Aguas ácidas en una calle de Llano del Beal. foto: J. M. Rodríguez | Vídeo: Juana García Valdivia

Limpian el vertido de «aguas ácidas» con residuos mineros que invade el Llano del Beal tras las últimas lluvias

La Plataforma de Afectados por los Metales Pesados claman por la construcción de un interceptor de pluviales por parte del Ayuntamiento de Cartagena, exigen el sellado de las terreras y alertan sobre la llegada de desechos al entorno del colegio, las ramblas y el Mar Menor

Miércoles, 6 de abril 2022, 13:04

«Un río rojo de aguas ácidas». Así llaman los vecinos de Llano del Beal, en el municipio de Cartagena, al reguero que invadió el pueblo en la mañana de este miércoles como consecuencia del arrastre de residuos mineros tras las abundantes lluvias de los últimos días. La Plataforma de Afectados por los Metales Pesados de la Sierra Minera de Cartagena y la Unión denunció a través de un vídeo y de fotografías de distintas calles de la localidad este nuevo vertido, que después de cruzar varias calles acaba en la rambla de Ponce que desemboca en el Mar Menor. Y exigieron a las administraciones públicas, a la Fiscalía y a los juzgados que tomen medidas «de una vez» para investigar el origen de los desechos y acabar con este problema debido a los riesgos que los residuos tóxicos y peligrosos no impermeabilizados suponen para la salud de las personas y para el medio ambiente.

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Los residentes señalan como uno de los puntos de salida de los materiales contaminantes una parcela situada en el centro de la localidad. Y denunciaron que los últimos días hubo episodios similares que afectaron al entorno del Colegio público San Ginés de la Jara. Ante esta última situación y el retraso en la descontaminación de la balsa San Agustín, cuya propiedad está repartida entre al Ayuntamiento de Cartagena y la empresa Portmán Golf, la plataforma ciudadana presentó un escrito al Juzgado de Instrucción 2 de Cartagena para reclamar que reactive, después de tres años, la investigación por un presunto delito contra el medio ambiente.

Operarios de Hidrogea, durante la limpieza de las calles del Llano del Beal. LA VERDAD

Este colectivo, cuyo portavoz es Juan Ortuño, lamentó la «pasividad» de la Fiscalía a la hora de solicitar el impulso procesal correspondiente para practicar diligencias. Asimismo reclamó que los titulares de la balsa San Agustín actúen de inmediato y que el Ayuntamiento de Cartagena, a través de la empresa concesionaria del servicio de aguas, Hidrogea, inicie de inmediato la construcción de un interceptor de aguas pluviales para evitar el arrastre de «aguas ácidas, que causan un deterioro por corrosión de las calles y otras infraestructuras y pasan junto a las viviendas».

La primera medida adoptada por el Ayuntamiento tras conocer la denuncia vecinal fue enviar a la localidad camiones cuba de Hidrogea para disolver los charcos formados por las escorrentías procedentes de antiguas explotaciones mineras, así como limpiar también de polvo calles y aceras. Lo hicieron varios equipos de operarios utilizando agua a presión, según informó una portavoz municipal.

Fuentes del equipo de gobierno local indicaron que siguen a la espera de que la Consejería de Medio Ambiente de Comunidad Autónoma y el Administrador de Infraestructuras ferroviarias (Adif) del Ministerio de Transportes concedan la autorización para iniciar las obras en la parte de la balsa San Agustín que corresponde al municipio. Respecto a la parte privada de la parcela, fuentes de Medio Ambiente indicaron que sigue tramitando el expediente, para responder a las alegaciones de la compañía Portmán Golf. Esta rechaza tener obligaciones de restauración de su terreno, pues no fue el causante de la contaminación y quien depositó residuos en los terrenos. Lo hicieron otras compañías en el pasado, antes del cambio de titularidad del suelo.

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Balsa Jenny

Los vecinos clamaron por soluciones en el entorno de este pueblo de la Sierra Minera y lamentaron que, a pocos metros de las viviendas, aún no haya soluciones para el sellado del solar de la antigua Balsa Jenny, donde también debido a las lluvias sigue habiendo vertido de residuos mineros hacia una rambla que desemboca en el Mar Menor.

La parcela pertenece a la Comunidad Autónoma y la Consejería de Medio Ambiente intentó sin éxito que la sobra de clausura definitiva y restauración las asumiera el Ministerio para la Transición Ecológica dentro de su plan de recuperación de la cuenca de la laguna salada. La situación de este último terreno está siendo investigada por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y por el Juzgado de Instrucción 4 de Cartagena.

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Inicio inminente de los trabajos

El concejal de Infraestructuras, Diego Ortega, informó de que «las obras del interceptor, que iban a empezar la semana pasada, tuvieron que posponerse por la lluvia. Esta mañana misma, una vez confirmada la previsión del tiempo, ha comenzado el acopio de materiales, la instalación de la caseta de obra y el traslado de las vallas que deben delimitar la zona de operaciones para comenzar con los trabajos».

Añadió que «la falta de lluvia fue lo que retrasó durante meses la elaboración de las analíticas que exigía la Confederación Hidrográfica para autorizar; ahora ha sido el exceso de lluvia lo que ha marcado otro retraso».

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