El molino Capdevila de Cieza abrirá después de verano como museo y sala de estudios

El proyecto ejecutado ha consistido en la rehabilitación de las tres plantas que tiene el inmueble en la actualidad y que abarcan una superficie de 779 metros cuadrados. En el interior del edificio se han creado espacios multiusos, un pequeño auditorio, sala de proyecciones, una ludoteca y una cafetería, entre otras dependencias. La edificación cuenta, asimismo, con una zona verde para la práctica de actividades al aire libre. La obra realizada ha dado especial relevancia a las energías alternativas para crear un inmueble que, en parte, pueda ser autosuficiente.

El regidor insistió en que este edificio «va a dotar al barrio de Santa Clara de un lugar para actividades múltiples, para el ocio y para homenajear a tantos deportistas y tantas entidades deportivas que han paseado el nombre de Cieza por el mundo». El molino de Capdevila fue desde el año 1900 un importante centro de elaboración de harina hasta que cerró sus instalaciones en 1959. En 1882 José Capdevila Marín promovió su construcción, concluyéndola doce años después. Para mover sus turbinas, utilizaba las aguas de una antigua corriente que atravesaba el lugar. Tras su cierre, el edificio quedó abandonado. A principios del siglo XX, el Ayuntamiento adquirió el inmueble con la idea inicial de convertirlo en el museo municipal del esparto, planteamiento que nunca se materializó. El Consistorio retomó el proyecto en 2020, solicitando ayudas a Europa que finalmente fueron concedidas en 2022.

Por otra parte, el Ayuntamiento avanza en la puesta en marcha de varias actuaciones financiadas con fondos comunitarios y para las que ya trabaja para obtener las ayudas necesarias, según señaló el alcalde. Es el caso del nuevo centro polivalente de San José Obrero, que se ubicará en las actuales dependencias de la Policía Local. Por ello, la actual sede policial se trasladará a la antigua lonja, rehabilitada recientemente. El nuevo centro contará con salas multifuncionales que darán cabida a actividades promovidas por asociaciones locales, así como espacios destinados al encuentro y esparcimiento de los jóvenes del municipio. Para esta actuación, el Ayuntamiento contaba con una subvención procedente de los fondos Next Generation que tuvo que devolver al no contar con tiempo suficiente para realizar las obras.

Otro de los proyectos que se desarrollarán en paralelo es la recuperación del antiguo colegio Isabel la Católica, situado en la calle Cadenas, que sirvió como museo municipal hasta principios de los años noventa. El edificio será reacondicionado para albergar un nuevo museo centrado en la riqueza arqueológica de la zona, con especial atención a la cueva del Arco y a los vestigios hallados en yacimientos como el barranco de Los Grajos y la cueva de la Serreta.

El futuro espacio museístico, cuya inversión está siendo gestionada en la actualidad, será plenamente accesible y dispondrá de varias salas expositivas, además de una cafetería. Con esta intervención, el Consistorio pretende dinamizar el casco histórico y consolidarlo como punto de interés cultural y turístico. A estas actuaciones se suman las integradas en el Plan de Movilidad Turística, que pretende adecuar zonas cercanas al río Segura con nueva señalización. También está prevista la mejora del Museo de Siyâsa.