El Ayuntamiento de Murcia delimitará el carril bici del Puente Viejo a partir de la próxima semana

Es cierto que el Ayuntamiento decidió modificar el contrato licitado por el PSOE para cambiar las coloridas plataformas exclusivas y segregadas que preveía por un pavimento especial con apariencia de falso adoquín. No precisó, en ningún momento, que esta uniformidad en el diseño, que únicamente buscaba «realzar la monumentalidad de este entorno», conllevara la desaparición del carril bici previsto, aunque, por fuerza y ante la falta de espacio, el vehículo privado debería compartir de alguna manera vía tanto con las bicicletas y patinetes como con los autobuses.

Finalmente, fuentes municipales han confirmado a LA VERDAD que la configuración final incluirá el trazado del carril bici exclusivo y bidireccional, aunque sin precisar aún los elementos que se emplearán, en concreto, para su delimitación tras las modificaciones aprobadas. También precisó que estas tareas de deslinde se llevarán a cabo tras el puente de la Constitución, aunque sin apuntar una fecha concreta.

El motivo de este compás de espera, según precisan las mismas fuentes, es que informes técnicos en materia de tráfico y seguridad aconsejan mantener abiertos los dos carriles actuales del puente, dado que esta semana tendrán lugar en la zona actividades multitudinarias, como la inauguración, hoy, del Mercadillo de La Glorieta y la representación del Cuento de Navidad y el encendido, mañana, de las luces navideñas de barrios y pedanías.

Lo que está claro es que, durante estos días, deja una sensación más que extraña encontrarse con una bicivía segregada que, procedente de Alameda de Colón, acaba en la plaza de Camachos y no vuelve a estar disponible hasta atravesar el Puente Viejo. De hecho, varios discos de dirección prohibida intentan advertir a los ciclistas y a los usuarios de los vehículos de movilidad personal (VMP) que circulan desde el Carmen y en dirección al río de que ese sentido no está permitido en estos momentos.

Sin embargo, lo que dice la señal no se corresponde con el hecho de que la infraestructura necesaria para la implantación de dicha plataforma se encuentra ejecutada a la altura de la plaza Camachos, ya que la obra para que el carril pase por detrás de la parada de autobús está ya ejecutada. Eso lleva a que, bien por no percatarse de la señal de tráfico, bien por ignorarla, los usuarios de estos vehículos sostenibles de dos ruedas sigan la marcha, continuando incluso en dirección prohibida por la avenida de Canalejas, donde desaparece cualquier rastro de carril bici, y por el propio puente.

Genera esta circunstancia varias situaciones de peligro; primero para los ciclistas o usuarios del patinete que llegan en sentido contrario hasta el paso sobre el río y que se pueden encontrar, en un cambio de rasante, con un vehículo de motor de frente, incluido un autobús, capaz de llevárselos por delante; segundo para los propios peatones, ya que muchos de los usuarios de estos medios de transporte de dos ruedas, conscientes de la situación, optan por subirse a la acera, sin desmontar -a pesar de tratarse de una conducta prohibida- y con el riesgo de poder atropellar a un viandante.

No obstante, muchos de estos ciclistas y conductores de patinetes y bicis optan por bajarse de su vehículo y atravesar el Puente Viejo a pie. Una de ellas es Patricia, que usa la bicicleta para llegar desde el Carmen a la Circular y coger allí el tranvía, rumbo a su puesto de trabajo en Nueva Condomina. «Que lo acaben cuanto antes; estos carriles nos dan seguridad a los ciclistas, porque los coches te pasan de una manera...», explicaba a LA VERDAD. «No es de recibo que la conexión del sur con el norte de la red no esté cerrada y haya que jugársela en sentido contrario», señalaba otro vecino del barrio que prefería no dar su nombre y cuya opinión compartía Evana, ambos a bordo de un patinete. «Queda como alternativa para evitar la dirección contraria cruzar por la pasarela Miguel Caballero, pero para evitar vueltas, prefiero cruzar por aquí patinete en mano», apostillaba Sebas. Si todo va según lo previsto, en unos días no tendrá que hacerlo más.