabajadores están en huelga indefinida por el recorte salarial de más del 40%
El Ayuntamiento de Murcia ha decidido no esperar más y este lunes inició los trámites para extinguir el contrato del servicio de transporte urbano, conocido como los 'coloraos', alegando el incumplimiento del acuerdo firmado por la concesionaria. «Estamos ante una grave negligencia en la prestación del servicio por causas que no obedecen a fuerza mayor», argumenta en un informe la Concejalía de Movilidad Sostenible, que dirige Carmen Fructuoso.
El Ayuntamiento considera que la huelga iniciada por la plantilla (que está acampando desde la medianoche del domingo en las instalaciones de la UTE Transportes de Murcia) «responde a una reducción de salario como consecuencia del inicio de la inaplicabilidad del convenio colectivo y, por tanto, dentro de la esfera laboral y contractual entre empresa y trabajadores».
Reprocha que la concesionaria no haya aportado «un plan de contingencia, es decir, que no se ha prestado el servicio por carecer de personal suficiente ni de manera puntual ha sido sustituido», añade el informe. En él, se recuerda que en la cláusula 18.2.1 del pliego de condiciones del contrato es infracción muy grave dejar de prestar el servicio de transporte salvo caso de fuerza mayor o causa justificada, comunicada y conocida por la Administración con quince días de antelación, y autorizada por ella.
Recuerda que esta conflictividad laboral «se conoce desde que se prorrogó el contrato del servicio y que la empresa debería haber previsto con tiempo la falta de conductores, independientemente de las actuaciones que entre las partes correspondan», sin afectar al servicio prestado.
Por último, el Ayuntamiento requiere a la concesionaria «el restablecimiento inmediato del servicio» y anuncia que abrirá otro expediente para prohibir la concurrencia de esta UTE y las empresas que la forman a la nueva licitación del transporte urbano que está tramitando la corporación. Este nuevo contrato prevé unificar el servicio del transporte urbano e interurbano del municipio de Murcia y debe comenzar a funcionar el próximo mes de diciembre.
«El ánimo está bien»
Por su parte, los trabajadores siguen acampados junto a las cocheras de la concesionaria y, en palabras del presidente del comité de empresa, Miguel Cano, «nuestro ánimo está muy bien y agradecemos la solidaridad que nos están transmitiendo muchos de los pasajeros».
Loa plantilla, formada por 98 empleados, decidió parar al 100% como protesta por la reducción de casi un 42% de su nómina. El salario base de un conductor es de 1.530 euros mensuales, que se verá rebajado a 920 euros, más el importe de los distintos pluses, que también se verán reducidos en la misma medida.
Ante la decisión del Ayuntamiento, Cano destaca que, «por fin, hacen algo, aunque creo que van tarde», y recuerda que hace tiempo que los trabajadores le pidieron el «rescate o intervención del servicio, que sí hubiera supuesto algún avance».
«Aunque nos afecte la huelga, el recorte no es justo»
Carmen es una joven usuaria del transporte urbano en autobús, los conocidos como 'coloraos'. Su ruta habitual parte de El Palmar y su destino es la calle Abenarabi. Este lunes por la mañana, se encontró con que el enlace, que suele hacerlo en la parada de la Glorieta donde se sube al C-5, era imposible por la huelga. «Estoy esperando a coger otro bus que me acerque lo más posible allí», explica, tras reconocer, como muchos otros, que no estaba informada. «Si es cierto que les quieren quitar casi la mitad del sueldo, no me parece justo, aunque nos quedemos sin servicio; es muy fuerte y comprensible la huelga», añade esta joven.
No hubo pocos usuarios que conocieron la noticia a pie de parada de autobús por otros que aguardaban para subirse a otras líneas que sí funcionaban.
«Con razón llevo esperando aquí casi una hora», exclamó una mujer que prefirió no dar su nombre y que había echado a andar desde una parada junto al hospital Reina Sofía para adelantar camino. Al final, en la parada de La Glorieta se enteró de la causa del retraso.
Una pareja de mediana edad, que debía llegar a hacer un curso en la Fremm, optó por coger un taxi para llegar, aunque lo harían tarde. «Ahora entendemos por qué la aplicación de los autobuses no da información de las llegadas, solo pone 'sin estimaciones'; podían haber informado de que no había servicio por huelga», lamentan.
No fue el único caso, también en la parada de la alameda de Colón, junto al jardín de Floridablanca, varias mujeres estaban desesperadas. «Con razón no funcionan los paneles informativos, pero ni siquiera los interurbanos», comentan. Entienden también las razones de la huelga, pero no comprenden que desde el Ayuntamiento no se hubieran puesto avisos en las paradas, por ejemplo, informando de que no habría servicio por huelga. «Nos hubiera servido de gran ayuda».