La CHS logra sacar adelante el nuevo protocolo contra la sequía en el Segura en una ajustada votación
El Consejo del Agua aprueba por un voto de diferencia el Plan Especial de Sequía que marca las restricciones para el regadío y los municipios en caso de escasez de recursos; los gobiernos de Murcia, Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha votan en contra y los regantes se abstienen
Los nuevos protocolos para afrontar la situación de sequía hidrológica en la cuenca del Segura han obtenido el visto bueno del Consejo del Agua de ... la demarcación levantina. La Confederación Hidrográfica del Segura ha logrado sacar adelante en una ajustada votación la revisión del Plan Especial de Sequía, que ha contado con 29 apoyos, 28 votos en contra y 22 abstenciones de los miembros de este órgano de planificación de la cuenca, cuyo dictamen en preceptivo. El documento recoge las restricciones que pueden sufrir tanto regantes como el abastecimiento urbano en la Región de Murcia en caso de que se produzca una situación de sequía extraordinaria como la actual.
La nueva planificación para hacer frente a la escasez de agua, que se revisa cada seis años, se lleva tramitando desde 2022 y su aprobación se había retrasado por la decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de someter el proyecto a una evaluación de impacto ambiental ordinaria, resolución que todavía no ha llegado para el caso del Segura. La CHS deberá contar ahora con la aprobación del Consejo Nacional del Agua antes de su publicación en el Boletín Oficial del Estado. El presidente de la CHS, Mario Urrea, estima que para el verano podría estar activo el nuevo plan, que ha contado con los votos en contra de los gobiernos de la Región de Murcia, Valencia, Andalucía y Castilla-La Mancha, y abstenciones como las del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura y del resto de comunidades de usuarios representadas en este órgano.
Las novedades que trae el documento se centran en el cambio de los indicadores para marcar zonas hidrográficas en riesgo por la sequía: las reservas procedentes del Tajo o de la desalación dejarán de contar para declarar o no una situación de sequía extraordinaria (tendrán su propio subsistema en la cuenca), y la CHS dará más protagonismo a las existencias propias del Segura para tomar esta decisión. «Hemos dado más peso al volumen que se encuentra en los embalses respecto al indicador que había anteriormente y, en relación al Trasvase, hemos incorporado las aguas desaladas», ha explicado Urrea, quien ha incidido en que esta medida venía siendo reclamada por parte de los regantes «para un mejor ajuste a la realidad hidrológica».
Esta discriminación en los indicadores de escasez de recursos permitirán adelantar «unos meses» la puesta en marcha de los pozos de sequía, ha asegurado el presidente, al acelerar los trámites que culminan en la activación de las baterías de sondeos estratégicos. El punto negativo llega con la previsión que tenía la Confederación en cuanto al volumen que podrían extraer de estos acuíferos. Urrea ha señalado que el Ministerio «ha limitado» todavía más la cantidad que se puede bombear (el primer borrador del plan fijó en 120 hm3 el máximo permitido al año): «Las declaraciones de impacto ambiental [aprobadas hasta ahora para el Sinclinal de Calasparra, Hellín o las vegas Media y Baja] nos están llevando a una viabilidad ambiental mucho menor; pero evidentemente será cada declaración la que nos determine el volumen a extraer».
La CHS rebaja a 75hm³ el recorte mínimo por la sobreexplotación de los acuíferos
El presidente Mario Urrea ha aprovechado también la cita del Consejo del Agua para tirar a la baja el recorte previsto para 2027 de 212 hectómetros cúbicos por el cierre de los acuíferos sobreexplotados. El actual plan hidrológico prevé esa reducción en los recursos subterráneos disponibles para los regantes, pero el dirigente de la CHS estima que como mínimo habría 75 hm³ "que van a ser muy complicados mantener si no se hacen medidas extraordinarias". La Confederación cree que, con la ampliación de la desaladoras, unos 130 hm³ podrían resolverse con futuros recursos adicionales que rebajarían el volumen de extracción de los acuíferos, sobre todo en la zona de costa, cuyas comunidades están más cercanas a las plantas de tratamiento. "Con la desalación podemos cambiar una agua subterránea por una agua desalada, y en eso estamos", ha declarado.
