Vecinos del Albujón piden cambiar una obra para que no se inunden sus casas

«No estoy dispuesto a tener que poner un resalte y una rampa para evitar que me entre el agua cada vez que llueve». Mariano Pedreño, santo y seña del Bar Pedrín de El Albujón, recordaba ayer, mientras le servía un vino a un cliente, cómo el domingo un corto aguacero le obligó a usar el mocho para evitar el encharcamiento de su negocio. La reforma de la calle principal de la localidad, la Avenida de la Constitución, que en su primera fase elevará la calzada y las aceras, ha agravado un desnivel que ya existía con los inmuebles: hace que el agua entre en los negocios y las viviendas con cada chubasco.

Además del establecimiento hostelero, los primeros afectados son el Casino, un supermercado, una peluquería y una docena de casas. La obra es la primera fase de un proyecto de reforma que se pretende extender al resto de la travesía, por lo que el problema puede acabar afectando a todo el pueblo en los próximos años.

Con 320.000 euros, la obra es la segunda más cara del paquete de inversiones (2,5 millones de euros) de los Presupuestos Participativos de 2017 y 2018. Solo la remodelación y la plantación de césped en el campo de fútbol de La Palma costará más.

El objetivo es ensanchar las aceras hasta llegar a entre dos y tres metros para favorecer a los peatones, aunque eso obliga a eliminar los carriles de giro hacia Pozo Estrecho y de la salida hacia La Aljorra y La Guía. Por debajo del firme va una renovada red de saneamiento. En la actualidad, las máquinas y los obreros, que tienen la zona llena de vallas, se centran en rellenar las aceras, ya perfiladas por los bordillos instalados. El plan de obras indica que la reforma tiene que estar acabada en noviembre.

El problema es que los aliviaderos del alcantarillado pueden convertirse en inservibles por el desnivel entre la renovada calle y los inmuebles que la flanquean, en cuanto se pongan las capas de asfaltado que hay previstas. «Tenían que haber hecho un fresado de la calzada, para rebajar el nivel de la travesía, en lugar de superponer otra capa de asfalto», indicó el presidente de la Junta Vecinal, Ángel Nieto.

La afección por las lluvias no solo se concentra en esta parte del pueblo. En dirección a Miranda, y hacia la derecha hay un núcleo de viviendas agrupadas entre las calles Telefónica y San Isidro que también acusan el problema del desnivel respecto a la calle principal. Allí tiene una casa Alfonso Martínez Pagán. «Llevo 60 de mis 63 años viviendo en El Albujón y cada obra de renovación realizada en el pueblo ha hecho que se elevara el nivel de la travesía y se dejara por debajo las perpendiculares a ambos lados. En el caso de la calle San Isidro y el resto de las perpendiculares, el problema se vio agravado por unas obras realizadas hace diez o doce años, para dotar de aceras nuevas esa parte. El problema es que cada vez que llueve toda el agua de la calzada va a estas a las viviendas», explicó. A juicio de Ángel Nieto, la obra tendría que haber empezado por esta zona, para regular el alcantarillado desde ese punto.

La Junta Vecinal también ha reclamado a la Comunidad Autónoma una obra para evitar que la carretera RM-E-33 , que conduce a La Aljorra, se inunde y deba ser cortada al tráfico junto al campo de fútbol cada vez que llueve.