Un anciano de 84 años intenta matar a su vecino en Aljucer acusándole de haberle quitado a su novia

Un anciano de 84 años ha ingresado en prisión por orden judicial como autor de un intento de homicidio por haber tratado de apuñalar, presuntamente, a su vecino con un cuchillo de cocina al estar obsesionado, sin ser cierto, de que le había quitado a su novia.

Fuentes cercanas a la investigación han dicho que los hechos ocurrieron este lunes en la pedanía murciana de Aljucer, en la que residen ambos, y que los mismos no fueron a mayores porque un nieto del denunciante escuchó sus gritos de socorro y pudo, con la ayuda de un amigo, retener al agresor hasta la llegada de la Policía.

En su declaración, el denunciante, de 75 años, aseguró que se encontraba en un huerto y vio llegar a su vecino esgrimiendo el cuchillo, que tenía 15 centímetros de hoja, y aunque intentó huir, por lo irregular del terreno, tropezó y cayó al suelo, lo que aprovechó el detenido para echarse sobre él e intentar apuñalarlo.

Con gran esfuerzo, añadió en su declaración, logró sujetar la mano del presunto agresor y pedir auxilio, gracias a lo cual, con la llegada de su nieto, aquel no pudo consumar su acción.

Tanto la víctima de estos hechos como un familiar del anciano han coincidido en declarar a la Policía que este es una persona muy agresiva y que con anterioridad había tenido incidentes violentos con otros vecinos. Y han añadido que padece problemas mentales desde que murió su esposa, hace de ello cuarenta años, por lo que tiene prescrita una medicación.

El denunciante, que tuvo que ser atendido en un hospital de Murcia de las contusiones que presentaba por la caída y por el forcejeo con el detenido, ha asegurado que este le tiene manía desde hace tiempo.

También ha manifestado que el día anterior al intento de homicidio un familiar de aquel le había dicho que este estaba muy dolido porque creía que le había quitado a la mujer con la que mantenía una relación sentimental desde hacía cinco años y a la que le había hecho varias entregas de dinero por el afecto que le tenía.

Las diligencias instruidas por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) recogen que cuando llegaron los agentes el octogenario tenía agarrado el cuchillo en la mano y no lo soltaba, por lo que tuvieron que ser ellos mismos los que se lo arrebataran a la fuerza.