Sin embargo, las zonas de interior lo tendrán más complicado, al estar desconectadas del sistema de las desaladoras y a falta de construir las conexiones necesarias para llevar agua de la planta de Torrevieja a más zonas del Trasvase. "Tenemos algún acuífero de interior que, de no recibir aportes extraordinarios, no podría seguir con la extracción que tienen ahora" los regantes, ha matizado Urrea. Los datos que maneja el Sindicato Central de Regantes son diferentes, ya que al recorte de 212 hm³, más cien del Tajo por el aumento de los caudales ecológicos, sólo tendrían como contrapartida 38 hectómetros de agua desalada más, lo que agravaría el déficit. "La propia administración no tiene todavía una línea dirigida que determine los aprovechamientos de las aguas subterráneas a partir de 2027", algo que se verá en la nueva planificación, han señalado fuentes del Scrats.
La CHS estima comenzar el cuarto ciclo de planificación hidrológica en 2028 con un desajuste anual de 310 hm³: "Es necesario resolver los problemas de déficit estructural en el regadío de la cuenca, a fin de evitar la sobreexplotación de recursos de agua subterránea y establecer medidas que minimicen el déficit de aplicación que pueda incrementarse a medida que se reduzcan los aportes del Trasvase Tajo-Segura", mencionó en los documentos iniciales. Urrea, este martes, no descartaba que se produjeran nuevas normativas que permitieran más aportes al regadío, pero cuenta con que "tenemos que conseguir el buen estado de las masas de agua subterráneas desde un punto de vista cuantitativo", y eso significa "extraer menos".
Precisamente, tanto el Scrats como los regantes se han abstenido en la votación de hoy porque el plan especial de sequía tampoco resuelve ese déficit estructural en la cuenca, como tampoco lo hace el plan hidrológico actual, han señalado. En la misma línea se ha pronunciado la consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, que ha recordado que "ya en 2022 el Gobierno regional votó en contra del plan hidrológico del Segura propuesto por la CHS por que, entre otros motivos, no ofrecía respuestas al cierre de los pozos a partir de 2027 y tres años después el Gobierno de España sigue sin aportar soluciones sobre cómo van a solventar este importante desafío que se encuentra ya a las puertas".
Del futuro plan para 2028-2033 la consejera espera que "no incurra en el mismo error y aporte soluciones al cierre de los acuíferos, al injustificado recorte del Trasvase o a cuestiones como la urgente ejecución de las infraestructuras necesarias para prevenir los riesgos que derivan de las lluvias torrenciales". Rubira ha afirmado que en tres años el déficit de la cuenca alcanzará los 400 hectómetros. Los regantes no confían por el momento en las previsiones de Urrea, dado el largo camino en obras e infraestructuras que se tiene que dar todavía para aumentar el agua desalada en el Levante.
Doce cauces, embalses y acuíferos alcanzan el buen estado ecológico en tres años
La Confederación ha presentado los informes de seguimiento del actual plan hidrológico del Segura, donde se ha constatado que muchas masas de agua en la cuenca sigue en mal estado por contaminación química o sobreexplotación. En concreto, los últimos datos muestran que 52 cauces o embalses del Segura están degradados por uno y otro motivo, mientras que en el caso de los acuíferos serían 40 y en las aguas costeras una docena. El dato positivo es que en tres años siete masas de agua superficiales y cinco subterráneas han mejorado hasta alcanzar el buen estado ecológico, datos que avanzó LA VERDAD hace unas semanas. "Es una buena noticia y, de alguna manera, las medidas que se van adoptando desde el organismo de cuenca van produciendo esa migración del mal estado al buen estado", ha celebrado Mario Urrea.
La Confederación también ha informado del avance en la ejecución de medidas para el presente ciclo hidrológico, que cuenta con un presupuesto global de 3.300 millones de euros e incluye al propio organismo de cuenca, los gobiernos autonómicos y los ayuntamientos de la demarcación. Del global de 737 medidas previstas, cerca del 40% ya están en alguna fase de tramitación o ejecución, "un dato positivo" para Urrea en los primeros años de arranque del plan tercer plan hidrológico. Toda la inversión deberá estar resuelta en 2027.
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